Luego de una extensa discusión, que había comenzado en 2019, el intendente de Pinamar, Martín Yeza, consiguió el acompañamiento de la oposición el Concejo Deliberante para avanzar con un aumento de tasas municipales. El incremento sería del 50% en varios tramos pero empezando con el 35%.

Como contrapartida, el Ejecutivo se comprometió a reducir la llamada planta política. La reducción alcanzaría a unas treinta personas. Esta reestructuración tomará forma de decreto.

A causa de la demora en de la actualización de impuestos, la Comuna estaba pasando una delicada situación financiera, la cual se expresaba en la demora del pago a trabajadores y proveedores.

Según comentó Matías Yeannes, concejal oficialista y ahora suplente de Yeza –en licencia por paternidad-, el proyecto aprobado fue uno de Unidad Ciudadana pero con modificaciones.

De esta manera, Cambiemos consiguió los votos de ese espacio político y de sus mayores contribuyentes para la sanción. El Frente de Todos (responde al excandidato a intendente Gregorio Estanga) y el vecinalismo de Propin se expresaron de manera negativa.

No obstante, Yeannes, en declaraciones Pinamardiario.com.ar, dijo que lo aprobado “no es del todo suficiente y desde el Ejecutivo se van a tener que hacer reajustes o modificaciones internas para afrontar el gasto de otra manera”. 

Como informó INFOCIELO, la última semana de enero, el propio Yeza había tomado la posta del reclamo ya había salido a denunciar un intento de “desestabilización”

Desde hace dos años, hay un grupo político en Pinamar obstinado en hacer que Pinamar se deteriore y que la Municipalidad se desfinancie. Les molesta que Pinamar esté bien”, había planteado el jefe comunal de Cambiemos en una conferencia de prensa.

El jefe comunal, que en octubre consiguió la reelección, había advertido que el distrito tenía “las cuentas a la mitad” porque “hace dos años que no se aprueba una actualización por inflación”.