En una esperada reunión, Elisa Carrió recibió a María Eugenia Vidal en su casa de Exaltación de la Cruz. En la charla, de casi tres horas, la gobernadora le transmitió una decisión: mantendrá en su puesto al jefe de la Bonaerense, Pablo Bressi, mientras la Justicia investiga la denuncia de la diputada sobre presuntos vínculos con el narcotráfico.

El encuentro fue calificado como "de trabajo" y desde ambos sectores se habló de un balance "positivo". El eje del diálogo estuvo en "temas en general de la Provincia", contaron fuentes cercanas a la gobernadora en diálogo con la agencia DyN. Carrió, como buena anfitriona, estuvo a cargo de la cena y ofreció a Vidal pescado con verduras.

La gobernadora bonaerense estuvo acompañada por el secretario de Derechos Humanos, Santiago Cantón, y su secretario de Legal y Técnica, Julio Conte Grand. De acuerdo a los voceros, también se acordó realizar "reuniones periódicas" para evaluar la marcha de la Provincia.

Carrió, a principios de julio, denunció a Bressi por una presunta intervención en actividades de narcotráfico e informó de ello a Vidal a través de una carta pública. La gobernadora, en ese momento, afirmó que su respuesta sería en forma "personal". El encuentro se demoró por el reposo que los médicos le ordenaron a Carrió y recién se produjo esta noche.