El principal candidato opositor a reemplazar a María Eugenia Vidal y su candidata a vice definen a la gobernadora y explican planes de emergencia en una provincia que no tiene ballottage.
Son de la misma generación. El ex ministro de Economía de CFK Axel Kicillof tiene 47 años y desde 2016 lleva recorridos más de 160 mil kilómetros de territorio bonaerense a bordo del Clio de su armador político y ex vicecanciller económico Carlos Bianco. A los 50 años, Verónica Magario aspira a pasar de la intendencia de La Matanza, el mayor distrito de la Argentina, que pilotea desde 2015, a una vicegobernación que imagina muy activa.
--El que llega o quiere llegar siempre caracteriza al que gobierna. ¿Cómo definen la gestión de Vidal?
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--(Kicillof) Me voy a abstener de hacer definiciones personales. Mucho marketing y poca gestión. Mucha publicidad y poco crédito para hogares y pymes. Mucha propaganda y poco trabajo. Para colmo, la gobernadora no supo pelear por más recursos nacionales. Cuando se la compara con Horacio Rodríguez Larreta, ella consiguió proporcionalmente menos.
--(Magario) Vidal no ha gobernado. No se ha preocupado por la gente y por sus necesidades. Sus políticas fueron en detrimento de la producción de trabajo. Generaron muchísima pobreza. Desfinanció la educación y la atención sociosanitaria. Sin hablar de los sueldos docentes, Vidal paga 27 pesos por chico por plato de comida en la escuela. Casi la cuarta parte de lo que se paga en la ciudad de Buenos Aires. Vidal es el marketing eterno. Dice que mejoró la nutrición de las escuelas. ¿Alcanza con la visita ocasional de un médico nutricionista cuando se pagan 27 pesos por chico? Hasta la discapacidad desfinanció. Está todo en crisis. En emergencia.
--¿La gente en el contacto diario les hace reclamos genéricos o pide planes?
--(Kicillof) Nos pregunta con mucho detalle. Y tiene razón. Suelo dividir las medidas que tomará nuestro gobierno en la provincia de Buenos Aires en dos partes. Por un lado la atención de la emergencia, producto del deterioro de estos casi cuatro años, y por otro lado la gestión hacia cuatro áreas: producción, empleo, salud y educación. Una emergencia es la cuestión alimentaria. Por ejemplo en Vicente López está el barrio de Las Flores, donde viven diez mil personas en condiciones precarias. En 2015 no había merenderos, porque no hacían falta. Hoy hay seis, porque los chicos los necesitan. La situación empeoró hasta límites tremendos.
--(Magario) Los chicos se te desmayan en la escuela. Llegan con hambre. La emergencia de la que habla Axel sabemos cómo enfrentarla. Ya lo hicimos en La Matanza. Damos alimentos. Damos becas para que los chicos de quinto y sexto no tengan que salir a buscar trabajo (que encima escasea) y puedan terminar la escuela secundaria.
--(Kicillof) Otra emergencia es la educativa, que incluye la infraestructura edilicia. No se puede posponer porque los techos de las escuelas se caen, o fallan las instalaciones de gas, o directamente no las tienen, o no están habilitadas, o pueden usar la parte sana de la escuela.
--¿Cómo se financiarían las medidas de emergencia?
--(Magario) No son medidas costosas. El alimento no cuesta en términos de lo que son los gastos del Estado. La atención sanitaria tampoco. Lo más caro es la obra pública, pero no cualquier obra pública. La obra de caminos es larga, cara y de poca utilización de mano de obra. La construcción de viviendas y la mejora de la infraestructura barrial forman una serie de obras baratas.
--(Kicillof) Con la emergencia sanitaria pasa lo mismo. Tiene que ver con los faltantes. Faltan insumos, el equipamiento está roto, los hospitales quedaron en condiciones precarias. Y está la emergencia productiva. Desde que asumió María Eugenia Vidal cierran 40 pequeñas y medianas empresas por mes. Son 1200 puestos de trabajo directos cada mes que se pierden. Hay que parar la sangría laboral.
--(Magario) Hay puestos de trabajo que se resuelven con la solución de las emergencias. No hace falta empezar por construir escuelas nuevas. Mejoremos la infraestructura escolar de lo que existe. La infraestructura sanitaria. Me voy a poner en economista: la deuda de la provincia de Buenos Aires es de 12 mil millones de dólares. Eso equivale a 150 mil aulas para la provincia. O de 350 hospitales cuando hoy tiene solo 82. De esos 82, Vidal dijo que arregló la guardia. ¿Alcanza solo con guardias refaccionadas?
