La candidata de Juntos por el Cambio intentará eludir la confrontación por la apatía electoral y el malestar social por la pandemia, aunque sumará un giro reclamado por los “halcones” de Pro
Con una estrategia de campaña renovada y con la mirada puesta" class="com-link" data-reactroot="" style="box-sizing: border-box; margin: 0px; padding: 0px; border: 0px; font: inherit; vertical-align: baseline; outline: none; text-decoration-line: none; color: rgb(2, 80, 201); transition: all 0.2s ease-in-out 0s;">la mirada puesta en la batalla con el kirchnerismo por el control del Congreso, María Eugenia Vidal (Juntos por el Cambio) se prepara para sortear una instancia clave de cara a las legislativas del 14 de noviembre: el debate electoral de los candidatos que competirán en la Capital por una banca en la Cámara de Diputados.
Cuando falta un mes para los comicios de medio término, Vidal, la candidata más votada en las PASO, se medirá esta noche con Leandro Santoro (Frente de Todos), Javier Milei (La libertad Avanza) y Myriam Bregman (Frente de Izquierda y los Trabajadores-Unidad) en el debate organizado por el programa A Dos Voces, del canal Todo Noticias. El único ausente en la cita será Gerardo Zamora (Autodeterminación y Libertad), quien optó por no presentarse con críticas al canal.
Los ejes centrales del debate serán “Calidad Institucional, Seguridad y Justicia”, “Economía, educación y trabajo”; y “Política sanitaria en pandemia”. Y habrá un espacio para que los postulantes se hagan preguntas, por lo que habrá un intercambio entre ellos. Desde los campamentos de Santoro y Milei dicen que no apelaron al coaching político ni asesores de imagen para el debate.
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Si bien incorporó hace dos semanas a Marcos Peña como “asesor externo”, Vidal se alistó para el cruce junto con el exsecretario de Comunicación bonaerense Federico Suárez, y el larretista Fernando Straface, jefe de campaña de la fuerza, y la asesora porteña Julia Pomares. En una contienda marcada por la creciente apatía electoral y en un contexto de “congoja social” por las consecuencias de la pandemia, los estrategas de Vidal destacan que la candidata del oficialismo porteño irá con una actitud “propositiva” e intentará, sin adoptar una postura “pugilística”, contrastar “los dos modelos de país” que se disputan en las legislativas. “No hay lugar para las chicanas”, subrayan.
El búnker de Juntos por el CambioFabián Marelli - LA NACION
Además, para contentar a los aliados de Larreta en el terruño porteño, Vidal mechará en sus intervenciones los “aportes” de Martín Tetaz (UCR), Paula Oliveto (CC) y Ricardo López Murhy (Republicanos Unidos) a su plataforma electoral. En rigor, Vidal insistirá en que Juntos por el Cambio es el único espacio con capacidad para ponerle “un freno” al Gobierno en el Congreso e impulsar proyectos para “empezar a cambiar el rumbo” del país. “María Eugenia está muy tranquila: tiene oficial y muchos años de experiencia en gestión”, remarcan sus allegados.
Quienes la frecuentan la notan más cómoda con el nuevo perfil de campaña, que está menos centrada en la gestión de Horacio Rodríguez Larreta y más enfocada en la disputa con el Frente de Todos por el poder en el Congreso. Fuentes del comité de campaña de Vidal perciben una mayor injerencia en la toma de decisiones de Pablo Knopoff, de Isonomía Consultores.
Los lineamientos de la renovada estrategia que le presentaron el jueves pasado a los candidatos del espacio en un restaurante de San Telmo pasan por “nacionalizar la campaña” y “darle un mayor protagonismo a la gente”. De ahí surgió el nuevo slogan (“Yo decido”) para spots en televisión y radio, obra del publicista Carlos Pérez, de la agencia BBDO. “Menos vereda y más política”, sintetiza una fuente del comité de campaña. Los “halcones” de Juntos por el Cambio celebran la nueva tónica: se sienten reivindicados. “Nuestros militantes quieren sangre después del triunfo de las PASO”, dicen.
