El objetivo de la mandataria es fortalecer su vínculo con los jefes comunales de cara al futuro posterior al 10 de diciembre, ya que si bien tiene escasas chances de revertir el resultado de las PASO y es muy probable que le entregue el poder provincial a Axel Kicillof, su plan es convertirse en jefa de la oposición, para lo cual necesita mantener la alianza con los boinas blancas.

El objetivo electoral del "vidalismo" es retener el mayor número de intendencias y de bancas en la Legislatura, pera la realidad es que los jefes comunales identificados con el macrismo más puro como Diego Valenzuela de Tres de Febrero o Néstor Grindetti de Lanús, son los que la tienen más complicada, mientras que los radicales que gobiernan distritos del interior en muchos casos lograron superar las PASO sin mayores sobresaltos.

En la Legislatura las bancas están más repartidas, pero de todas maneras en el oficialismo quieren evitar cualquier tentación de los radicales a constituir un bloque propio tanto en Diputados como en el Senado y por eso en el tramo final de la campaña los mensajes verdaderamente importantes serán "hacia adentro" de la alianza gobernante.

Y precisamente de esa manera debe interpretarse la presencia de Vidal en el encuentro con dirigentes radicales que se realizará el miércoles en la sede del Comité Provincia en la ciudad de La Plata y que por supuesto será encabezado por Salvador.

En términos electorales, el temor del equipo de campaña es que los radicales finalmente se animen a pasarle factura a la gobernadora por el destrato que sufrieron durante la gestión y solo militen la “boleta corta”, en desmedro de las categorías provinciales y nacionales y por eso también habrá un ajuste en ese sentido durante las próximas dos semanas.