Funcionarios y dirigentes advierten que aún se pueden registrar más incidentes en los estadios de la provincia, lo que ya genera lamentos al por mayor
Las alertas se presentan en todos lados. Los hechos de violencia que se produjeron en los últimos días alteraron todos los ámbitos. Y ese nerviosismo se produce porque muchos sospechan que el panorama se puede complicar aún más con el correr de los días. Tan grave es el panorama que en esta provincia pasará bastante tiempo -si es que no hay un fuerte cambio de política- para que los duelos se jueguen con ambas parcialidades.
“Estamos preocupados porque nos encontramos con una escalada de violencia. Y lo que es peor aún, todavía no entramos en etapa de definiciones en las que normalmente se incrementan los episodios nefastos”, asegura el comisario Jorge Díaz, titular de Seguridad Deportiva de la Policía.
César Nieva, subsecretario de Seguridad Ciudadana y presidente del Consejo de Seguridad Deportiva de la provincia, fue contundente. “Por supuesto que estamos en alerta porque sabemos que estamos en un fútbol convulsionado y ante una sociedad convulsionada con tanta violencia. Además hay un detalle que no puede dejar de ser tenido en cuenta. Ya no sólo son los barras, sino también los jugadores y dirigentes”, señala el funcionario.
En nuestra provincia, desde el 23 de septiembre, se produjo algún tipo de incidente en los partidos de todas las categorías, salvo en la B Nacional donde Atlético marcha puntero y reina la paz. En los duelos del Ascenso y la Primera de la Liga, el Federal B y A, pasó de todo. Y como si ello no fuera poco, Tucumán hizo historia a nivel nacional. Por primera vez un futbolista es procesado y detenido por un hecho de violencia.
El volante Sergio Lobo, al igual que otros 13 barras de Deportivo Aguilares -de los cuales siete fueron detenidos y otra idéntica cantidad aún se encuentra prófuga- están acusados de lesiones graves, amenazas y resistencia a la autoridad por haber participado en la agresión que sufrió el arquero Orlando Gómez y el árbitro Diego Rodríguez Fernández y sus asistentes, en el duelo que fue suspendido entre el “celeste” y Almirante Brown de Lules.
En este caso, el fiscal Fabián Rojas se calzó los cortos para hacer una jugadamarodianana. Sabiendo que se trataba de delitos excarcelables, le pidió al juez Raúl Formoselle que ordenara su detención, para que las víctimas (el arquero, los árbitros y policías) no reciban ningún tipo de amenazas y presiones para que puedan declarar sin problemas y, si hiciera falta, identificarlos a través de una rueda de reconocimiento de personas.
“No es sencillo investigar un caso en el que están involucradas tantas personas. Y por ello tenemos que tener el máximo de los cuidados para probar los delitos que cometieron los violentos”, explica el fiscal.
Rojas advierte que irá a fondo en su investigación. Tal como lo estipula la Ley de Espectáculos Deportivos, Rojas intentará probar o descartar la responsabilidad de los directivos en el hecho. “La norma es clara y establece que los dirigentes pueden ser responsables si no tomaron todos los recaudos necesarios para evitar que los barras ingresaran al campo. Por eso se ordenó realizar una inspección ocular al estadio para analizar en qué condiciones se encuentra”, comenta.
El fiscal también advirtió que es su intención solicitar a la Justicia medidas restrictivas para los violentos. “Seguramente, pediré una medida cautelar para que los que se encuentran detenidos no ingresen a los estadios hasta que sean juzgados. Entre ellos, también aparece el jugador (Lobo). Pero sus defensores pueden apelar esta solicitud”, advierte.
Felicitaciones
“Me parece perfecto que la Justicia haya decidido actuar de esa manera, puesto que tenemos que reforzar los castigos para que las sanciones sean ejemplares”, festeja Darío Zamoratte, presidente de la Liga Tucumana de Fútbol.
El directivo coincide con la lectura que hicieron Díaz y Nieva. “Lo venimos advirtiendo desde hace mucho tiempo y nadie nos escucha. Cada partido que organizamos es una Caja de Pandora. Aplicamos las sanciones que nos corresponde y, evidentemente, no alcanza. Recibimos muchas promesas pero hasta el momento, nada. Esperamos que el nuevo Gobierno sí le preste atención a lo que ocurre”, dice Zamoratte.
“Los castigos que se vienen aplicando no son suficientes y eso también genera preocupación. Nos gustaría que los clubes gasten más en mantener a sus planteles y en atender a los chicos de las divisiones inferiores que en operativos de seguridad”, destaca el comisario Díaz.
En la provincia, por los repetidos hechos de violencia, es imposible pensar que los estadios vuelvan a abrir las puertas para los hinchas visitantes. “Acá por el momento es imposible instalar el debate del tema”, concluye Nieva.
PUNTOS DE VISTA I
Un cambio total
César Nieva - Secretario de Seguridad Ciudadana
En este problema hay una realidad: hay un cortocircuito entre los simpatizantes y los dirigentes. Por eso es prácticamente imposible frenar a los violentos que, lamentablemente, no se dan cuenta de que están matando al deporte. Por culpa de su accionar, la familia dejó de ir a los estadios y cada vez son más los fanáticos que no concurren a ver un partido por temor a ser víctimas.
Ya es hora de sentarse y debatir sobre cómo cambiar esta situación. Lo ideal sería que dirigentes de los clubes y de la Liga, la Policía y funcionarios de Gobierno, dirigidos por alguien que sepa de la materia, comiencen a realizar un trabajo en serio para ser aplicado de manera urgente.
Hay que dejar de implementar medidas con las que no se consigue nada. Debemos insistir con un plan de contención a corto, mediano y largo plazo.
PUNTOS DE VISTA II
Hay que crear fiscalías especiales
Edgardo Sánchez - Fiscal de instrucción
Urge realizar un trabajo entre dirigentes de la Liga Tucumana de Fútbol, la Policía y las autoridades del gobierno para establecer qué política se puede tomar para frenar la violencia en el deporte.
Aunque no será una tarea sencilla, es muy importante identificar a los violentos para excluirlos de los estadios y no esperar que la Justicia solicite una medida restrictiva contra ellos, después de que ya se generaron los incidentes.
También ayudaría mucho a que se cree en la Justicia fiscalías especiales que sirvan para atender los casos de violencia en el deporte. Con personal preparado, las investigaciones serán mucho más veloces y las condenas también. En caso de que un imputado sea declarado culpable, es muy importante que el tribunal, en su fallo, también le niegue el ingreso a los estadios
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