María Eugenia Vidal intentará reanimar a su tropa camino a octubre. Consciente de una dura derrota con Axel Kicillof, y a sabiendas que es prácticamente imposible dar vuelta un resultado adverso tan abultado, convocó a una reunión de gabinete bonaerense ampliado y luego a un encuentro con los “sin tierra”, los candidatos en los municipios que no domina el oficialismo. La primera reunión será este miércoles 28 de agosto a las 9.30 en La Plata, en el SUM de la Gobernación, donde la gobernadora hablará ante más de 150 funcionarios de distinto rango, desde ministros hasta directores generales escucharán palabras de aliento de Vidal.

Allí, habrá un repaso de lo que considera los “hitos” de la gestión y habrá una apelación directa a “dar la pelea” y a “salir a la calle”. Ya escindida de la campaña nacional, y en particular de los consejos de Marcos Peña, la mandataria apelará a trabajar en intentar recortar la diferencia con Kicillof. Vidal y Larreta se pusieron al frente de la "resistencia" y ya piensan en el futuro En ese marco, les pedirá a todos sus funcionarios que estén "más cerca que nunca de la gente". Así como lo hizo en las reuniones de la semana pasada con los intendentes de Juntos por el Cambio (el pasado 21 de agosto) y los legisladores nacionales y provinciales (22 de agosto), la gobernadora destacará la importancia de “escuchar” a los bonaerenses, según informaron en La Plata. 

Por la tarde, ese mismo día, recibirá a los “Sin Tierra”, quienes sufrieron las peores derrotas en sus municipios. Casos como el de Ituzaingó, con el joven Gastón di Castelnuovo, o Hurlingham, donde Lucas Delfino perdió por más de 20 puntos con el peronista Juan “Juanchi” Zabaleta, fueron dos muestras concretas de la magntiud de la derrota del vidalismo en territorio bonaerense. Peor aún: en la primera sección electoral donde, se suponía, debía intentar compensar parte de los votos que, a prior, se sabía que perdería en la tercera sección electoral.

Justamente, en el sur del conurbano hubo auténticas masacres electorales, donde algunos candidatos perdieron por más de 45 puntos. Por ello, algunos de los candidatos ahora propondrán una campaña autónoma a la nacional. En otras palabras: repartirán la boleta de Fernández-Fernández de ser necesario.