Zonzo es una designación de uso corriente en Latinoámerica, con ello se trata de describir, casi como improperio, a quien es tonto. Don Arturo Jauretche escribió una suerte de ensayo sociológico que tituló “Manual de Zonzeras Argentinas”, en donde éste sostiene que los argentinos no somos zonzos, por el contrario, nos hacen zonzos, dice. Aquí señalamos, al menos algunos lo intentan.
Lo que proponemos desde aquí es justamente quebrar esa suerte de sofisma que, a través de un planteo casi axiomático elude la argumentación y cuya eficacia se asienta no tanto en la discusión sino en la falta de ella. Como dice el autor, si el zonzo analiza la zonzera, deja de ser zonzo.
Con este marco es que nos propusimos dejar de ser zonzos tratando de analizar las zonzeras que dieron a conocer esta última semana algunos de nuestros menos preclaros dirigentes nacionales y locales.
20N, de una situación real a la negación total
Grandes fueron los esfuerzos de los dirigentes nacionales y locales para minimizar o exagerar el resultado de una medida de fuerza, que no fue cualquier medida de fuerza, no, fue la primera expresión orgánica de hartazgo de un sindicalismo que se cruzó de vereda, unos antes otros después. La CTA alguna vez sin divisiones era, si bien no adicta, pero si cercana al Kirchnerismo de Kirchner y la CGT, encabezada por Hugo Moyano ahora desconocida por el PEN está en la oposición.
El gran aparato de propaganda del gobierno nacional tomó la posta y salió a ningunear a la medida alegando que con cortes y piquetes no se puede decir que haya sido una jornada de paro exitosa. Es decir que desde ahora habrá que preguntarle al gobierno como quiere que se realicen las medidas de fuerza así nos aseguramos que no tengamos que oír discursos como los que hemos oído. Lo curioso es que esta zonzera dejó de serlo cuando los que antes estaban en la vereda de enfrente y ahora de la “correcta” nunca negaron el éxito de la medida, cosa esta que parece haber creado un espacio de intersección entre los que estaban antes y los que están ahora que se ampliará a medida de que la negación al diálogo y a la apertura a ciertos reclamos se conviertan en caprichos.
En Jujuy para el gobierno “no pasó nada”, es decir que los empleados públicos fueron a trabajar normalmente, hubo clases, tribunales administró justicia, no se dejaron de hacer trámites, eso sí, los bancos no atendieron y por ello el movimiento que produce se notó, solo ahí.
Desde el otro lado, los gremios que adhirieron, dejaron ver que la actitud de responsabilidad adoptada al no manifestar cortando calles y puentes haya sido leída, al menos en el discurso oficial, que aquí no había pasado nada pues en Jujuy todo el mundo está contento con su situación personal y ni que hablar del gobierno. Una zonzera de Fellner que tuvo una rápida réplica pues tanto desde la CTA como de la CGT le prometieron un próximo movimiento que no olvidará.
La película
Vimos la película, ya saben cual, pero no pudimos llegar al final pues el aburrimiento producido por lo que debió tener una estética artística, con sus cánones rituales, resultó ser pura propaganda. Lo mejor hubiera sido que pasen la película a quienes son afiliados o adictos a la corriente, casi diría como esos videos de motivación que les pasan a los jugadores de distintas disciplinas o a los equipos de fuerza de ventas de las grandes empresas. Hemos asistido a un verdadero fraude pues no encontramos allí un rasgo de humanidad, hasta llegamos a pensar que como es que había concebido dos hijos alguien tan angelado, alguien que ni transpiraba. Un verdadero pasatiempo falto de todo respeto a la historia del partido del que se nutren, a los que participaron del 13s, 8n y 20n. A un costo de casi 7 millones de pesos que, aunque los promotores traten de disfrazar como aportes de distintos bancos oficiales y empresas amigas, a nadie la cabe duda de que la pagamos todos los argentinos.
Veíamos ayer un programa en canal 7 en el que regalaban entradas para ir al cine. Proponían 3 películas, una de ellas, la de Él, en todos los casos eligieron a las otras dos. Un éxito.
Lo único que nos dejó esa película es una inquietud ¿Cómo sería la película de Eduardo Fellner?
Anibal y su zonzera mayor
Si bien a Augusto Vandor lo tildaron de traidor por haber “apoyado” la propuesta de un peronismo sin Perón, que no era otra cosa que una corriente política, impulsada por algunos peronistas que a partir de 1955 defendieron la doctrina justicialista desde la proscripción. Vandor adhirió al partido que se dio en llamar Unión Popular, este fundado por Juan Atilio Bramuglia, ex abogado sindical de la Unión Ferroviaria y Ministro de Relaciones Exteriores de Perón entre 1946-1949. Además de Vandor y Bramuglia estuvieron Vicente Saadi, Raúl Matera y los hermanos Sapag, entre otros. Con lo dicho debe quedar claro que el peronismo sin Perón no era una facción separatista ni la vindicación de aspiraciones personales de Vandor, era nada más y nada menos que el peronismo proscripto en acción.
