A rey muerto, rey puesto. Julio De Vido todavía no fue expulsado y en el peronismo ya se desató la pelea sucesoria por su banca de diputado.
El socialista K, Jorge Rivas, es el primer suplente para ocupar la silla del ex Ministro de Planificación Federal y cuenta con respaldo de La Cámpora. Pero debajo sigue un histórico operador y apoderado del PJ a nivel nacional, Jorge Landau, con respaldo del PJ ortodoxo y de la liga de gobernadores.
Según pudo saber Tres Lineas, la interna peronista por la sucesión en Diputados ya se desató y las filas de Máximo Kirchner se inclinarían por Rivas antes que por Landau a quien asocian con su pasado duhaldista y su cercanía a la liga de gobernadores peronistas enfrentados con Cristina de Kirchner.
El Frente para la Victoria también deberá salir a defender otra sillla que quedaría vacante: la presidencia de la Comisión de Energía que ocupa De Vido. En Cambiemos podrían usar el argumento de la inhabilidad moral para arrebatarle ese cargo con acceso a contratos, cocheras y oficinas al kirchnerismo.
Los gobernadores del PJ tendrán la última palabra en el proceso de expulsión a través de los diputados que le responden. De Vido fue el amo y señor de la obra pública nacional durante más de 12 años y tiene a los mandatarios provinciales como socios silenciosos, casi sordos y mudos en los procesos licitatorios.
En el hipotético caso de que concurran al recinto los 257 diputados, el bando a favor de la expulsión del exministro de Planificación necesitará 172 votos; mientras que para bloquear la iniciativa el Frente para la Victoria necesita 86 votos.
El kirchnerismo no ignora que la cuesta es empinada dado que su propio interbloque es de 72 diputados, y llegaría a 75 si se suman los aliados Carlos Heller (Partido Solidario), Omar Plaini (Cultura, Educación y Trabajo) y Graciela María Caselles (partido Bloquista de San Juan).
Lo que podría romper estos cálculos es una ausencia motivada de un número indeterminado de diputados de las propias filas kirchneristas, especialmente de aquellos que responden a gobernadores y que tienen aspiraciones de reelegirse en sus bancas.
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