Juan Schiaretti ha escogido, para afrontar el armado de la actual campaña, a dirigentes de larga experiencia y probada eficacia.

La elección, huelga decirlo, es sumamente compleja. Tendrá lugar en un marco de extrema polarización, Hacemos por Córdoba irá a las urnas sin otra referencia nacional que una virtual proyección del mandatario extra muros de la provincia, y más allá de los intentos del oficialismo de poner en la agenda la defensa de los intereses locales lo más probable es que la discusión termine encausándose en los temas que fijan los medios nacionales, esquivos a llevar al “prime time” los asuntos que aluden más directamente al interior.

Tal vez sea eso lo que explique, al menos en parte, le decisión de apelar a los históricos del peronismo para encarar un turno electoral complicado. Tal vez, la decisión también pueda interpretarse como una señal hacia los dirigentes de la renovación de que la “vieja guardia” del PJ no sólo sigue siendo determinante dentro del peronismo cordobés, sino que también aspira a mantener centralidad en el futuro.

En la división de roles, Oscar González, presidente del partido y presidente provisorio de la Legislatura, aparece como el hombre de mayores responsabilidades, al frente de la Jefatura de Campaña a nivel provincial.

González reúne distintas funciones. Una de ellas es dialogar con todos los sectores del PJ para ordenar la estrategia durante los meses que separan a los partidos de las generales.

Otra, sumar aliados. Algo que Hacemos por Córdoba ha conseguido sumando 6 nuevos partidos a su composición original, Finalmente, González también es el vínculo principal entre las mesas de campaña que el oficialismo ha dispuesto en el interior de la provincia y el propio gobernador.

El ministro de Desarrollo Social de la Provincia es otro de los que interpretará un rol clave en la campaña. A cargo de una cartera de suma importancia que ha cobrado una relevancia incluso mayor en razón de la pandemia y su sinfín de efectos colaterales, Carlos Massei tiene a su cargo la enorme tarea de contener la situación social en la provincia, pero también de alinear detrás de Hacemos por Córdoba a la mayor cantidad de organizaciones sindicales y de gerenciar la relación del Centro Cívico con las organizaciones sociales, cuya incidencia en la política no ha dejado de crecer desde su surgimiento.

De su paso por el ministerio de Gobierno en la anterior gestión también conserva diálogo con los intendentes, aunque esa función descansa, desde diciembre de 2019, en Facundo Torres.

Francisco Fortuna, ex ministro de Salud (al igual que González) y actual presidente del bloque de legisladores oficialistas en la Unicameral también tendrá responsabilidades de campaña, asistiendo a reuniones en el interior y ayudando a descomprimir la agenda de González.

El ministro de Agricultura Sergio Busso, otro histórico del schiarettismo, cuidará de uno de los principales activos políticos de Hacemos por Córdoba, la estratégica relación con el campo que acuñara José Manuel de la Sota pero que terminara de consolidar el actual gobernador tras su posicionamiento en defensa del agro cuando la recordada resolución 125 quebró el vínculo entre el sector agropecuario y el Gobierno Nacional, entonces a cargo de Cristina Fernández.

Carlos Gutiérrez, presidente del Bloque Córdoba Federal en la Cámara de Diputados, en tanto, velará por los intereses del Centro Cívico en el sur de la provincia, especialmente en Río Cuarto, su lugar de procedencia, y en la zona de influencia del “Imperio del Sur”, y garantizando el juego coordinado de los intendentes sureños con el oficialismo provincial.

Felipe Osman