--¿Cómo piensan parar lo que llaman “sangría laboral”?
--(Kicillof) Con un plan de asistencia para empresas que estén en condiciones de extrema debilidad o estén en emergencia. La textil Alcoyana era una cooperativa de 700 trabajadores. Hoy tiene 100. En 2015 la boleta de luz era de 300 mil pesos. Ahora pagan un millón y medio. ¿Cómo hacen? Necesitan instrumentos crediticios.
--(Magario) En el Conurbano la desocupación supera el 12 por ciento. Pasa igual en el Gran La Plata, en Mar del Plata y en el cordón industrial de la ruta 9. Las pymes agroganaderas también están en crisis. Necesitan del fomento del Banco Provincia a las pequeñas y medianas empresas, con crédito a tasa baja o ínfima para que pueda producir. Con banca social para pymes y emprendedores productivos, y para construcción. Para la obra chica hay que apelar a las cooperativas. En La Matanza aplicamos el crédito de fomento en el Instituto Municipal de Desarrollo Económico y Social.
--¿A qué tasa?
--(Magario) Al 4 por ciento anual. Es crédito de fomento. Más que tasa blanda, inclusive. Si hay fábricas a punto de fundirse, o cooperativas, hagamos que las textiles fabriquen los equipos de gimnasia. Para eso hace falta solamente una pequeña inyección del Estado, como para impulsar. La clave es parar la caída.
--¿Y las tarifas?
--(Kicillof) Hay que arreglar ese tema. El Gobierno nacional y el provincial aumentaron las tarifas de energía y las programaron para los primeros meses del año. Una parte de lo consumido en este invierno quedó como deuda para cada uno. Y no es que las empresas de energía sufran padecimientos. Edelap tuvo ganancias de más de 1600 millones el año pasado. En inversiones puso solo 700 millones. Es una rentabilidad alta justo en un marco de tarifas impagables.
--Alberto Fernández prometió desdolarizar las tarifas.
--(Kicillof) Es una promesa importante. La va a cumplir.
--¿Qué significa en los hechos desdolarizar? ¿Que no sigan subiendo o que bajen?
--(Magario) Que bajen las tarifas. Hay que desdolarizar y cambiar la incidencia de las tarifas teniendo en cuenta las familias, los clubes y también las pymes. Por ejemplo el rubro textil usa mucha electricidad. Hay que tenerlo en cuenta. Antes su gasto era del 6 o del 8 por ciento del costo general. Hoy llega al 20 o al 30. No da. Y vamos a tener en cuenta a los que usan energía y son electrointensivos.
--Los electrodependientes son los que, por caso, deben mantener un aparato médico. Los electrointensivos son los que viven en zonas sin instalación de gas.
--(Magario) Por eso mismo no puede ser que éso no se tenga en cuenta y que los usuarios o las empresas sean considerados como dispendiosos.
--¿Cuál es el nivel de extensión de la crisis?
--(Kicillof) La crisis afecta la vida cotidiana de los hogares y afecta todo el sistema productivo, y no solo las industrias que están entre la ciudad de Buenos Aires y San Nicolás, o entre la CABA y en realidad el parque industrial de Ramallo.
--(Magario) Cerraron 5500 pymes. Las que no cerraron están con una capacidad ociosa de un 50 o un 60 por ciento. Muchas se están fundiendo. Esto también se puede resolver a corto plazo. Si el Estado bonaerense, como en La Matanza, se va a encargar de garantizar alimentos, están los productores de la provincia. Si va a entregar libros, están las imprentas de la provincia.
--(Kicillof) Mientras superamos la emergencia vamos a trabajar en problemas estructurales. Y ahí están las áreas de prioridad, que no casualmente coinciden con las de emergencia. Las de producción, empleo, salud y educación. Con la emergencia ya hay mucho por hacer. Para el resto vamos a llamar a todos. Ya estuvimos en contacto con los rectores de las universidades nacionales que tienen despliegue territorial en la provincia y les pedimos equipos, planes e ideas según la experiencia y el conocimiento de cada centro de estudio, no solo los del Conurbano sino en toda la provincia de Buenos Aires.
