El futbolista fallecido en un accidente de tránsito estuvo presente en la victoria ante Chicago; la emoción de sus familiares y de sus compañeros, que lucieron un número 15 en el pecho de sus camisetas
Fue un partido muy especial el que vivió Lanús en el estadio de Huracán, en donde goleó 3 a 0 a Nueva Chicago y avanzó a los octavos de final de la Copa Argentina .
Ocurre que el de esta tarde fue el primero del equipo granate después del fallecimiento de Diego Barisone, integrante del plantel, en un accidente automovilístico.
En las gradas del estadio Tomás A. Ducó pudo verse a los padres y a la hermana de Barisone. Y si bien se mostraron enteros pese al dolor, en más de una ocasión su madre se quebró y lloró. Los tres estuvieron acompañados todo el tiempo por Lautaro Acosta, quien más tarde declaró: "Pasamos una semana horrible, de las peores de mi carrera por el fallecimiento de un compañero. Por él, por todos, el equipo salió adelante y con valentía".
Antes del partido, el plantel de Lanús posó con una bandera que decía: "Bari te fuiste, pero nunca te olvidaremos". Y en su homenaje, en el pecho de cada una de las camisetas, los jugadores lucieron el número 15 que usaba el desafortunado defensor.
Cuando terminó el encuentro, los jugadores de Lanús se acercaron a alambrado, a donde también se acercaron ellos tres y entrecruzaron las manos y los saludos tejido de por medio. Luego, porque estaba dando nota para la televisión, se acercó Gustavo Gómez, compañero de zaga y de concentración de Barisone (en el festejo de su primer gol se acercó hasta un utilero que le alcanzó la camiseta número 15 de Barisone, la besó y la levantó con sus dos brazos. Además, todos los futbolistas jugaron con el número 15 en el pecho), y también saludó y se quedó hablando con la familia.
Maximiliano Velázquez, que en la semana había escrito una carta de despedida, volvió a acercarse al alambrado para sacarse la camiseta y entregársela a la mamá. En ese momento ya acompañaba a la familia el presidente del club, Alejandro Marón, y seguía con ellos Acosta. Por último, Guillermo Barros Schelotto también se acercó a saludar a la familia.
Según testigos, tras la victoria fueron muchos los jugadores de Lanús que se fueron llorando por el túnel rumbo al vestuario.
Fue un partido muy especial el que vivió Lanús em el estadio de Huracán. Porque pese a su pronta partida, Diego Barisone estuvo presente en todo momento. Y la emoción fue incontenible.
Comentá la nota