En lugar de pagarle a una empresa, el municipio comprará los vehículos para sumar a su flota.
Dudas y temor. Esas son las sensaciones que ha provocado en el concejal peronista Héctor Aguirre el anuncio del intendente radical de Yerba Buena, Mariano Campero, sobre la compra de 12 camiones, con los que aspira a que el municipio se haga cargo del servicio de recolección de basura, que en los últimos 15 años, al menos, estuvo en manos de una empresa privada.
“Le dije: ‘Mariano, te estás metiendo en un terreno complicado’”, relata Aguirre. Según el edil -que fue secretario de Gobierno del otrora intendente, Daniel Toledo- se deberían haber evaluado otras opciones. “Nadie duda que el servicio que se brinda actualmente es deficiente. Pero el manejo de la basura es riesgoso. Intervienen muchos engranajes, que deben funcionar a la perfección”, prosigue.
Aunque Aguirre se declara convencido de que las tareas que le competen a la Municipalidad deben encararse con empleados de esa repartición, en este caso hace una salvedad: “no creo que estemos preparados”. Entretanto, Campero contesta que antes de decidirse por la municipalización del servicio, evaluó otras opciones. Contratar a otra compañía, por ejemplo, le hubiera costado al municipio entre $ 5 millones y $ 6 millones mensuales, de acuerdo a los cotejos que efectuó, asegura.
En marcha
Todavía hoy, la recolección de residuos domiciliarios es efectuada por la firma Servicios y Construcciones La Banda, del empresario Mario Delfor Criado. A fines de abril debían prorrogarle el contrato. Pero los gobernantes le dijeron que, en adelante, iban a acometer ellos con esa tarea. Y le pidieron que continúe hasta que estuviesen listos. Mientras, llamaron a una licitación para comprar 12 camiones. La apertura de los pliegos se efectuó hace unos días. Hubo dos concursantes que presentaron ofertas por unos $ 35 millones y unos $ 36 millones.
Campero dice que le paga a Criado unos $ 2,4 millones mensuales en concepto de recolección y traslado hacia la planta de transferencia de residuos sólidos urbanos de San Felipe, situada en San Miguel de Tucumán. Ese monto es el que piensa destinar a la compra de los vehículos, pues ha solicitado una financiación en 16 cuotas. El nuevo parque automotor estará conformado por ocho compactadores; dos recolectores de restos verdes y dos con cajas volcadoras.
La intendencia tiene pensado usar los camiones compactadores para recoger la basura domiciliaria, principalmente. De acuerdo a lo declarado, incrementarán las frecuencias y ampliarán los recorridos. Por otra parte, uno de los dos vehículos destinados al verde saldrá a las calles con una máquina chipeadora, que irá remolcada en la parte trasera. Así, lo recogido ingresará a la caja ya triturado. Con los otros camiones planean levantar restos de construcción e -incluso- otro tipo de basura, como electrodomésticos, colchones, etcétera.
Los costos de la basura
Además del monto que se le abona a Criado, el municipio destina aproximadamente $ 1 millón para el alquiler de camiones que se encargan de la recolección del verde. Pese a que esa tarea se encuentra estipulada en el contrato con Criado, Toledo -en su momento- y Campero -ahora- resolvieron hacerse cargo. “Una vez que tengamos nuestros vehículos, ya no será necesario que sigamos alquilando”, añade el jefe municipal. Para albergar los vehículos creen que habilitarán un galpón en la zona de la plaza Vieja.
Además, según cifras aportadas por la Municipalidad, se destina $ 1 millón más para la disposición final, que se efectúa en Overo Pozo.
Servicios y Construcciones La Banda llegó formalmente a Yerba Buena en 2003, cuando obtuvo la concesión durante la gestión del interventor Jorge Bernabé Lobo Aragón. Desde entonces, su pliego se ha ido renovando de forma automática y cada tres años. Las últimas extensiones las había hecho Toledo, en 2015, 2012 y 2009. Según el contrato, a Criado se le paga por servicio; es decir, por recorrido del camión. El empresario aporta los vehículos y sus conductores. Como se trata de un servicio mixto, los corredores son municipales.
“Campero tendría que poner un director de recolección. Ahora va a necesitar alguien que se dedica puntualmente al tema de la basura”, concluye Aguirre. También sugiere que se incremente el número de recolectores (hoy, unos 60 hombres cumplen esa tarea).
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