--(Magario) Alberto anunció medicamentos gratis para todos los abuelos y quienes criticaron le dijeron que es una promesa imposible de cumplir. Él contestó diciendo que 19 mil millones de pesos en medicamentos equivalen a 10 días de intereses de las Leliqs. Dar vuelta la Argentina es mucho más complejo, pero arreglar la emergencia no. Por eso el objetivo es parar la caída mientras la Argentina se va reactivando, y el freno de la caída en sí mismo es reactivador.
--Cada administración llega y diagnostica la realidad que le toca. ¿Cómo calificarían el estado de la provincia?
--(Kicillof) La provincia de Buenos Aires después de casi cuatro años de gestión de Vidal y de Mauricio Macri está devastada. Se duplicó el desempleo. Uno de cada cuatro jóvenes está sin trabajo y buscando trabajo. La situación está mucho más comprometida que cuando asumió Vidal. Las escuelas llevan un deterioro edilicio de cuatro años. En muchos casos no se hizo ni el mantenimiento. Ya faltaban escuelas y hay 264 escuelas menos. Lo que pasa es que el principal objetivo de la gestión de Vidal es que nadie hable, justamente de la gestión.
--¿Lo consiguió?
--(Kicillof) Cuando en el contacto cara a cara la gente te habla de Vidal nombra cosas de ella pero no de la gestión.
--(Magario) Eso es porque la gestión falla. Si uno gobierna y vincula la escuela técnica con la formación en oficios y la generación de destrezas y conocimientos, sobre todo en los jóvenes, la gente habla de éso. Si no habla es porque no existe. Cuando uno gobierna lo sabe. Del 2005 al 2015 más que duplicamos las empresas. Pasamos de tres mil a 7500 con 300 mil empleos nuevos. Se notaba. Se veía.
--La campaña de Juntos por el Cambio subraya el combate al narcotráfico y la preocupación por la seguridad. ¿Les preocupa ese sesgo?
--(Kicillof) No nos preocupa la campaña de Vidal y Macri. Nos preocupa la realidad. El ajuste fuerte también llegó al presupuesto destinado a Justicia y Seguridad, que cayó 29 puntos en términos reales desde 2015. En términos reales.
--¿Estaríamos hablando de una suerte de poder adquisitivo del Estado?
--(Kicillof) Algo así. Y los sueldos de los policías cayeron en un 8 por ciento real. Ni hablemos del estado de los patrulleros. El gobierno provincial no pone ni la nafta de los móviles.
--(Magario) Ni en seguridad ni en nada Vidal cuidó a los bonaerenses. Vidal no los cuidó porque su objetivo fue y es cuidar a Macri. Ésa es la meta que eligió.
--(Kicillof) La policía tiene 93 mil efectivos. No se puede combatir el delito, y en particular el narcotráfico, ni hacer prevención con niveles salariales en caída y sin equipamiento. Si no, es marketing. La gobernadora hace publicidad con el combate al narcotráfico pero cuando recorremos los barrios la percepción de la gente no es precisamente que las cosas mejoraron. Por otra parte no alcanzaría con la eficacia policial. No suele haber mejora de ese tipo de índices cuando crece brutalmente el desempleo.
--(Magario) Por eso vamos a desplegar políticas concretas. En muchas zonas vamos a ayudar a que los productores lleguen a los consumidores. No puede ser que de los productores vayamos en todo a un punto de concentración y que después los productos vuelvan al lugar de origen a un precio altísimo. Si en Castelli producen quesos, que los consumidores de la zona de la ruta 2 consuman esos quesos. En La Matanza aplicamos el Plan Superpodemos, con ferias del productor al barrio.
--(Kicillof) La macroeconomía nacional, que cambiará cuando Alberto sea Presidente, combina una tasa de interés estratosférica y la restricción del crédito. A eso hay que agregarle la dolarización de las tarifas y la caída fuerte en la demanda de bienes por el deterioro de los ingresos. Más la apertura importadora. El paquete nacional de medidas económicas desindustrializa. Ataca la producción.
--(Magario) Un ataque masivo. Descuidaron el mercado. ¿Cómo puede ser que se estén fundiendo los criaderos de pollo de Capitán Sarmiento? Hay que reactivar los pequeños criaderos. Nos vendieron que la mano de obra era la más cara de la Argentina y la bajaron a la mitad. Hay que fomentar algunas producciones y por un tiempo bajar algunos impuestos sobre ciertos sectores productivos. Y no todo puede ir al puerto de Rosario. Hay puertos en la provincia de Buenos Aires.
--Omar Perotti se va a enojar cuando lea ésto.
