El soldado estadounidense Bradley Manning quiere declarar este jueves acerca de sus motivos para filtrar cientos de miles de documentos militares y diplomáticos a la plataforma WikiLeaks, en el marco de las audiencias previas al consejo de guerra que se le realizará por este motivo.
Según adelantó la plataforma de apoyo a Manning, el joven exanalista militar en Irak quiere tomar la palabra el jueves en el marco de la nueva ronda de audiencias que se le siguen en Fort Meade, en las afueras de Washington, para "explicar públicamente sus motivos para liberar información clasificada a través de WikiLeaks".
La principal razón era su esperanza de que, mediante la filtración de la información, se "provocaría un debate doméstico sobre el papel del Ejército y de la política exterior (estadounidenses) en general", dijo la organización "Bradley Manning Support Network", que asegura que tuvo acceso a parte de su testimonio preparado.
Además, Manning pretende explicar un "incidente crucial en Irak que le llevó a cuestionar los métodos del Ejército" en ese país, así como "responder a preguntas de la juez", agregó la plataforma.
De recibir permiso por parte de la juez militar al cargo de su caso, Denise Lind, para leer en alto su declaración, será la segunda vez desde que empezaron los preliminares de su proceso, a finales de 2011, que Manning toma la palabra.
La vez anterior fue a finales del año pasado, cuando denunció lo que sostuvo constituyó un trato abusivo en el periodo de casi un año que pasó bajo custodia en la base militar de Quantico, Virginia, tras su detención, antes de ser trasladado en abril de 2011 a Fort Leavenworth, Kansas.
Esta semana comenzó una nueva ronda de audiencias previas al juicio militar que se espera empezará en junio, después de varios aplazamientos.
Durante el primer día de audiencias, el martes, la juez Lind rechazó la argumentación del abogado de Manning, David Coombs, de que se debían retirar todos los cargos porque a su defendido se le había negado un juicio rápido, informaron medios locales.
De este modo, Manning sigue por el momento afrontando un total de 22 cargos, entre ellos "ayudar al enemigo", que implica la pena de muerte, si bien la acusación ya ha dejado claro que no reclamará más que la cadena perpetua.
La defensa del soldado trata por todos los medios de lograr una condena menor, entre otros denunciando el duro trato recibido por Manning y tratando de demostrar que la información que filtró no era tan clasificada como afirma la acusación.
En este sentido, Manning se ha ofrecido a declararse culpable de parte de los 22 cargos de los que se le acusa, de los de menor gravedad, con el objetivo de lograr una condena menor, de un máximo de entre 16 y 20 años.
El testimonio público del joven soldado durante la audiencia del jueves formaría parte de esa estrategia, que defiende las acciones de Manning afirmando que filtró la información "con motivos nobles" de denunciar los hechos.
Manning, que fue detenido en mayo de 2010, está acusado por el Ejército estadounidense de haber filtrado cientos de miles de documentos sobre las guerras de Irak y Afganistán, así como cables diplomáticos, cuando estaba desplegado en Irak como analista de inteligencia militar.
Entretanto, varios periódicos estadounidenses publicaron hoy en sus ediciones digitales hasta 84 documentos previos al juicio liberados este mismo miércoles por el Departamento de Defensa, después de que algunos medios presentaran una denuncia por la falta de "transparencia" con este material.
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