El senado del estado aprueba una norma en defensa del agua como bien público.
Washington dio un paso importante al convertirse en el primer estado de EE. UU. en restringir los permisos a las compañías que buscan extraer, embotellar y vender agua a partir de fuentes locales.
El lunes por la noche, el Senado estatal aprobó un proyecto de ley que prohibirá otorgar nuevos permisos para las operaciones de embotellado de agua. La nueva reglamentación establece que "cualquier uso de agua para la producción comercial de agua embotellada se considera perjudicial para el bienestar público y el interés público". Se aplicará retroactivamente al 1 de enero de 2019.
La disposición es aclamada por los activistas del agua, quienes lo declararon un momento decisivo en la lucha contra la privatización de un activo público tan valioso.
"El estado de Washington está abriendo el camino hacia una solución innovadora", dijo Mary Grant, directora de la campaña Food & Water Action, en un comunicado. "Esta legislación prohibiría uno de los peores abusos corporativos del agua: la extracción de fuentes locales de agua en botellas de plástico enviadas desde las cuencas hidrográficas a todo el país".
El agua embotellada es la bebida envasada más consumida en USA.
Lo cierto es que el agua es embotellada exclusivamente en aquellos lugares en que puede extraerse de napas ricas en cantidad y calidad. La consecuencia suele ser la depresión de las napas. Por eso en los lugares donde se obtiene el agua que se embotella, la industria embotelladora tiene muy poca aprobación.
Los residentes del condado de Lewis, en el suroeste de Washington, han estado luchando contra una nueva planta de embotellado de Crystal Geyser que bombearía y fraccionaría 1600 litros por minuto. La empresa deberá desistir de este proyecto en función de la nueva legislación.
Otros estados también buscan limitar o gravar las operaciones comerciales de embotellado de agua, con proyectos de ley estatales introducidos en Maine y Michigan y medidas locales de votación aprobadas en Oregon y Montana.
Es que la disputa por un recurso natural vital como el agua está recién en sus primeros pasos.
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