--(Magario) Va a entender. Además, soy santafesina de nacimiento.
--¿También ataca la política oficial a los productores agropecuarios?
--(Kicillof) Sí, por supuesto. La política económica agrede a los productores industriales, a los agropecuarios y a la agroindustria. Es un modelo contrario a la producción de todo tipo.
--(Magario) Lo puedo palpar en mis recorridas por toda la provincia y lo veía hasta ahora en mi distrito. La Matanza va desde barrios pegados a la Ciudad Autónoma de Buenos Aires hasta zonas rurales.
--¿Hay una política de Vidal y otra de Macri?
--(Kicillof) No. El papel de Vidal en relación con Macri fue cambiando. Durante un tiempo jugó a construir una imagen de diferenciación respecto del Presidente. Trató de despegarse. Esto se tradujo en tapas de diarios oficialistas. A veces la noticia principal era un tarifazo, al que por supuesto no llamaban de esa manera sino sinceramiento o incremento en los servicios públicos. Eran barbaridades: tarifazos de un tres mil por ciento. Abajo, a la derecha, en la tapa figuraba que Vidal estaba estudiando cómo perdonar un impuesto adicional en la tarifa. Si el aumento era de 500 por ciento, el perdón representaba un 20 o 30 por ciento. Nada, en realidad. Pero ayudaba a buscar la diferenciación. No se puede curar una enfermedad terminal con una aspirina, pero Vidal aparecía al menos en el lugar de la aspirina. Y entre otras cosas por eso la imagen favorable de la gobernadora estaba siempre por encima de la de Macri, incluso en condiciones de deterioro conjunto. Llegó a estar diez puntos por encima.
--(Magario) El problema es que la gente fue sintiendo cada vez más la inestabilidad. Los asusta la inestabilidad del dólar y se entusiasman cuando ven un Estado que protege.
--Ahí apareció el Plan V, con v de Vidal.
--(Kicillof) Ése fue un paso hacia el intento de desdoblar las elecciones para que la provincia de Buenos Aires y la Nación votaran en momentos diferentes para la gobernación y para la Presidencia. Después el Gobierno le pidió a Vidal que lo levantara a Macri. En parte andan en éso. La otra parte de la campaña, ahora, es un ataque concertado de manera conjunta y muy masiva contra mí, con legisladores haciendo campaña sucia y atacándome no con elementos de mi gestión como ministro de Economía sino con mentiras. El problema que tienen no es solo conmigo, porque las campañas basadas en la mentira se agotan. Es con ellos mismos. ¿Por qué Vidal necesita aparecer como caritativa y sensible? Para compensar la imagen de Macri. ¿Y por qué debería necesitar hacerlo si Macri hace las cosas bien? Vidal no puede decir que está preocupada por lo que está pasando y que le crean, porque gobierna junto con Macri.
--Cuando ustedes argumentan así en la campaña, ¿les creen?
--(Magario) Todos vivieron otra etapa distinta de la Argentina, sin este crédito con tasas a un 60 por ciento de piso que no resiste nadie, que solo sirvió para que se desarrollaran los bancos. No hay país que se desarrolle sin estabilidad. No hay provincia sin estabilidad. La gente nos cree porque siente angustia y desazón. La clase media, por ejemplo, está muy afectada. Se le cae su nivel de vida. Peligra su prepaga. El que quiere mandar los chicos a una escuela privada no puede, o debe cambiarla a otra distinta, más barata. Ya muchos abandonaron las vacaciones. Se ajustan permanentemente. Y esto solo se soluciona reactivando el salario y no generando más inflación.
--(Kicillof) Vidal entonces, frente a tanta angustia, impulsa un enorme despliegue mediático para negar la realidad. Dice que no hay más desempleo sino solo más gente buscando trabajo. O atribuye el mayor desempleo a la mayor población.
--El crecimiento vegetativo.
--(Kicillof) Según el método utilizado por el Observatorio de la Universidad Católica Argentina pasamos de 25 millones de pobres en 2003 a 12 millones de pobres en el 2015, cuando terminó el gobierno de Cristina. De un 67 a un 27 por ciento. Ahora habría un 35 por ciento: 16 millones de pobres. Es decir que hay un 25 por ciento de pobres más que los 12 millones del 2015: aumentó en 4 millones. Para el cierre de empresas no hace falta consultar las bases de datos de la AFIP. Alcanza con bajarse del helicóptero y recorrer. Sobre el país y la provincia cayó la bomba atómica Macri-Vidal. Macri y Vidal juntos son la bomba atómica.
