Los boina blanca volvieron a tomar posiciones diferentes a la hora de acompañar la ley Bases en el plenario de comisiones, mientras el presidente del partido, Lousteau, pidió una sesión para avanzar con el presupuesto educativo después del fracaso en Diputados.
Por CARLA PELLIZA
“Somos resilientes”. La frase corresponde a un diputado radical y grafica a la perfección la relación dentro de un bloque con posiciones tan antagónicas. Esa es la explicación más sencilla para detallar el por qué, pese a mostrar divisiones marcadas, todavía permanecen unificados. “Pluralidad total para todo”, contó otra fuente boina blanca que emparentó la vida parlamentaria centenaria con la universitaria.
La ley Bases mostró a sectores de la UCR parados en baldosas diferentes. De 16 firmas radicales dentro de las tres comisiones que trataron el proyecto en forma exprés, dos decidieron no acompañar el dictamen de mayoría ni ningún otro. Se trata de Pablo Juliano y Fernando Carbajal, del sector de Facundo Manes, un combativo frente a este gobierno. Ambos aportaron al no quórum de la fallida sesión para buscar financiamiento educativo.
Carla Carrizo, Natalia Sarapura, Pedro Galimberti, Jorge Rizzotti, Mariela Coletta, que estuvieron en el intento de emplazar comisiones para mantener abiertas las Universidades y avanzar con una fórmula de movilidad jubilatoria, parte del plenario de comisiones, acompañaron el proyecto oficialista con disidencias.
La tensión en el bloque es visible, pero por el momento prefieren sobreponerse a los momentos difíciles y las posiciones divergentes. El miércoles, a Manes le dio “pena” y “lástima” que algunos no hayan bajado al recinto – no enfocó en el espacio centenario, sino que fue una observación general que impactó en sus colegas -. Un día después, Carbajal se distanció de los suyos por “cuestiones políticas y administrativas”, porque no hubo debate y porque la UCR “jamás votó delegaciones extraordinarias”.
Una interna radical que supera la ley Bases
Las distintas ramas de la UCR no se hablan. El contacto es muy limitado. No hay una estrategia conjunta y las ausencias se sienten en las reuniones de bloque. Dentro de ellas, como sucedió con las universidades, el clima se caldea. Sin embargo, uno de los temas que podría generar cierta unificación es el del impuesto a las Ganancias. No termina de convencer el piso planteado por el mínimo no imponible y no alcanzó con una actualización un poco más periódica.
Los diputados sin gobernadores motorizan el rechazo al tributo. Si el impuesto se quitó con los votos del PJ y de Javier Milei, que lo resuelvan esos sectores, se ensayó. Pero, además, votar la reintroducción de varios miles de trabajadores al pago de la tasa no surgió como un plato tentador. Allí podría haber, en el debate en particular, algún que otro voto más en contra de la iniciativa si, como hasta ahora, no se registran modificaciones sustantivas.
Sin embargo, los legisladores con gobernadores no se plegarían a esta iniciativa por razones obvias, el financiamiento a sus provincias en un contexto de caída del 30% de la coparticipación, el fin de la obra pública, los tarifazos energéticos, el cese del FONID y la falta de ingresos a las cajas jubilatorias. Por ejemplo, más allá de estar dentro del grupo combativo, los jujeños están en duda en su rechazo por tener un mandatario activo en su distrito, también el de Entre Ríos, con una vice radical en su territorio.
En febrero, durante el debate en general, Carbajal acompañó la ley Bases pero luego sacó a relucir su voto negativo en casi todos los artículos que llegaron a tramitarse en particular. Juliano, en tanto, rechazó cada uno de los puntos. Se espera, al repetir la acción en comisiones, que tengan un comportamiento similar en el recinto.
