Por: Gerardo Gómez Muñoz.Su propia conducción partidaria provincial la discriminó y la quiso amilanar ante el armado internista que la privó de la representación frentista para disputar las PASO. Sola con menguados medios y un equipo de más aquilatada amistad que títulos académicos, acometió esa insoslayable etapa intermedia.
Los augures y pretendidos escudriñadores del devenir político no disimulaban el optimismo de la incansable Vilma Baragiola que con igual o superior tesón expuesto en la lucha por la ley que encuadró a la obesidad mórbida como tema merecedor de la protección estatal, salió a convencer a la gente. Esta que, en realidad, son seres de carne y hueso, vecinos marplatenses y que vieron una vez su enjundia para pelear ese como otros temas más cercanos a la generalidad ciudadana, la aceptaron una vez más y la hicieron "su candidata", por encima del partido y del frente y de los analistas que recorrían su historia para ningunearla ("Es siempre así -decían- en las legislativas crece, pero en las generales cae"). De paso ya la esmerilaban para las del 2015. Pero no. Hoy hay muchos vencedores, simplemente, porque una catarata punitiva arrasó con los incapaces de ceder nada, en su soberbia.
Vilma no fue una perdonada por esa ola de castigo. Lo logrado es el premio a una luchadora de raza que se pone al hombro la decisión de ganar al viento y a la marea, al partido, a los entendidos y a los sobradores. Agrega otro mérito para bien de la política: es gente de la política. Demuestra que la "búsqueda del bien común", constitutivo esencial de la política, premia al auténtico buscador. Ahora salen hasta los que, con abundantes cajas, apenas si llegan al 10 por ciento de los votos a proclamar sus infatuadas para el 2015. Y aún peor porque usan un sofisma para sostener malamente sus ambiciones desmedidas.
Los dos concejales, en este caso, sólo hablan de una casualidad en la que el sistema de cocientes los beneficia en la distribución frente a otras formaciones con muchos más votos. La verdad es que Cheppi con su gente sufrió ahora una disminución de varios puntos en su módico electorado que lo obligarían a sincerarse un poco. Si estuvieran en Mar del Plata o viviese comprometidos vitalmente con ella, deberían enterarse de que hay una tal Vilma Baragiola que, ante tal faro, ella viene remando contra viento y marea, con vituallas mínimas, duplicando y triplicando a los audaces de ocasión. Y que no olviden otro dato: hace dos elecciones que viene perdiendo, como Gustavo Pulti, otro político de raza que supo de derrotas consecutivas y de campañas famélicas hasta llegar a la victoria.
La invasión "massista"
La irrupción de Javier Faroni en el armado massista marplatense parece haber logrado sus frutos a la luz del crecimiento que, paradógicamente, favoreció a los candidatos del cuestionado y convaleciente Juan Garivoto, pues llegarán al Concejo Deliberante Cristian Azcona y Lucas Fiorini y al senado provincial Gabriel Pampín.
Pero no sólo el mero y evidente ánimo de castigar al oficialismo, operaron a favor de esas definiciones. Hubo trabajo que se hizo notar porque posibilitó que que sectores independientes canalizaran su intención política.
No poco se hizo también para lograr que el voto derivado del corte fenomenal que se presumía favoreciera a la lista que encabezaba provincialmente Sergio Massa, también se lograron positivos contactos con agrupaciones que destilaban descontentos por lo que consideraban destratos de parte de los referentes locales.
Mucho aportaron también los ninguneados militantes provenientes de sectores que no fueron convalidados para las PASO, liderados entre otros por Jorge Godoy y Sergio Correa que, a través de diversos acuerdos, principalmente con Carlos Arroyo, llegaron a distribuir en barrios y zona céntrica 500 mil boletas, con ese corte y los otros tramos de la boleta para Massa y Patricio Hogan.
La operación en este caso se extendió a diversas localidades de la quinta sección donde se necesitaba recuperar terreno. Ayer estos grupos festejaban por partida triple porque el de Tigre se tomó revancha de Martín Insaurralde, Hogan de Juan Curuchet en el listado para senadores, y Arroyo concretó inédita performance.
Faroni que, como esta página adelantó, viene con mandato de sentar plaza en la ciudad con vistas al 2015 ya tiene gente con la mochila al hombro y experiencia en el indispensable "trabajo de campo" que respalde desde abajo las altas planificaciones.