--(Magario) Según la UCA, cuando uno ve los datos por edades se encuentra con que el 64 por ciento de la franja que va del nacimiento hasta los 18 años es pobre en el Conurbano. Y todos sufren. También la clase media. Hay que controlar la inflación y los precios. El fin de la desazón y la angustia es cuando sentís que hay estabilidad. Sentís que podés proyectarte. Nosotros vamos a devolver la estabilidad laboral, la estabilidad de precios, la estabilidad de los salarios.
--¿Van a vivir en una base militar?
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--(Kicillof) No voy a vivir en una base. Y donde vive Vidal ni siquiera es éso. Es una base aérea en desuso. Yo voy a vivir en la provincia de Buenos Aires. Hoy vivo en la Capital Federal. Soy diputado nacional y trabajo en el Congreso de la Nación. Mis chicos son chicos y van a la escuela. Quiero que la vida de ellos se mantenga lo más normal y tranquila posible y que por su papá gobernador no tengan que cambiar los amigos, la escuela y la rutina.
--(Magario) Yo voy a vivir en la provincia. En La Matanza, como ahora.
--(Kicillof) Y yo quiero vivir en la provincia porque es lo que le corresponde a un gobernador. Es lo que está bien. Hay que vivir en un barrio de la provincia como todos los bonaerenses. Vivir en una base aérea, aunque sea en desuso, no sirve para palpar mucho la realidad. Un gobernador no solo debe tener GPS sino trato en el barrio.
La otra según el otro y viceversa
En la carrera política de Verónica Magario buscar la gobernación (o la vicegobernación como el matancero Alberto Balestrini en 2007 con Daniel Scioli) parecía natural. Todo intendente, o intendenta, sueña con gobernar la provincia de Buenos Aires. En cambio fue una sorpresa la búsqueda de Axel Kicillof.
--¿Cuándo surgió la idea de ser gobernador?
--(Kicillof) Fui ministro de Economía de la Nación. Antes me recibí de economista, di clases, fui polemista. Y nunca había pensado en ser ministro de Economía. Mi interés por la provincia de Buenos Aires y por su estructura productiva data de la época en que fui ministro. Desde esa etapa hice ejercicios vinculados a la planificación del desarrollo. Estudié las cadenas de valor. Analicé la logística, la energía, la integración productiva nacional. Lo mismo a nivel provincial: Buenos Aires representa la mayor concentración productiva de la Argentina. Cuando asumí en la Secretaría, antes de ser ministro, Cristina le cambió el nombre. Pasó a ser Secretaría de Política Económica y de Planificación del Desarrollo. A principios de 2016 empecé una recorrida por la provincia de Buenos Aires que se inició con una visita a la Universidad Nacional de Quilmes. Allí fui profesor. Lo mismo en la Universidad Nacional de General Sarmiento. A los dos lugares fui siempre en tren.
--¿Cómo será la relación entre ustedes?
--(Kicillof) La presencia de Verónica es estratégica. Será presidenta del Senado pero además ella tiene ganas de participar y viene con un conocimiento notable por haber sido funcionaria en La Matanza justamente en áreas sociales, críticas, y haber sido nada menos que intendenta del distrito más grande de la provincia y del país. Conoce claramente la problemática de la relación entre provincia y municipios. Hay que dotar a los municipios de mayor autonomía. Regionalizar. Y que el gobierno provincial esté muy presente también en las áreas municipales. Hoy preguntás y nadie tiene en claro las atribuciones de los distintos niveles de gobierno. Hay una sobreexpansión burócratica que empeoró con Vidal.
--(Magario) Lo voy a ayudar a Axel a gobernar en áreas como la educación, la salud y la reactivación de los microemprendimientos y las pymes. Voy a aportar experiencia y lo voy a acompañar en todo lo que haga falta. Tengo una función legislativa, sin duda. Pero también comparto la responsabilidad moral de poner en marcha la provincia.
--Es política. ¿Por qué no habría choques?
--(Magario) No hay posibilidad de choques. Somos un equipo con visión colectiva. Los dos somos enamorados de la educación y de la protección de chicos y jóvenes. Pensamos lo mismo sobre la importancia de dar herramientas en las escuelas para que puedan disponer de tecnología y libros para el aprendizaje. Vamos a distribuir gratuitamente manuales en toda la provincia. En La Matanza las secundarias lograron ser primeras en las famosas pruebas Aprender que desarrollo el Ministerio de Educación de la Nación. No solo hay que evaluar. Hay que dar herramientas para desarrollar el aprendizaje.
