La querella pidió 50 años de prisión para el imputado. Está acusado de seis casos de abuso sexual contra menores de entre siete y once años, ocurridos entre 2008 y 2009. Hoy, los jueces de la Sala I de la Cámara Penal darán a conocer la sentencia.
Ayer, el abogado querellante Álvaro Zelarayán pidió 50 años de reclusión para Fernández; mientras que la fiscal de Cámara, Juana Prieto de Sólimo, pidió 35 años de prisión.
En caso de que el tribunal comparta la pena solicitada por la querella, Fernández recibiría la condena más prolongada para un imputado en Tucumán.
Zelarayán fundamentó su pedido remarcando que la gravedad de los delitos de los que Fernández está acusado, no registran precedentes "en la historia de la provincia".
En tanto, la fiscal de Cámara Prieto de Sólimo afirmó que: "Está comprobada la autoría de Fernández y las pruebas en su contra son contundentes".
Por su parte, el abogado defensor, Mario Mirra, solicitó la absolución total de su cliente. "Se creó la historia de un violador serial, pero ninguna de las víctimas reconoció a Fernández", expresó el letrado.
Hoy, desde las 9.00, se llevará a cabo la última audiencia del juicio contra Fernández, señalado como autor de una serie de abusos sexuales contra menores registrados entre los años 2008 y 2009.
Después de que el imputado exprese sus últimas palabras (en caso de que así lo disponga), el tribunal pasará a deliberar y luego dará a conocer la sentencia contra el acusado.
Fernández fue detenido el 24 de septiembre de 2010, en una obra en construcción donde trabajaba, en Yerba Buena. Ese año fue enjuiciado y quedó en libertad, pero su ADN permaneció registrado en la Justicia.
Con su ADN se hicieron estudios genéticos comparativos en Buenos Aires, que determinaron que se trataba de un violador serial.
Según la investigación, Fernández se movilizaba en bicicleta o en moto. Interceptaba a sus víctimas y mediante engaños o por la fuerza las llevaba a algún sitio alejado, donde abusaba sexualmente de ellas. Luego las abandonaba. En algunos casos las dejaba en el lugar, atadas de pies y manos, y en otros las llevaba hasta otro sector, donde las dejaba.
Los exámenes genéticos dieron un 99,9 por ciento de compatibilidad entre las muestras del acusado y las víctimas. En cinco de los seis casos, hubo acceso carnal.
Los casos y un antecedente
En 2007, dos chicas denunciaron que fueron a uno de los boliches de la zona del ex Mercado de Abasto. Según relataron, allí conocieron a dos sujetos que les invitaron unos tragos. Desde ese momento, no recuerdan nada, hasta que horas después despertaron en una vivienda de El Manantial, junto a los jóvenes y un hombre. Una de estas personas era el albañil.
En 2010 fue absuelto por falta de mérito. Pero la fiscal Adriana del Carmen Giannoni (VI) usó sus muestras de ADN para cotejarlas con las del violador serial. Fue detenido dos meses después de haber recuperado la libertad.
Los hechos por los que Fernández fue detenido y llevado a juicio oral y público se registraron en el Canal Sur, en La Banda del Río Salí, el camino de Sirga, Yerba Buena, en unos matorrales y en un cañaveral de la zona Sur. Dos de las víctimas tenían ocho, otras once y las restantes, siete y diez años.
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