Pulti y las obras
"Hemos tenido derrotas peores" se le oyó decir con sinceridad a Gustavo Pulti. En mayor intimidad, sin embargo, llegada la medianoche, no encontraba explicación y farfulló "¿Cómo es posible, con tantas obras y logros concretados, sólo el 18 por ciento?". La conclusión, por ahora es que "vamos a analizar todo cuidadosamente a ver dónde estuvo la falla".
Un tipo racionalista al mango como el jefe comunal no descansará hasta encontrar falencias en la publicidad donde, quizás, faltó mostrar más diferencias entre el hoy de la ciudad actual y el ayer reciente.
Habida cuenta que una funcionaria y concejal de estas últimas décadas radicales como lo demuestra el diario de hoy es premiada con absoluto olvido de ese pasado donde Mar del Plata no consiguió realizaciones de la agenda vieja que si resolvió Pulti. Tal vez un mensaje de campaña demasiado subliminal, para los vecinos, que trató de excusar, aparentemente, sus acuerdos políticos de integración a cambio de financiamiento. Tal vez no sopesar medidamente hasta donde quería llegar el látigo que comenzó a pegar fuerte desde arriba hacia bajo de todas las escalas del poder.
No se cree que Pulti se apresure en mover la estantería interna. El cambio de clima de convivencia parece más bien que es el reclamo de los sectores que no están comprometidos con intereses políticos, ideológicos económicos concretos.
Por ahí estudiando los fenómenos de gobiernos kirchneristas como los de Chaco, Misiones, Santiago del Estero etc. se encontrará el secreto de cómo eludir la desmedida irrupción de intereses nada inocentes en el camino de la gestión o el caso de Alberto Piccheto en Río Negro. Todo está por verse, menos la declinación en la actividad del intendente.
Ayer, de mañana, como si nada hubiera ocurrido recorría la marcha de obras en diversos barrios. A lo mejor y dada la expresa manifestación del agrandado Arroyo de que "somos los herederos de Acción Marplatense" y la de Baragiola acerca de su intención de revisar su alistamiento partidario pensando más en los vecinos, lo lleve a considerar algún distanciamiento de su actual compromiso con los poderes nacional y provincial. Pero ¿será posible y beneficioso para quienes vivimos en esta ciudad que se gobierne con presupuestos que exigen recurrir a las arcas mejor dotadas?
Salpimentando
1.-Unánime reconocimiento a la organización, rapidez en el trámite de votación, claridad en las explicaciones y corrección a toda prueba a lo largo de la jornada y en todos los centros designados para los comicios.
2.-Bicicleta desbocada.Ya es centro de los más variados comentarios el embale de Juan Curuchet. Muy creído que había ganado en agosto la 5a., empezó a reclutar gente para el gran premio del 2015. Con el "massazo" recibido no aprendió que la política es distinta y se corre en equipo. Los Scotti que ganan a carradas y no en bicicleta para asesorarlo desde Mogotes ya están elaborando el mensaje de salvación, "Juan Curuchet, fue el político más votado de Mar del Plata, con el 32 por ciento".
.
3.-¿Esto es autocrítica? Carlitos Cheppi, tan modesto siempre, llevando como bandera el 10 por ciento de los votos logrados, a 100 mil votos de Vilma más o menos, salió a proclamar su candidatura para el 2015. Vacante fue más lúcido, también parado sobre el cerro del 10 por ciento exigió autocrítica "al gobierno nacional por estos resultados", seguramente a Cristina, pero se esperanzó cuando generosamente concedió "que seguramente la harán porque el kirchnerismo tiene gente inteligente".
.
4.- Imposible de imitar. El milagro de Carlos Arroyo no se expresa solamente en la votación que logró. Más espectacular es haberlo hecho sin la más mínima publicidad. No sólo no ensució paredes con pintadas ni con carteles ni el más mínimo volante mariposa ni radial ni televisiva ni gráfica ni locales partidarios ni fiscales.¿No habrá sido el carisma de José Cano? Y el milagro de este volviendo al HCD a través de su enésima casaca política, eh?
5.-Juancito exageró. Tantos afanes por la política le dieron satisfacciones a granel y la consiguiente buena vida.Pero ahora se pasó y ella casi se la lleva. Felizmente ya está recuperándose bien, demostrando que tiene corazón y bueno para resistir.
Comentá la nota