La decisión de algunos diputados de apoyar al oficialismo derivó en expulsiones, bloques divididos y recriminaciones. Fueron legisladores radicales, de Rodríguez Saá y del massista Frente Renovador.
El caso más emblemático del poder de persuasión K se vio reflejado en el bloque del Compromiso Federal, que responde a los hermanos Adolfo y Alberto Rodríguez Saá. Conformado hace sólo dos semanas, el frente que nuclea a ocho diputados ya luce quebrado. Es que tres de ellos contribuyeron de algún modo a la causa kirchnerista: los puntanos Nora Videla y Sergio Pansa no sólo se sumaron a los 127 incondicionales del Frente para la Victoria y ayudaron a alcanzar el quórum, sino que además convalidaron los tres proyectos económicos. Por su parte, la piquetera Ramona Pucheta convalidó el Presupuesto. Ellos se diferenciaron de sus cinco compañeros, incluido el presidente del bloque Alberto Asseff, quien pronunció duras críticas a la batería de leyes. “Compromiso Federal se expresó a través de los diputados Alberto Perez, Ivana Bianchi y yo de modo inequívoco”, indicó. No obstante, Edgar Müller (Córdoba) y Walter Aguilar (San Luis) también se alinearon y votaron en contra.
Mientras, Ivana Bianchi fue más lejos aún y, llena de furia, estalló en Twitter: “18 horas bastaron para darme cuenta que nunca fuimos un equipo. Estoy muy triste”, apuntó, en ¿una señal de que este bloque peronista llegó a su fin?
La UCR tuvo su dolor de cabeza merced al correntino Rodolfo Fernández. Tolerantes, sus compañeros radicales habían aguantado incluso que apoyara al candidato kirchnerista Carlos “Camau” Espínola en la pulseada por la gobernación frente a su correligionario Ricardo Colombi. Pero ayer explotaron de furia luego de que acompañara al oficialismo en el quórum y le pidieron su salida del bloque. Sin margen, presentó su renuncia y empezó a mostrar signos de fidelidad con los K: votó a favor de los tres proyectos. Fernández es uno de los nombres que apuesta a sumar la bancada de Juliana di Tullio para contrarrestrar la fuga de aliados al massismo.
Precisamente, el Frente Renovador sintió el primer cimbronazo desde su conformación. Y no por alguna maniobra de los doce diputados que integran el bloque. El responsable fue el fueguino Rubén Sciutto, quien dejó el FPV y días atrás anunció su desembarco en diciembre en el frente que responde a Sergio Massa. Si bien votó en contra de todas las iniciativas, legisladores massistas no le perdonaron que aportara al quórum. “El señor Sciutto no forma parte de nuestro bloque”, lo ninguneó Eduardo Amadeo. El fueguino argumentó que actuó por “convicción” y remarcó que mantiene “una excelente relación” con sus colegas del FPV. Por lo pronto, el rechazo massista lo obligó a cambiar de planes: anunció que formará un bloque unipersonal que se llamará “Peronismo Más Al Sur”. Otros dos legisladores expusieron su arribo al massismo en esta votación: Mauricio Ibarra (Unión por San Juan), un peronista que coqueteó con el macrismo y ahora buscaba acercarse al intendente de Tigre pero que ayer votó a favor de todos los proyectos K. Y Blanca Blanco, la esposa del gobernador de Santa Cruz Daniel Peralta, quien acompañó el Presupuesto. ¿Seguirán con ganas de recibirla en el Frente Renovador?
El kirchnerismo, además, contó con la ayuda de Jorge Garramuño, del Movimiento Popular Fueguino: volvió a avalar una iniciativa K (Presupuesto), tras la polémica que provocó a principios de año, cuando apoyó el acuerdo con Irán y luego dijo que fue a cambio de fondos para su provincia.
También colaboró Alfredo Olmedo (Salta somos Todos), quien tras dar quórum rechazó el Presupuesto y la Emergencia Económica pero avaló la prórroga de impuestos.
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