Juezas, fiscales y secretarias judiciales elaboraron un documento que fija perspectivas de género para dar respuesta a la ola de denuncias que llegan a los tribunales. Buscan evitar que “las víctimas se sientan desprotegidas” y quieren sumar a sus colegas varones al impulso de los cambios.
Juezas, fiscales, secretarias y trabajadoras judiciales de distintas jurisdicciones y fueros dieron el primer paso: reunirse para fijar los cambios necesarios en el Poder Judicial a fin de incorporar en ese ámbito la perspectiva de género, lograr que el servicio de justicia sea efectivo en los casos de violencia de género y que les sea útil realmente a las mujeres. La tarea primordial que se dieron es detectar las fallas del sistema y mejorar la coordinación del trabajo en las diversas instancias, principalmente entre los fueros penal y civil. “Somos conscientes de que vivimos inmersas en prácticas judiciales anacrónicas. Su superación conlleva un desafío cultural que nos obliga a desandar aprendizajes y a construir, de manera individual y colectiva, nuevos caminos”, sostiene el documento que firmaron ayer. Las reuniones continuarán con la incorporación de varones, para sumarlos a la tarea.
“Estamos felices porque la convocatoria se hizo en muy poco tiempo y hay un compromiso enorme”, destacó Yael Bendel, asesora general tutelar del Ministerio Público Tutelar de la Ciudad, el organismo que convocó la reunión.
En el documento que se presentó durante el encuentro, las mujeres del Poder Judicial y del Ministerio Público sostienen que “estamos construyendo un nuevo discurso judicial que aún no está legitimado, y ello es una condición necesaria para lograr las modificaciones institucionales que nos permitirán brindar un servicio de justicia consistente con la perspectiva de género e infancia”.
Marta Mattera, jueza de la Cámara Nacional de Apelaciones en lo Civil, advirtió que “no alcanza con la sanción penal ni las medidas de restricción” para resolver el problema de la violencia de género. Asimismo, señaló que existe una “dispersión jurisdiccional” que obliga a las víctimas de violencia de género a “circular por distintos tribunales” en busca de respuestas. Para Mattera, la forma de resolver este problema es trabajar en forma conjunta para “hacer propuestas más coordinadas”, independientemente de la jurisdicción.
En esta línea, las firmantes del documento se comprometieron a lograr modificaciones institucionales para incorporar la perspectiva de género en ese ámbito. “Tenemos que hacernos cargo de que los diseños institucionales no están funcionando”, afirmó Mary Beloff, representante de la Procuración General de la Nación. “Se ha creado mucha institucionalidad, pero a la hora de los resultados esto resulta ineficaz porque hay una superposición y mala asignación de recursos”, agregó durante el debate.
En la discusión, las mujeres que asistieron a la reunión manifestaron que la mujer “no puede ir a distintas justicias”. “Tiene que haber una justicia especializada que oriente a la mujer tanto en lo civil como en lo penal para que un mismo juez pueda atender a la víctima”, sostuvieron.
La fiscal María Paula Asaro, que investigó el femicidio de Angeles Rawson, coincidió con sus colegas en que se requiere de “la coordinación de todos los órganos” para erradicar la violencia contra las mujeres, niñas, niños y adolescentes y dar respuestas a las demandantes. “Si no tenemos perspectiva de género desde un comienzo, vamos mal”, opinó. Según Asaro, las víctimas se sienten desprotegidas porque se ven obligadas a “dar vueltas por muchos lados” sin orientación. Ante esta situación, la mujer se frustra y acude a los medios de comunicación a realizar y visibilizar su denuncia. “Esto no está bien, debería recurrir a nosotros”, afirmó.
El documento sostiene que los “ejercicios abusivos del poder, distintos tipos de violencias, agresiones sexuales, agresiones a la integridad física y a la salud psíquica” son actos censurables, ilegítimos, indefendibles que dañan a las víctimas de forma irreparable y obligan al Poder Judicial a dar una respuesta. “No siempre esa respuesta llega a tiempo y es la adecuada; muchas veces porque las leyes que rigen la actividad judicial siguen siendo antiguas, de otra época y por lo tanto la respuesta necesita ser revisada críticamente, deconstruida y construida en términos más democráticos, con perspectiva de género y de diversidad”, establece el documento. Además, recalca que “la respuesta ‘ajustada a derecho’ es, cuando menos, opinable” porque la interpretación de las leyes es siempre subjetiva.
Magdalena Giavarino, asesora general tutelar adjunta de Incapaces, expresó que los agentes judiciales tienen la misión de “hacer justicia, no sólo dar una respuesta”. Para la letrada, el encuentro no sólo tiene que servir como un espacio en el que se señalen los problemas del Estado y el sistema judicial, sino que tiene que ayudar a “definir cómo vamos a seguir de acá en más”.
Por su parte, la consejera Vanesa Ferrazzuolo destacó la reciente creación del Centro de Justicia de la Mujer, organismo que recibe denuncias de víctimas de violencia de género. “El objetivo es ofrecer en un mismo edificio todos los trámites de primera instancia”, afirmó. Sin embargo, al ser un organismo nuevo, Ferrazzuolo lamentó no poder presentar aún resultados concretos que indiquen una mejora en la atención a las mujeres.
Otras operadoras judiciales se mostraron preocupadas al sostener que, en muchas ocasiones, la justicia actúa de forma correcta mediante la entrega de botones antipánico o imposición de medidas de restricción, entre otras, pero no es suficiente para que cese la violencia. “Hay denuncias reincidentes en las que decreté todas las medidas y a la semana la mujer dejó entrar al agresor a la casa porque su familia no tenía qué comer”, contó la jueza Mónica Fernández.
Muchas de las presentes señalaron la necesidad de incluir a sus pares varones en los próximos encuentros, no sólo para asegurar que todos los trabajadores del sistema judicial realicen sus tareas con perspectiva de género, sino porque muchos de sus colegas “concuerdan con el documento presentado y desean participar de las reuniones”.
Al final del encuentro, Bendel propuso una nueva instancia que incluya a los varones del Poder Judicial para el próximo 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer, para discutir la elaboración de protocolos y evaluar los resultados obtenidos.
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