Reunió a sus espadas legislativas bonaerenses y blanqueó sus aspiraciones para 2023. Unidad hasta que duela y moderación inclusiva.
Por: Pablo Lapuente.
La exgobernadora bonaerense María Eugenia Vidal blanqueó sus aspiraciones para 2023: en un encuentro virtual, le dijo a parte de su tropa que trabajará para ser la próxima presidenta de la Nación.
Fue este martes por la noche, en un Zoom que encabezó con un grupo reducido de legisladores y legisladoras de la provincia de Buenos Aires que le responden, instancia en la que, además, pidió militar la moderación y mantener la unidad de los espacios que conforman Juntos por el Cambio (JxC). Incluso, en este sentido, elogió a Patricia Bullrich, la presidenta del PRO que conduce a los halcones de la oposición de los que suele tomar distancia y sorprendió al asegurar que la figura de la exministra es necesaria para retener al electorado más vinculado a la derecha liberal. En ese contexto, adelantó que su gran objetivo es suceder a Alberto Fernández en la Casa Rosada. "Voy a trabajar para ser presidenta", avisó.
En la presentación de su libro Mi Camino, acto que le sirvió para enviar un mensaje político tanto al Frente de Todos, al que cuestionó por la campaña de vacunación, como a su propio espacio, con fuertes críticas al ala dura del PRO, la también exmandataria había declarado su independencia de sus antiguos jefes políticos, el expresidente de la Nación Mauricio Macri y el jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, y había avisado que volvía en un plano de igualdad.
De hecho, según pudo saber este medio de fuentes muy cercanas, Vidal no está dispuesta a soportar una tercera derrota consecutiva en las urnas este año y los consiguientes títulos negativos en los medios de comunicación -cuenta las PASO y las generales de 2019- en el territorio dominado por el peronismo unido, por lo que una salida porteña o, incluso, un pase directo a la pelea mayor sin candidaturas en el medio son dos caminos posibles que analiza desde hace meses. Esta última posibilidad, que anunció en el encuentro virtual, suma una tensión natural con Larreta, que también tiene sus propio proyecto para sentarse en el sillón de Rivadavia.
La platea del anuncio de Vidal estuvo integrada por los diputados Alex Campbell, uno de los hombres de mayor confianza de Vidal; Sergio Siciliano, su exsubsecretario de Educación; las diputadas Noelia Ruiz, que integra la mesa directiva del PRO; Gabriela Besana, que trabajó junto al exjefe de Gabinete bonaerense Federico Salvai; Anastasia Peralta Ramos, que estuvo en la Subsecretaría de Asuntos Municipales durante el vidalismo, y Johana Panebianco, exfuncionaria en ANSES; además de los senadores Walter Lanaro, uno de los principales armadores en la Tercera sección electoral durante el gobierno anterior; y Owen Fernández, que también responde a la estructura vidalista.
Según pudo saber Letra P, la exgobernadora les dijo que iba a trabajar para intentar convertirse en la próxima presidenta de la Nación y que creía que debían trabajar “por la unidad electoral” de los distintos espacios, que hoy mantienen serias tensiones en el ámbito territorial y por disputas de poder por ver quién lidera la alianza de cara a las próximas elecciones y el cierre de listas de candidatos. Además, elogió a le jefa de hierro del PRO y le reconoció que su perfil más confrontativo con el kirchnerismo les permite retener una parte importante del electorado, proclive a fugarse hacia otras propuestas como las de Ricardo López Murphy, José Luis Espert, Javier Milei y la tropa libertaria.
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