Por Macarena Ramírez

Andrés Larroque se sentó a la mesa chica de La Cámpora desde el día de su fundación, el 28 de diciembre de 2006, cuando Néstor Kirchner recibió los atributos presidenciales de Héctor Cámpora por parte de la familia del expresidente. Desde entonces está al frente de la secretaría general, el cargo más importante de la organización. Pero esa es una etapa que el Cuervo, después de 17 años, cerró formalmente para volar hacia nuevos rumbos desde que el domingo anunció su salida del cargo para darle paso a Lucía Cámpora, la sobrina nieta del hombre que le dio nombre a su agrupación.

La migración lo llevará a coordinar La Patria es el Otro, un conglomerado de una treintena de organizaciones que tendrán como objetivo central los próximos meses inflar un colchón político para “romper la proscripción” de Cristina Fernández de Kirchner. El puntapié inicial fue el Plenario de Militancia que se realizó el sábado en Avellaneda con el presidente del PJ bonaerense, Máximo Kirchner, y el gobernador de Buenos Aires, Axel Kicillof, como principales oradores.

Aquel acto fue inicialmente ideado como el relanzamiento de La Patria es el Otro, que se había constituido originalmente en octubre de 2021; pero, en el marco de la mesa kirchnerista que se reúne periódicamente en Ensenada, la convocatoria se terminó ampliando al calor del clamor, al incluir a otros sectores que piden también la candidatura presidencial de la vicepresidenta. Igual la logística pasó centralmente por las manos del excamporista.

Larroque fue uno de los primeros en plantear, en octubre del año pasado, que era necesario generar las condiciones para que Cristina Kirchner fuera candidata. Fue antes incluso de que ella misma prometiera no ser "candidata a nada" en 2023. En aquel entonces no encontró mucho eco en el universo frentetodista. Ni siquiera en la La Cámpora se bajó una línea para trabajar en ese sentido, por lo que Larroque comenzó a motorizar el clamor a través de estas organizaciones del “kirchnerismo silvestre” como él mismo suele llamarlas, que tienen como referente política a CFK, pero que no se encuadran dentro del armado verticalista del camporismo orgánico.

“En parte, el Cuervo se está yendo por lo difícil que es motorizar desde La Cámpora, y porque hay estrategias diferentes, además de que siente que después de tantos años ya cumplió un ciclo”, cuenta una fuente que lo frecuenta y explica que esto no es algo nuevo, sino que se viene gestando hace prácticamente un año, cuando decidió sacar del perfil de su cuenta de Twitter el mote de “secretario General de La Cámpora”.

El exsecretario quiere trabajar en algo más grande y no tan "cerrado" como La Cámpora, por eso es que se dedicará a partir de ahora a fortalecer La Patria es el Otro, que, según explicó un dirigente que compone ese espacio a Letra P, es “una mesa de agrupaciones”, algunas de ellas con mucha trayectoria, que no van a disolverse para amalgamarse en un armado más grande, sino que van a coordinar acciones entre sí, manteniendo sus identidades.

Entre los sellos que conforman La Patria es el Otro están Peronismo Militante, de Héctor “Gallego” Fernández; Descamisados; la Corriente Militante Lealtad, del diputado provincial Adrián Grana; la Corriente Nacional de la Militancia, de la ministra de Gobierno bonaerense, Cristina Álvarez Rodríguez; la Federación de Trabajadores de la Economía Social (Fetraes), la Martín Fierro; la Corriente Peronista 13 de Abril, del ministro de Trabajo bonaerense, Walter Correa; la Confederación Nacional de Cooperativas del Trabajo (CNCT), entre otras.

El objetivo del ex-Cámpora es en los próximos meses lograr llevar adelante una campaña corta, pero intensa, con el exclusivo propósito de “romper la proscripción” de CFK e impulsarla como candidata a presidenta a través de “una fuerza popular organizada y movilizada”. Larroque piensa en algo así como una nueva versión de “La Hora del Pueblo”, el acuerdo entre partidos que a inicios de los 70´permitió ponerle fin a la proscripción de Juan Domingo Perón y terminar con su exilio.

El próximo movimiento de la organización será una masiva movilización el 24 de marzo, al cumplirse un nuevo aniversario del último golpe militar. Si bien en un comienzo se pensó en marchar con consignas que incluían la proscripción de Cristina Kirchner, el plan terminó mutando al quedar en offside ante la pública postura de la presidenta de Abuelas de Plaza de Mayo, Estela De Carlotto que pidió mantener la movilización centrada en las banderas históricas del movimiento de Derechos Humanos: Memoria, Verdad y Justicia.

Aunque aún no está confirmado, comienza a sonar cada vez más fuerte la posibilidad de que tras la tradicional movilización a Plaza de Mayo, las organizaciones kirchneristas se agrupen en una columna para ir desde la Plaza de Mayo hasta el edificio de Tribunales. En efecto, el pasado sábado en el Plenario de la Militancia, varios dirigentes, entre ellos Larroque, se fotografiaron con un cartel con la consigna “el 24, de la Plaza a la Corte”.