En cambio, Peña, resistido por varios socios de Larreta en la Ciudad, no tiene un rol orgánico en la mesa de coordinación de campaña, pero mantiene contacto directo con Vidal. “Marcos no tiene protagonismo. Solo sugirió salir a pedir que cada militante traiga a otros tres [votantes]”, cuentan fuentes porteñas. En el comando de la Ciudad ya tenían previsto salir a convocar a los porteños que no sufragaron en las primarias.
Los números
En las PASO, Juntos por el Cambio fue la fuerza que cosechó más sufragios en la Capital, fortaleza electoral del macrismo. La alianza oficialista se impuso con el 48% de los votos, seguida por el Frente de Todos (24,71%), La Libertad Avanza (13,70%), el FIT (6,2%) y Autodeterminación y Libertad (2,64%).
Tras superar en la interna del oficialismo porteño a López Murphy, quien ocupará el cuarto casillero en la nómina de Juntos por el Cambio, y al radical Adolfo Rubinstein, la candidata promocionada por Larreta impulsó cambios en el equipo de campaña, que encabeza Straface, con el objetivo de mejorar su performance en las urnas en las legislativas de noviembre.
Vidal se puso como meta llegar al 53% de los votos en las generales, una cifra que le garantizaría una banca a la investigadora del Conicet Sandra Pitta, quien quedó novena en la boleta tras el ensamble con la lista de Republicanos Unidos.
En las encuestas de intención de voto que analizan en la sede de Parque Patricios no percibieron cambios sustanciales respecto del resultado de las PASO: “Se está consolidando nuestro voto y retenemos el apoyo a López Murphy y Rubinstein”, apuntan desde Uspallata. Y aseguran que los sondeos encargados por Larreta “no reflejan un crecimiento de Milei a costa de Santoro”. En el larretismo se conforman con llegar al 51%, en torno a la cifra que cosechó Elisa Carrió en las legislativas de 2017.
Cumbre de la Coalición Cívica
Carrió, la líder de la Coalición Cívica, pretende que su espacio tenga un mayor protagonismo en la campaña porteña y no se licúe “su identidad”. Por eso, los referentes del partido se reunieron ayer por la tarde en un hotel de la calle Corrientes para coordinar una estrategia proselitista “complementaria” a la de Vidal. Ante el creciente protagonismo de la postulante de Pro o Tetaz, alfil de Martín Lousteau, la exdiputada planea acompañar a sus candidatos -Oliveto, Fernando Sánchez o Hernán Reyes- en recorridas por la Capital para que “las banderas” y propuestas de la Coalición Cívica, ligadas a la lucha contra la corrupción o la ética en el ejercicio de la función pública, tengan mayor presencia en la agenda mediática y visibilidad.
Reunión de los referentes y candidatos de la CC en la Capital
En el entorno de Carrió niegan un malestar con Larreta por el enfoque de la campaña, pero reconocen que el espacio necesita plantarse ante la creciente disputa entre Pro y la UCR por el liderazgo de Juntos por el Cambio.
“Reivindicamos nuestra vocación de consolidar la unidad del Juntos por el Cambio en la Ciudad y en todo el país. Queremos la unidad sin desconocer nuestra diversidad en las trayectorias, experiencias históricas y el carácter de la Coalición Cívica ARI y de cada uno de los partidos que lo integran”, expresaron.
También participaron del encuentro la diputada nacional Mariana Zuvic, los legisladores porteños Cecilia Ferrero, Lucía Romano y Claudio Cingolani; y la directora del Instituto de la Vivienda de la Ciudad, Fernanda Reyes.
La Coalición Cívica renueva siete bancas nacionales. Si la coalición contiene los votos de las PASO, el partido se garantizaría cinco o seis diputados (dos por la Ciudad y tres por Buenos Aires). Así, Carrió mantendría un bloque de 12 o 13 diputados. Actualmente tiene catorce representantes en la Cámara baja.
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