El anuncio del directorio de la empresa se conoce una semana después de cerrar sus establecimientos en Ricardone y Avellaneda. Los detalles.
La semana pasada y en medio de una compleja situación financiera, Vicentin había decidido cerrar de manera temporal sus dos plantas (Avellaneda y Ricardone). Sin embargo, ahora la empresa dice que podría reabrir ambos establecimientos y empezar a pagar los salarios de 1.500 empleados.
Así lo comunicaron los directivos de la firma en un comunicado, luego de una audiencia pública en la dos de sus clientes, Unión Agrícola Avellaneda y Bioenergias SA, expresaron sus intenciones "de continuar con los fazones de girasol y de etanol en las plantas de Ricardone y Avellaneda respectivamente".
En el escrito, señalaron además que ambas firmas ofrecieron "adelantar el 50% del precio de sus respectivos fazones" y agregaron: "De ser ratificadas estas propuestas por las vías correspondientes Vicentín estaría en condiciones de poner en marcha nuevamente ambas plantas".
Asimismo, la posible reapertura de las plantas incluiría un adelanto la próxima semana "del 25% de los salarios de todo el personal correspondiente al mes de marzo".
Señalaron que se buscará "regularizar los compromisos comerciales más urgentes como transporte, energía consumida en este proceso, insumos de producción, aportes y contribuciones". Por su parte, también se proyecta otro pago similar hacia fin de abril, en caso de sostenerse las condiciones operativas.
De todas formas, desde Vicentín aclararon que la reactivación depende de la confirmación de estas condiciones de parte de ambas firmas, así como también por parte los sindicatos y el personal fuera de convenio.
"Este principio de acuerdo entre empresa, trabajadores, clientes y sector público -todavía insuficiente para superar la grave situación actual- puede representar el principio de una salida racional hacia la estabilidad que toda la comunidad necesita, requiere y persigue", concluyeron.
La crisis de Vicentin
La compañía atraviesa una profunda crisis financiera y judicial, marcada por un proceso que todavía está pendiente de resolución, lo que genera incertidumbre sobre su futuro.
A mediados de marzo, luego de no poder completar el pago de sueldos correspondiente a febrero para los trabajadores de sus dos plantas (Avellaneda y San Lorenzo), y sin la posibilidad de cerrar contratos de fasón, Vicentin está cada vez más complicada.
De hecho, la empresa había adelantado que acudiría a la Corte Suprema de la Nación si no logra que la Justicia santafesina homologue su acuerdo.
"Por primera vez, la empresa está sometida a un riesgo enorme de paralización de actividades. Nadie sabe qué va a pasar judicialmente", había señalado Estanislao Bougain, director independiente de la compañía concursada el mes pasado.
En este sentido, aseguró que ninguna de las plantas de la cerealera está operativa, ya que no consigue cerrar contratos de fasón, la herramienta que la mantuvo viva durante su proceso judicial.
"No estamos logrando que nos den granos. En esta circunstancia, se nos hace tremendamente difícil asegurar la continuación de la empresa", aseguró el empresario, a la vez que reconoció que el problema de la empresa no "es de sostenibilidad para adelante, sino que es hoy".
Sucedió que, luego de que la empresa pagara el lunes 10 de marzo solo el 30% de los sueldos correspondientes a febrero, el juez a cargo de su concurso, Fabián Lorenzini, dispuso su intervención por 120 días. Como respuesta a esta situación, la concursada alegó que esta situación fue consecuencia de la poca actividad que hay en su planta, así como del costo del concurso, que ya roza los u$s 70 millones.
Vicentin aseguró luego haber pagado otro 20% más, a la vez que comunicó a sus empleados que irán abonando los salarios a medida que ingrese dinero por trabajos anteriores.
Les había hecho a sus acreedores, y que obtuvo hace un año y medio las mayorías exigidas por la Ley Concursal, quedó descartada por decisión de la Justicia santafesina. De las más de 1300 personas y empresas con pasivo verificado en el concurso, el 70% se había manifestado a favor de aceptar la propuesta de pago, cuya implementación dependía del levantamiento del concurso y, en un paso siguiente, del ingreso de inversores estratégicos -Bunge, Viterra y la local ACA-, que inyectarían u$s 300 millones en capital de trabajo.
Ante la falta de resolución para este caso, Bougain reveló que la empresa ya tomó una decisión: "Presentamos un recurso extraordinario que, actualmente, está en trámite. Estamos a la espera de la decisión de la Justicia de Santa Fe. En caso de que esta no decida enviar el caso a la Corte Suprema de la Nación, Vicentin irá en queja para que esta última intervenga".
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