Vilmalandia...

Vilmalandia...

Por Julián Fragueiro

En el país de Vilma, todo está mal, y el año que viene llegarán los radicales para acomodar la nación, la provincia y el municipio.

En el país de Vilma, el radicalismo es la reserva moral de la patria, la honestidad y el coraje. Y las buenas ideas provienen de mentes ilustres cómo las de Sanz, Morales y Ricardito.

En el país de Vilma, la interna es más importante que todo, y por más que voten 850 personas en su ciudad, no hay crisis partidaria, no hay autocrítica, no hay nada.

En la provincia de Vilma, se agreden verbalmente con vehemencia los candidatos de uno y otro sector, un concejal en facebook tilda de estúpidos e imbéciles a sus rivales, y cada día hay menos apoyo popular. Celebran ganar un distrito o una provincia desde la cubierta del Titanic...

En la ciudad de Vilma, el Concejo Deliberante que ella preside, por lo menos por ahora, funciona a las mil maravillas. Cuando ella llega y se sienta, estamos en Suecia, o en Suiza.

En la ciudad de Vilma, hay malvados, que injustamente, la involucran en un video editado, tendencioso, y rastrero.

En la ciudad de Vilma, ella no cometió ningún error, todo es un pacto destituyente porque ella es la candidata del pueblo, y por tal motivo, Constantino renunció, y luego fue echado, por su grandeza en la política, por su moral y honestidad. No porque se haya sentado a hablar de expedientes, campañas, lo que sale la política, y de "cuanto le vamos a cobrar a camioneros".

En la ciudad de Vilma, Pulti no tiene escrúpulos, camioneros no tiene límites, los que la critican no tienen agallas, y los radicales no tienen culpa. De absolutamente nada.

En la ciudad de Vilma, ella construirá su monumento con la lástima de los votantes, se sentará en su banca con el dolor de los ataques, explotará su perfil de mujer coraje, mujer honesta, con voz quebrada y llanto fácil. "La única verdad la tiene la justicia". Por más que miremos mil veces el video, somos tan estúpidos que necesitamos que Vilma, Nuñez, Maiorano, y la justicia vengan a decirnos que está bien y que está mal.

En la ciudad de Vilma, hay votantes que dicen: "Bue, son todos iguales, el que este libre de pecado, que tire la primera piedra, acá la diferencia es que no hay videos, así que igual, la voto a Vilma". Tendrán que hacerse cargo de correr el mojón de la tolerancia a lo incorrecto. ¿Tendrán derecho de quejarse luego?

En la ciudad de Vilma, nada ha ocurrido. Ningún periodista públicamente ha repreguntado, nadie la ha mirado a la cara y le ha dicho: "Vilma, estas respondiendo mis preguntas, o me estás paseando, guardando los expedientes importantes, hasta que me canse y me vaya?". Como periodistas, nadie la ha repudiado a la cara, por decirnos las maniobras empleadas para ningunear a los trabajadores de la prensa.

En la ciudad de Vilma, se espera la salvación sagrada de la lluvia. Cuando un partido político recurre a las inclemencias del tiempo para atacar a un gobierno, ya poco y nada le queda. Querrán recuperar con precipitaciones los votos que todos los días se van por la ineficacia y el video. Para Vilma, bajar de 35 a 16 puntos de apoyo no es poca cosa...

En la ciudad de Vilma, Constantino es un héroe, el Gallego Pérez un trabajador abnegado que se lleva $44000 pesos por mes, Daniel Núñez es el nuevo joven estrella de la política, Maiorano es el que marca la agenda del concejo, y Mario Rodríguez es un estadista, un literato consagrado que, magnánimo, derrama su inteligencia en las arenas políticas.

En la ciudad de Vilma, ella no se equivocó, Fernando Rizzi no es un rompe pelotas, como dice en voz baja en el video, y Cristina Coria no es una mina que no entiende nada, ni te corre con el tema del patrimonio, ni hay que explicarle como se llevan los expedientes. Verlas juntas, en la última conferencia de prensa radical, sirve para inferir que ya limaron asperezas, y se abrazaron en secreto. Todo sea por el partido. Cuestión de principios, y de escrúpulos...

Para Vilma, los  vecinos marplatenses pueden tener las mismas miserias que ella, y pueden llegar a votar a alguién, que a la hora de de analizar expedientes, buscar apoyos, plata y votos, visite cada despacho en la ciudad. ¿Puede tener General Pueyrredon una intendente así?

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