El despacho de la vicepresidenta fue ayer epicentro de intensas conversaciones entre varios funcionarios del Ejecutivos y senadores de los bloques aliados del PRO, la UCR y las fuerzas provinciales y federales. Hoy se retoma la comisión de Presupuesto que discute el paquete fiscal y mañana el plenario que trata la ley ómnibus.
Mauricio Caminos
El despacho de Victoria Villarruel en el primer piso del Senado se convirtió ayer en el epicentro de las negociaciones del Gobierno con la oposición más cercana para salvar la ley Bases y el paquete fiscal. Fueron horas de intensas conversaciones dentro de la oficina de la vicepresidenta, a pocas horas de que la Cámara alta retome el tratamiento de ambas iniciativas legislativas y luego de que la Casa Rosada eche por tierra la firma del afamado Pacto de Mayo el sábado 25 en Córdoba.
Por el territorio que comanda Villarruel pasaron los presidentes de los bloques cercanos a La Libertad Avanza en el Senado, como el PRO, la UCR y las espadas de las distintas bancadas federales y provinciales. A esos encuentros se sumaron funcionarios clave del Gobierno para terminar de ajustar los cambios que se introducirán en los proyectos de ley: estuvo el vicejefe de Gabinete, José Rolandi, y su segunda, María Ibarzábal Murphy, pero también el secretario de Trabajo, Julio Cordero, y hasta los presidentes de las empresas estatales Aerolíneas Argentinas, Fabián Lombardo, y el del Correo Argentino, Camilo Baldini, supo elDiarioAR de fuentes allegadas a la vice.
El tenor de los funcionarios del Ejecutivo revela los puntos que Balcarce 50 está dispuesto a conceder para que los bloques opositores acompañen en los dictámenes de comisión y, posteriormente, en la votación en el recinto. Los opositores reclaman cambios en el alcance de los superpoderes del Presidente, la fórmula de privatización de entidades estratégicas para el país, la reforma laboral, el blanqueo de capitales, el RIGI y la restitución del impuesto a las Ganancias.
Sin la presión del propio Javier Milei de que la ley Bases se apruebe antes de la próxima fecha patria, en el Senado ahora –dicen operadores oficialistas– no hay apuro político. Hoy está convocada para la tarde la comisión de Presupuesto, donde se discute el paquete fiscal, y mañana miércoles tiene agenda el plenario de Presupuesto, Legislación General y Asuntos Constitucionales, que discute la ley Bases. Una posibilidad es que el jueves haya dictamen en ambos espacios y que se convoque al recinto para votar la semana próxima.
“No tenemos ningún apuro en sacar ahora las leyes. Lo que se intentó hoy es ordenar la discusión porque era un quilombo. Por eso vinieron los funcionarios y los jefes de los bloques”, explicó a este medio una fuente legislativa al tanto de las conversaciones en el despacho de Villarruel. La puesta en escena que comandó la vice emuló la estrategia que había llevado adelante el oficialismo en Diputados en su segundo intentó con la ley Bases: entonces Rolandi e Ibarzábal se instalaron en la oficina de Martín Menem para discutir mano a mano los cambios con la oposición. La jugada fue exitosa a juzgar por la holgada aprobación que tuvieron las leyes en la Cámara baja.
Eso no se había hecho en el Senado y es lo que demoró durante las últimas dos semanas su tratamiento en comisiones. El oficialismo quiso apurar el dictamen hace 15 días y fracasó por los reclamos a viva voz de supuestos aliados como Guadalupe Tagliaferri (CABA), del PRO, y Martín Lousteau (CABA), de la UCR. La semana pasada tampoco avanzó por la extensión de las intervenciones de expositores invitados. Recién ayer abrió el juego de la rosca política de manera más prolija.
Por el despacho de Villarruel pasarón Luis Juez (Córdoba), jefe de la bancada amarilla, y los radicales Eduardo Vischi (Corrientes) y Víctor Zimmerman (Chaco). También se esperaba la presencia de senadores peronistas no-kirchneristas de los bloques federales, como el correntino Camau Espínola (Unidad Federal) y el salteño Juan Carlos Romero (Cambios Federal). El oficialismo además necesita juntar votos clave de provincias petroleras como los de la rionegrina Mónica Silva (aliada al gobernador Alberto Weretilneck) y la neuquina Lucila Crexell (cercana al mandatario Roly Figueroa).
En esas peceras se jugará la suerte LLA por su magro peso parlamentario, tanto en las comisiones donde se firman los dictámenes como en el recinto en sí. El oficialismo apenas cuenta con 7 senadores de las 72 bancas en total. Está obligado a aceptar cambios para la aprobación de las leyes, lo que hará inminente que las leyes vuelvan después a Diputados, donde deberían ser ratificadas.
“Ahora los funcionarios se llevaron los punteos de los senadores. Hay que esperar qué dicen desde el Ejecutivo”, recogió este medio de una fuente parlamentaria. “Productiva reunión de trabajo. La mayoría de las propuestas del Bloque UCR fueron aceptadas”, comentaron a elDiarioAR desde esa bancada.
Sobre la delegación de facultades el Gobierno ya aceptó cortarlas a temas económicos y administrativos en su paso por Diputados, pero aún tiene el Presidente mucha potestad para disolver un sinfín de organismos nacionales, entre ellos por ejemplo el Banco de Datos Genéticos, que tuvo eco la semana pasada en la discusión en el Senado. Sobre las privatizaciones la oposición no está segura de apoyar a libro cerrado la venta de AA y el Correo por su peso estratégico en la logística y el transporte nacional. La empresa postal fue noticia estos días por el fuerte recorte de su planta, llevando al cierre de la única oficina que existía en distintos lugares del país.
Cambios en el blanqueo y el RIGI son una bandera que levantaron Tagliaferri y Lousteau –que no estuvo ayer con Villarruel– por la amplitud de la concesión a quienes serían sus beneficiarios. Para la amarilla ligada a Horacio Rodríguez Larreta el blanqueo permitiría que accedan testaferros. Sobre el régimen de promoción de inversiones de un mínimo de US$ 200 millones el economista se quejó por la exención de impuestos a 30 años y afirmó que afectará la cadena de suministros y la industria local. La reforma laboral también es cuestionada por la CGT porque avala la informalidad de los trabajadores contratados, entre otras medidas.
El fruto de las negociaciones a puertas cerradas entre los representantes del Gobierno y de la oposición se comenzarán a develar desde esta tarde cuando se retome el tratamiento en discusión. Con el libertario Ezequiel Atauche (Jujuy) al frente, desde las 16 la comisión de Presupuesto volverá a reunirse.
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