Tras la salida de Francisco Echarren, la Gobernadora no quiere nuevas figuras.
María Eugenia Vidal enfría la llegada de Walter Queijeiro a su gabinete. La Gobernadora no quiere que se sumen nuevas figuras, en particular después de la salida de Francisco Echarren del gabinete, a pocos meses de haber asumido.
La incorporación de ‘El Sapito' era confirmada ayer en off the record por un sector del gobierno. Sin embargo, Vidal aún no lo tiene tomada la decisión final. Es que la estrepitosa salida de Echarren generó un debate en el Ejecutivo sobre cuál es la ganancia de sumar figuras extrapartidarias.
Echarren anunció su salida la semana pasada por diferencias con la Gobernadora. Según trascendió, la ‘Agencia de Hábitat' que le habían prometido no tuvo ningún tipo de avance. Pero además, el funcionario dejó entrever una vuelta al kirchenrismo.
Queijeiro tenía cerrada su incorporación de la mano del ministro de Gobierno, Joaquín De la Torre. Este último fue su padrino político cuando decidió ser concejal en Quilmes.
LPO explicó que quien trabajó a su lado durante esa campaña fue el jefe de Gabinete de De la Torre, Patricio Hernández. Él es el nexo entre De la Torre y el periodista deportivo.
Pero además, Queijeiro viene estrechando vínculos con el PRO y desde la llegada del nuevo gobierno mantiene una excelente relación con el intendente de Quilmes, Martiniano Molina.
Queijeiro iba a reemplazar en el cargo a Ignacio Crotto, que cumplía esa función en el gobierno de Daniel Scioli pero como secretario, y luego Vidal lo mantuvo pero como subsecretario dependiente del ministerio de la Producción.
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