Es Fernando Asencio, funcionario del Ministerio de Desarrollo. Retoma un proyecto que Cambiemos agitó sin éxito durante sus cuatro años en la gobernación.
Por: Macarena Ramírez.
El funcionario del Ministerio de Desarrollo Social e histórico rival del intendente Fernando Espinoza en el peronismo matancero, Fernando Asencio, se suma a la lista de aspirantes a disputar la intendencia del distrito más grande del país. Con el aval del ministro Juan Zabaleta, ya arrancó la campaña de afiches y encabeza reuniones con parte de la dirigencia peronista local para empujar su candidatura. Considera que, por primera vez, habrá espacio para competir en internas a través de las Primarias Abiertas Simultáneas y Obligatorias (PASO) y saldrá a la cancha con un proyecto que genera polémica: dividir La Matanza. La iniciativa fue obsesión de María Eugenia Vidal durante su paso por la gobernación: en busca de desarticular el mayor bastión electoral peronista del país, Cambiemos la impulsó en la Legislatura, pero no pudo avanzar.
La guerra abierta del Frente de Todos (FdT) y la decisión del presidente Alberto Fernández de abrir las internas para dirimir candidatura en 2023 dejan terreno fértil para la proliferación de postulantes a lo largo y ancho del país, incluso en distritos gobernados por el peronismo y, también, en el mayor bastión peronista, el que comanda Espinoza sentado sobre más de un millón de votos obtenidos en 2019, cuando ganó con el 64%. Como contó Letra P, la diputada provincial del Movimiento Evita Patricia Cubría ya se anotó en esa carrera. Al igual que Asencio, comenzó su campaña con una fuerte pegatina de afiches en diferentes localidades de La Matanza.
Asencio es un histórico referente del peronismo matancero, siempre enfrentado a Espinoza. Fue 12 años concejal. Llegó al Concejo Deliberante por Unión PRO de la mano de Felipe Solá. Con él saltó en 2013 al Frente Renovador y en 2015 fue candidato a diputado nacional. Con la llegada de Solá a la Cancillería, fue nombrado subsecretario de Asuntos Nacionales del ministerio y, tras la salida del exgobernador del Palacio San Martín, dejó el cargo y asumió como subsecretario de Asuntos Internacionales y Cooperación Federal del Ministerio de Desarrollo Social. Hoy, trabaja formal y políticamente con Zabaleta.
Un dirigente que promueve la candidatura de Asencio asegura a Letra P que, por primera vez, ven posibilidades reales de competir internamente con Espinoza y que tienen el aval de Zabaleta “para empezar a caminar”. “Lo único que le pedimos es que, cuando llegue el momento, nos garantice la lista, como prometió Alberto (Fernández), y nos dijo que sí”, afirma la fuente, al tiempo que destaca el apoyo de diferentes sectores del peronismo y sindicatos del distrito, aunque prefiere no dar nombres todavía.
A un año y medio de la elección, en La Matanza la campaña ya está en marcha y, como en toda campaña, principalmente en el peronismo, la disputa empieza por las paredes, las pintadas, los afiches y los paleros. “Salimos a pegar en todas las localidades y salió una cuadrilla de la Municipalidad a sacarnos los carteles, esa es una buena señal, porque a Cubría se los dejaron”, afirma un referente que trabaja con Asencio. A diferencia de la cartelería de la referente del Movimiento Evita que lleva su cara y tiene el lema “La renovación que La Matanza estaba esperando”, los del funcionario de Zabaleta se limitan a anunciar “Asencio 2023”.
Lo que Vidal no pudo
La candidatura de Asencio viene con un proyecto provocador para venir de un dirigente del peronismo que, además, aparece apadrinado por Zabaleta, un colega de Espinoza en el elenco de nuevos barones del conurbano: dividir La Matanza.
No es una carta secreta que Asencio trabaje en voz baja o mantenga escondida en la manga. Lo dice abiertamente. “Va a ser una de nuestras propuestas principales en la plataforma de campaña", anuncia y asume: "Sabemos que va a generar mucho ruido entre la dirigencia, incluso la propia".
Una dirigenta que se perfila para estar al frente de la campaña de Asencio no adelanta todavía detalles del proyecto más allá de que establecería la división del distrito en tres unidades menores, pero fundamenta: "La Matanza es demasiado grande; es una locura que un vecino del Virrey del Pino tenga que viajar una hora y media si tiene que hacer un trámite en San Justo. Preferimos que nos putee un puñado de dirigentes pero hacer algo por la gente".
La división de La Matanza para desarticular la principal fortaleza electoral del peronismo fue una obsesión de Vidal. Durante sus cuatro años en la gobernación bonaerense, la ahora diputada nacional buscó convertirla en agenda legislativa a través de proyectos impulsados por distintas figuras parlamentarias de Cambiemos.
De hecho, en el entorno de Asencio replican un argumento que fue muletilla de la exmandataria provincial. "La Matanza tiene que dejar de ser un botín de la política”, le dicen a Letra P, aunque intentan amortiguar el impacto recordando que el pionero de la partición del distrito fue Alberto Balestrini, exintendente y prócer del peronismno matancero.
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