Sus compañeros de bloque también tendrán objeciones en particular. Después de defender una reforma laboral que se quedó a mitad de camino, los boina blanca condescendientes con el Gobierno pidieron, en sus observaciones, avanzar con la quita de la cuota sindical; también se solicitó la baja del monto mínimo para invertir y no dejar a las Pymes fuera del Régimen de Incentivo a las Grandes Inversiones; un mismo trato impositivo para las compañías tabacaleras, entre otros puntos que se colarán en el debate.
Esta es la preocupación central de la UCR, por estas horas, en Diputados. Por eso, y con la intención de no meter ruido en el tratamiento de la ley Bases, no se avanzó con el financiamiento educativo el miércoles. La posta la tomó el bloque en el Senado que, con el combativo Martín Lousteau a la cabeza, solicitó una sesión para el martes a las 14.
El senador incluyó tres proyectos para declarar la emergencia del sistema universitario nacional en el ejercicio presupuestario 2024 y establecer los mecanismos de financiamiento, de autoría del propio Lousteau; otro de la MPN Silvia Sapag que también declara la emergencia presupuestaria y eleva la inversión pública; y, finalmente, otro de la misma legisladora para establecer el incremento progresivo y sostenido del presupuesto nacional destinado a la educación universitaria.
La iniciativa del porteño tiene moción de preferencia y ninguno tiene dictamen de comisión porque no están funcionando. Por eso, explicó una senadora, tiene sentido pedir que el pleno se conforme en comisión para discutirlo. Lo más lógico, sostuvo la fuente, es que se decida su tratamiento en este órgano parlamentario, con fechas y temario claros.
“Queremos que salga la ley ya trabajamos con otros bloques”, explicaron en la UCR. Cerca de uno de los senadores boina blanca se argumentó que “la UCR históricamente defendió y defenderá la Educación Pública y Gratuita”, cosa que no sucedió en Diputados esta semana. La jugada de Lousteau apareció como un mensaje más dentro de la interna centenaria. En Senado, no necesariamente todo el bloque acompañará.
Lousteau ya cruzó palabras con un importante dirigente de Unión por la Patria para trabajar el quórum. Si los 33 de UP bajan al recinto, más los 8 que acompañaron el pedido del senador radical, la habilitación de la sesión estaría garantizada.
En Diputados, los radicales Danya Tavela, Rodrigo de Loredo, Pablo Juliano (el del medio no estuvo en la sesión del miércoles) pidieron, junto a legisladores de Hacemos Coalición Federal como Maximiliano Ferraro y Miguel Ángel Pichetto, que la comisión de Educación se convoque por el presupuesto universitario. Sy presidente, Alejandro Finocchiaro, llamó para el 2 de mayo a las 15.
La posición de UP
Para Unión por la Patria, hay tres temas clave a incorporar al temario. Por un lado, la equiparación salarial de las tres cabezas del Estado para terminar con el debate en torno a las dietas. Los senadores incrementaron su salario para poder rendir las cuentas claras del funcionamiento provincial y nacional, dado que residen en dos provincias al mismo tiempo. Pero, además, para jerarquizar el trabajo y sus responsabilidades. Por supuesto, el Poder Judicial y organismos descentralizados, que perciben ingresos altamente superiores, no quieren hacerlo.
En el listado de UP también están la retracción de los tarifazos a la energía mayorista para, al menos, atarlos a la inflación. Las provincias recibieron un 500% de aumento, perjudicando sus cuentas y la de su mercado interno. También quieren incluir el FONID, para garantizar el giro de dinero a las provincias en materia de educación, además de las Universidades. Esto se está conversando con la UCR.
Los puntos no se conversaron, aún, en reunión de interbloque y varios senadores esperan esa instancia para tomar una decisión. Para el 2 de mayo, UP pidió otra sesión que, entre los proyectos a tratar, incluye la emergencia presupuestaria universitaria; el incremento progresivo del presupuesto para este sector; el problema energético con CAMMESA; un tope máximo a los haberes de las autoridades superiores de los tres Poderes, órganos extrapoderes, descentralizados y empresas y sociedades del Estado.
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