Gran tensión en la cita virtual con presencia de todos los jefes del PRO, Mauricio Macri incluido. No hubo ánimo ni para un comunicado de prensa. Luego de dos horas, no hubo acuerdo sobre el caso Mendoza y se pasó la decisión para la próxima semana.
SILVIA MERCADO
Pocas reuniones del PRO fueron tan tensas como la que se realizó ayer, en forma virtual. Tanto, que ni comunicado de prensa salió del encuentro. Las dos horas -el tiempo que estaba agendado- nadie quiso invertirlo en expresarse sobre el índice de inflación que se conoció ayer, ni en las dramáticas situaciones de inseguridad que se viven en la Ciudad de Buenos Aires, pero también en el conurbano y en Rosario.
Qué hacer con Mendoza fue el quid del desencuentro. El presidente del PRO en esa provincia, Omar De Marchi, está convencido de que es posible ganar la provincia sin el radicalismo y quiere salir de la coalición local, Cambia Mendoza, pero no consiguió el aval del partido.
En rigor, tiene el apoyo de Horacio Rodríguez Larreta pero no el de Patricia Bullrich, que insiste -con el aval de la mayoría del partido- en que tiene derecho a presentarse, pero en las PASO, y no por afuera. Mauricio Macri, que estuvo presente desde Cumelén y se quedó en toda la reunión, intentó mediar entre ambos, aunque no tomó partido por ninguna de las dos posturas en juego.
Mientras tanto, en el aire pesaba la situación en La Pampa. Nadie se hizo cargo de la derrota de Martín Maqueyra en esa provincia gobernada por el peronismo desde 1983. Aunque el Frente de Todos perdió por primera vez en la legislativa del 2021 frente a Juntos por el Cambio y había convencimiento de que el joven diputado podía ganarle al radicalismo en las primarias. Pero la victoria fue para Martín Berongharay, hijo de un histórico dirigente radical de esa provincia, quien ganó por 56.51% versus 43.49%, una diferencia de 13 puntos.
En la coalición aseguran que Maqueyra medía mejor en las encuestas y que su juventud (34 años) le jugaba a favor, no en contra. Pero internamente circula una fuerte crítica a la estrategia elegida, ya que si hubieran acordado una fórmula unificada se habría evitado dejar expuesto al PRO y su magra cantidad de afiliados. El macrisno nació y creció desalentando las fichas de afiliación.
"Además, dejó mejor posicionado al radicalismo frente al PRO en los distritos que aún no llegaron a un acuerdo para la competencia", se quejó un dirigente del interior. Básicamente, en esta etapa, la preocupación está centrada en los desacuerdos internos en Mendoza, Río Negro, Neuquén y Chubut, cada una con sus dilemas propios. El ruido de fondo son las reglas a tomar en otros distritos como Córdoba y, más precisamente, en la candidatura presidencial.
La reunión de mesa nacional tuvo una asistencia perfecta. Además de Macri Rodríguez Larreta y Bullrich, desde la Ciudad de Buenos Aires, estuvieron vicepresidentes Federico Angelini, desde Rosario, y Laura Rodríguez Machado, desde Córdoba. Eduardo Machiavelli (secretario general), Fernando De Andreis (secretario de comunicación)), Jorge Macri (secretario de gobiernos locales), entre otros, lo hicieron desde CABA y Diego Santilli.
¿SE RESOLVERA LA INTERNA ENTRE LA UCR Y EL PRO EN MENDOZA?
El caso de Mendoza quedó sin resolverse. El senador radical Alfredo Cornejo volverá a competir por la gobernación, un cargo que ya ocupó. El amarillo De Marchi, vicepresidente de la Cámara de Diputados y ex intendente de Luján de Cuyo, también tiene imagen positiva y voluntad de competir por fuera de la coalición, comprometiendo la alianza de la UCR con el PRO, partido del que es presidente en esa provincia.
Lo que suceda en Mendoza produce especial conmoción en los partidos de la coalición. Bullrich es aliada de Cornejo. Y Rodríguez Larreta lo tiene a De Marchi de coordinador de campaña. Hasta hay quienes creen que tras esa crisis está el propio Jefe de Gobierno de la Ciudad, lo que es negado enfáticamente por Larreta y De Marchi.
Entre la UCR y el PRO mendocinos no están de acuerdo ni en las fechas del calendario electoral. La reunión de mesa nacional del partido que lidera Macri se realizó porque Cornejo aseguró que mañana arrancaba el calendario electoral en algunas comunas, lo que obligaba a presentar los partidos de la alianza. La posición de De Marchi, sin embargo, era que el verdadero calendario se inicia en abril y se quedó en decidir la postura la semana próxima.
¿Cómo se resolverá la discusión? Nadie puede anticiparlo. Hasta hoy, el diputado tiene el respaldo de la Coalición Cívica mendocina, que lidera Gustavo Gutiérrez, muy amigo de Lilita Carrió. Su perfomance electoral, sin embargo, no es demasiado buena. En el 2021 concurrió solo y obtuvo apenas 3.87% de los votos. (Julio Cobos, por JxC, 49.54% y Adolfo Bermejo, por el Frente de Todos, 26.10%).
Desde las oficinas de Bullrich se difundió una carta que referentes del PRO mendocinos le enviaron a De Marchi pidiéndole que no rompa el espacio Cambia Mendoza y que, si decide competir, lo hago por dentro de la interna. "Nuestra opinión es que estamos convencidos de que no hay 'fuera' de Cambia Mendoza un proyecto político vinculado a nuestra fuerza política", escribió el grupo integrado por Sebastián Cremaschi, fundador del PRO en Mendoza, entre varios dirigentes.
En Río Negro la situación es distinta. Allí el radicalismo tiene atado un acuerdo competitivo con Alberto Weretilnek. Casi como en un espejo, en Neuquén es el PRO el que quiere competir con un ex MPN, que es el mejor posicionado en las encuestas, pero aquí es la UCR la que se resiste. En Chubut, el senador Nacho Torres, del PRO, viene en forma anticipada con perfil ganador, pero el radicalismo le salió a la competencia y no quiere saber nada de competir fórmula.
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