Se vota en la ciudad de la región metropolitana donde la mitad de los barrios son cerrados. La división del oficialismo favorece las chances del PJ. Llaryora apuesta por un exfuncionario del Gato Romero.
Por: Luis Zegarra.
Múltiples razones justifican la atención que el mundillo político cordobés destinará a lo que suceda en las elecciones que se celebrarán este domingo en Villa Allende, la ciudad más rica de la región metropolitana conocida como Gran Córdoba. Unas 32 mil personas, de unas 45 mil que viven en un distrito que cuenta con 15 urbanizaciones cerradas sobre 30 barrios en total, elegirán al próximo intendente entre una nutrida oferta de 12 candidatos, todos varones.
La contienda resulta crucial para las principales fuerzas del espectro político provincial. Aún participando por fuera de las alianzas que han conformado en estos años, la suerte que corran también es seguida con atención por las figuras nacionales que se aprestan a la puja de las PASO en sólo dos semanas.
El peronismo procurará hilvanar otra victoria tras los rotundos sucesos en las elecciones para la gobernación y para la intendencia de la capital provincial, que consagraron al tándem Martín Llaryora – Daniel Passerini como los continuadores de un proyecto cordobesista que redobla su apuesta de proyección nacional.
Para este turno electoral, Hacemos Unidos por Córdoba apuesta otra vez por dirigentes con pasado en JxC, como ya lo hiciera con la electa legisladora Dolores Romero, hija de Eduardo “Gato” Romero, el exintendente PRO, reelecto en 2019 y fallecido en 2022.
El apuntado es Nicolás García, quien fuera secretario de Gobierno del golfista. Será secundado por Héctor Colombo, exintendente de “la Villa” en el período 2011-2015 y retador sin éxito en los dos turnos posteriores. El viceintendente electo de Córdoba, Javier Pretto, de pasado reciente en el PRO y a punto de ser desafiliado, estuvo activo en la zona en la última semana.
Semejante decisión dividió aguas en el justicialismo local, dando origen a una dispersión de candidatos. Daniel Zabala, por el Frente de Acción Solidaria; Juan Martín Petrini, por Kolina; Mario Quiroga, con el Frente Grande, disputarán el voto “auténticamente peronista” en una ciudad refractaria a todo lo que huela o parezca K. Ninguno de ellos aceptó las negociaciones, presentadas como propuestas de unidad, para bajar sus listas y sumarse al scrum de HUxC.
Una victoria de García permitiría a HUxC poner otro pin en el mapa de un (hasta ahora) adverso departamento Colón, el segundo en cantidad de habitantes de la provincia con poco más de 300 mil, repartidos en 20 municipios y comunas.
Al inicio del año, 16 de esas ciudades eran gobernadas por partidos fusionados en el oficialismo provincial. Hoy sólo diez permanecen bajo tal signo. Entre las derrotas cordobesistas se destacan las de La Calera, La Granja, Río Ceballos y Salsipuedes. También el traspié en Mendiolaza, cuando todo parecía encaminado a terminar con 24 años de dominio radical.
Orgullo amarillo
La experiencia de Mendiolaza, la localidad contigua a Villa Allende, donde se impuso Adela Arning, joven empresaria y dirigente del semillero del G25, alienta las esperanzas del PRO para retener la jurisdicción más grande bajo gobierno amarillo y donde se repiten reuniones clave para los armados en la provincia.
La responsabilidad de retener el terruño cae en manos de Pablo Cornet, hoy concejal y delfín de la intendenta María Teresa Riu-Cazaux De Vélez, quien sucediera a Romero en febrero de 2022 y sorpresivamente decidiera incluirse como número dos en la lista para esta contienda.
También proveniente del G25, Cornet es sobrino de Manuel Tagle, el titular de la influyente Bolsa de Comercio de Córdoba, la versión mediterránea del Círculo Rojo. Además es uno de los predilectos del ex ministro de Transporte Guillermo Dietrich, quien personalmente ha viajado para asesorarlo y registrarse a su lado.
Las chances de reelección, usualmente favorables para los oficialismos en circuitos poco permeables a la mirada externa, parecen complicadas para los continuadores del "Gato". En el año y medio que lleva como intendenta, Teresa Riu-Cazaux tomó decisiones que favorecieron una diáspora en la alianza cambiemista. Del seno de su gobierno salieron quienes parecen hoy sus principales retadores.
Uno, como ya se dijo, es Nicolás García, quien fuera sorpresivamente desplazado de su cargo por la nueva gestión. Otro es el joven exsecretario de Desarrollo Económico y Turismo, Santiago Mansilla, quien tuviera una elevada exposición especialmente en épocas de pandemia. Hoy presidente del Centro Comercial de Villa Allende y cercano a Horacio Rodríguez Larreta, llevará el sello del Partido Laborista, de Gustavo Rossi, una de las últimas fuerzas en sumarse a JxC para este calendario electoral. Sin rencores con sus excamaradas, sabe que se llevará una porción de votos amarillos. Como ellos, apunta al desarrollo económico y la seguridad en sus propuestas.
Otro viejo conocido es quien ha liderado distintos sondeos de opinión en semanas previas, el dirigente radical Julio Loza. Presidente del Concejo Deliberante, encabeza la fórmula de Elegí Villa Allende, donde convergen radicales de distintas vertientes, voluntades de la Coalición Cívica y nombres del Frente Cívico. Entre estos, el de su compañera de fórmula, la también concejala Marta Banegas.
Desde sus bancas, ambos fueron parte importante de la alianza gobernante. Tras tomar distancia en la discusión por proyectos polémicos sobre el uso del suelo e impacto ambiental, fueron objeto de distintos embates por parte de la conducción oficialista. Meses después agitan las consignas más mentadas en la zona: desarrollo sustentable, pluralidad y cuidado del ambiente.
No todo es amarillo
Fuera del armado cambiemista en Villa Allende desde hace tiempo, la UCR ve a dos hijos pródigos cinchar por el voto rojiblanco. Heriberto Martínez, exmandatario por dos períodos consecutivos y exdiputado, interpela al universo boina blanca con el ubicuo sello del Movimiento de Integración y Desarrollo (MID), que en otros circuitos apareciera asociado a vecinalistas y libertarios. Martín Ambort, exintendente e histórico referente de las décadas 80-90, también exlegislador provincial, acompaña a Sergio Padró en la lista del movimiento Ser con Vos. Con más energía que nostalgia, evocan épocas de crecimiento de una ciudad que se transformó a pasos agigantados.
Con escasas chances de éxito, pero concientes del impacto que sus cosechas pueden tener para un desenlace que se presume reñido, fruto de la fragmentación, otras tres fuerzas completan la nómina de 12 postulantes. Por el Partido Demócrata irán Marcelo Ponce de León y Mauricio Fabián Peralta; el Partido del Trabajo y la Dignidad presenta a Juan Carlos Giraudo y Rebeca Débora Salaya; el sello Estamos con Vos impulsa a Diego Allende y Marta Fader.
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