Cierto es que la ex presidente María Estela Martinez llegó al país en 1965 con la intención de informarse de esta especie, aunque algunos aseguran que vino a desarmarla. Curiosamente al tiempo ocurrió la llamada revolución Argentina que traería a Juan Carlos Onganía con la opinión favorable del Gral.
En Jujuy esta movida tuvo su expresión a través del Partido Tres Banderas en el que militaban nada más y nada menos que los integrantes de las 62 Organizaciones Peronistas y a nadie se le hubiera ocurrido tildarlos de traidores.
De cualquier manera, a nuestro entender, el actual “modelo” que rige los destinos del país es la más acabada muestra de un peronismo sin Perón y hasta se podría decir un peronismo sin peronismo, al que sólo le faltó bajar el cuadro de Perón. No se animaron porque seguro les servía.
La zonzera de Anibal consiste en que parece tener necesidad de crear figuras retóricas para la posteridad y con ello tratar de zafar de su ingreso a la historia argentina desde los fueros penales. Don Anibal, el gran Arturo, quien también fue amigo de Vandor, le dejó escritas unas palabras para Ud.: “Les he dicho todo esto pero pienso que pa´nada, porque a la gente azonzada no la curan con consejos: cuando muere el zonzo viejo queda la zonza preñada.”
Una renuncia que dará que hablar
Todos sabemos que muchas veces los funcionarios presentan sus renuncias como una forma elegante de decir que no fueron despedidos, que no cumplieron con las expectativas o que directamente son unos inútiles. Distinto es cuando alguien, haciendo uso de una tautología, presenta una renuncia indeclinable. E ahí la tautología, si es renuncia es renuncia, no tiene ni puede ser otra cosa que un adiós, gracias por haber confiado en mis dotes para administrar tal o cual cosa. Lo de indeclinable está de más. Esto que decimos es en obvia alusión a la situación creada por la renuncia al Consejo de la Microempresa por parte de quien hasta hace unos días fue su presidente, el diputado Marcelo Abraham.
Cuando decimos que esta renuncia dará que hablar lo decimos en función de las declaraciones del propio Abraham y de algún otro diputado que, curiosamente, pertenece a otra bancada. Indagando por allí y con el concurso de algún informante supimos que hubo una aparente falta de respeto del alter ego de Fellner y a consecuencia, en vez de hacer una transición como se acostumbra, con beneficio de inventario, se lo hizo a través de una auditoría como hace años no se vio en Jujuy. Esta suerte de persecución no quedará en la nada, dudamos de que vayan a encontrar irregularidades y si lo hicieran, como siempre, no la enviarán a donde corresponde para que se investigue, la utilizaran para presionar y, tal vez, lograr algún silencio que de otra manera comprometería a un familiar cercano de encumbrado dirigente.
Lo concreto que esta que fue una zonzera mayúscula pues se trató de un desencuentro y hasta de celos de parte de un ministro respecto del avance logrado y los resultados a ser mostrados en los que, por supuesto, no participa desluciendo así parte de su gestión, motivaron una asonada que terminó, por ahora, con una renuncia que, a lo mejor, tal vez, termine en dos.
Sabatella y la Ley de medios
Quisieramos desde este espacio darle la bienvenida al Presidente del Directorio de la Autoridad Federal de Servicios de Comunicación Audiovisual (AFSCA), don Martín Sabatella, e invitarlo a dar una conferencia de prensa abierta a cualquier pregunta relacionada a la Ley de Medios o que sea conexa con esta, por ejemplo, la regulación de la Pauta Publicitaria Oficial. Si aceptara la misma con gusto lo acompañaremos y le entregaremos una copia del anteproyecto presentado oportunamente en la legislatura local a fin de que sea analizado y, si contribuye a los fines planteados por la norma que actualiza otra que venía de la dictadura, no hablamos aquí de desmembrar medios de comunicación ni de saltear la Constitución, sino de hacer cierta la pluralidad de voces, estaremos en la primer fila apoyando desde el disenso que también es, se lo aseguro, una forma de construir ciudadanía.
No todos tienen que tener las mismas ideas, es más la misma ideología ya que, tomando como base el pensamiento de Foucault, quien se aparta de esta noción porque piensa que se refiere necesariamente a algo como a un sujeto. En su obra “las palabras y las cosas” niega de hecho la noción de ideología cuando sustenta la tesis de que los sujetos no son eternos ni constituyentes porque no son la fuente de las ideas, sino que están históricamente constituidos. Es por ello que los zonzos, que también son una construcción histórica, como los sujetos, no son eternos.
Juaretche decía que “Un amigo que hace muchos años percibió la contradicción entre nuestra tan mentada “viveza” y las zonceras, la explicaba así: “El argentino es vivo de ojo y zonzo de temperamento”, con lo que quería significar que paralelamente somos inteligentes para las cosas de corto alcance, pequeñas, individuales, y no cuando se trata de las cosas de todos, las comunes, las que hacen a la colectividad y de las cuales en definitiva resulta que sea útil o no aquella “viveza de ojo“.
Lic. Hugo Rubén Calvó
Director de Jujuy al día
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