--¿El reparto de recursos será equitativo con municipios gobernados por intendentes de otro signo político?
--(Kicillof) Indudablemente. No vamos a repetir lo que hizo Vidal y que ella misma antes denunciaba como caballito de batalla en su campaña de 2015. Hay intendentes que no recibieron nada, cuando encima gobiernan en medio de la guerra declarada por el gobierno de Vidal a la educación pública. Se ve en los dichos y en los hechos. Hablan mal de la universidad pública y el gobierno nacional la desfinanció. Nosotros vamos a hacer lo contrario. Vamos a coordinar los parques industriales y las universidades. Vamos a buscar que la producción regional alcance las góndolas. Las locales, las regionales y las provinciales. Lo que pueda llegar a las góndolas, llegará.
--(Magario) En todo es el mismo criterio. El criterio de aprovechar los recursos y de generar recursos para las pymes mientras participan en la superación de la emergencia. Si el objetivo es tener a los chicos adentro de la escuela hay que arreglar aulas o generar nuevas, y garantizar comedores con el alimento generado por los productores. Hoy en La Matanza damos alimento en las escuelas técnicas, aunque no sea obligatorio tener comedor en el nivel secundario. No es de alto costo contratar rápido, legalmente y bien. Y los municipios con la ayuda provincial de la que hoy no disponen pueden evitarse los circuitos largos y tediosos.
--¿Cuál es el nivel de relación con los intendentes?
--(Kicillof) Ya desde antes de la definición sobre candidaturas, en mi recorrida yo venía valorando el papel que tuvieron los intendentes de nuestro espacio, a veces en medio de la persecución judicial, política y presupuestaria y suplantando o supliendo la ausencia de políticas nacionales. El otro día Gabriel Katopodis, el intendente de San Martín, me contó cómo ayudó a que se crearan cooperativas. Muchos municipios redujeron tasas municipales para ayudar a la economía de las empresas.
--(Magario) Soy intendenta. Doy fe no solo de lo que tuvimos que hacer en estos años para reemplazar el dinero y los recursos que no llegaban del Estado provincial sino de los encuentros siempre útiles con Axel desde que empezó a recorrer la provincia.
--¿Y los heridos con la confección de las listas?
--(Magario) Si hubo heridos, ya fue. Estamos haciendo campaña y queremos gobernar la provincia.
--(Kicillof) La unidad tuvo en cuenta la fórmula de Alberto y Cristina y mi propia candidatura con el acompañamiento crucial de una intendenta. Si alguno tuvo malhumor por el cierre de listas, ya se le pasó. Compartimos diagnóstico.
--(Magario) Compartimos prioridades, obviamente, y por eso queremos ganar estas elecciones. Cuatro años más de Macri y de Vidal van a impedir que cualquier intendente pueda pensar en el desarrollo de su distrito con libertad de acción.
--¿Cómo sería para ustedes una presidencia de Alberto Fernández?
--(Kicillof) Va a ser un presidente sólido y sensible. Con una identidad caracterizada por un gobierno muy abierto.
--(Magario) Alberto tiene la capacidad para ser un buen Presidente, tiene la voluntad política para ser un buen Presidente y tiene muy claro cómo hacerlo. Y sobre todo, ya cuenta con la confianza de los argentinos.
--¿Se amalgamó la campaña?
--(Kicillof) Tanto Sergio (Massa) como Malena (Galmarini) están caminando y trabajando en la campaña no solo coordinadamente sino también dentro de un esquema de trabajo que busca consumar el Frente de Todos en resultados electorales. Tenemos muchísimas reuniones con Sergio, igual que antes con sectores con el Movimiento Evita o con intendentes que estaban cerca de Florencio Randazzo. La unidad en la provincia es unánime. Casi universal. En el peronismo y fuera del peronismo, donde hay pocos radicales por afuera. Por eso tantos radicales están militando dentro de nuestro espacio. A los que antes estaban afuera y ahora están trabajando juntos les cambiaron la calificación. Los elogiaban por críticos. Siguen diciendo lo mismo pero los llaman ultrak. La verdad, formamos una orquesta donde tocan varios intérpretes y suena bastante afinada. Tiene su complejidad, por supuesto, pero me tiene muy contento. Es un frente amplio y diverso.
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