El exintendente Juan Carlos Cabirón confirmó que será precandidato a jefe comunal por el frente amplio UNEN. Aceptó el reto, según confesó, porque la UCR no tenía candidato
A 15 días de cumplir sus 75 años de vida y a 31 de ganar la elección que lo llevó a ocupar el sillón de Bordeu en 1983, el exintendente municipal Juan Carlos Cabirón ha decidido volver al ruedo político.
A pesar de haber señalado dos años atrás que estaba “jubilado y retirado”, ayer confirmó a “La Nueva.” su voluntad de participar en las internas abiertas del frente amplio UNEN (lo integran la Coalición Cívica ARI, Proyecto Sur, los partidos Socialista y Socialista Auténtico, la Unión Cívica Radical y el GEN), como candidato por tercera vez a la jefatura comunal.
Las razones que lo llevaron a retomar tan singular camino fueron resumidas por Cabirón en dos cuestiones: por un lado, que “las cosas no andan bien, falta gestión” y, por otro, que el radicalismo local “no tenía un candidato”.
“En un momento dijeron que no había un candidato y les dije, bueno: entonces voy yo”, confesó a este diario, con su habitual serenidad al hablar y ese tiempo que se toma antes de dar una respuesta.
Reconoció no tener el respaldo oficial de su partido, sino que se suma como un precandidato más de los que puedan surgir, aunque remarcó que tiene una ventaja a la hora de posicionarse ante el electorado. “A los candidatos los tienen que conocer, sino no lo votan. Y a mí algo me conocen...”, apuntó con una sonrisa.
Han pasado tres décadas desde que protagonizó su primera campaña cuando, en una recordada publicidad televisiva, aparecía junto a una canilla pública prometiendo que todas serían eliminadas y reemplazadas por el servicio de agua corriente. Sin embargo asegura estar en buenas condiciones y con ánimo de volver a caminar la ciudad.
“Lo hice una vez, puedo hacerlo de nuevo, no me van a agarrar de sorpresa”, señaló, para luego mencionar que desde que decidió volver a ser candidato “rejuveneció diez años”.
Cabirón fue parte de una etapa clave en la historia del radicalismo local, al ganar las elecciones de 1983 –impulsado por el fenómeno que significó Raúl Alfonsin- y luego consolidar su imagen, ganando con un 45,60% la reelección en 1987. Hoy, el partido radical se ha desdibujado al punto que de tener la mayoría absoluta en el Concejo Deliberante conserva un solo concejal (Aloma Sartor). Que algunos se hayan ido del partido, para Cabirón, debilitó a la UCR, aunque estimó que muchos volverán.
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