El vice de Trump debutó con un duro ataque a Hillary Clinton

El vice de Trump debutó con un duro ataque a Hillary Clinton

La carrera a la Casa Blanca. Es el gobernador de Indiana, Mike Pence. La criticó por su tarea como canciller. Y defendió un programa conservador.

Con el debut ante el plenario del partido del candidato a vicepresidente, Mike Pence, los republicanos pidieron que Hillary Clinton vaya presa, prometieron un liderazgo fuerte de Estados Unidos y llamaron a reforzar los valores conservadores en defensa de los militares, la policía y el derecho a portar armas.

La tercera sesión de la Convención Republicana en Cleveland, Ohio, comenzó con la jura de la bandera, el himno y un pastor cristiano que llamó a rezar por “los que defienden el país”. Culminará hoy, con un esperado discurso de Donald Trump, el candidato que el martes obtuvo la nominación.

Los republicanos sacaron anoche a relucir todo su arsenal conservador, un fuerte guiño a las bases del partido que dudan de que Trump realmente tenga las credenciales que caracterizan a la derecha republicana. El abanderado anoche fue Pence, el principal orador, un hombre que se ha definido como “cristiano, conservador y republicano, en ese orden” y lo repitió anoche. Pence dijo que Trump había traido miles de nuevos votantes al partido Republicano. “Es un hombre con gran carisma, creo que ha buscado un balance en la fórmula”, dijo riéndose de sí mismo. Dijo que nunca había pensado que llegaría a ese lugar. Elogió a su familia y alabó la revolución que Ronald Reagan plasmó en EE.UU. Elogió su gestión como gobernador de Indiana, con presupuesto balanceado e impuestos bajos. “Indiana funciona porque los principios conservadores funcionan”.

También tiró flores a Trump, por su franqueza en un mundo de “corrección política”. Y dijo que será el hombre indicado para “proteger el país adentro y afuera”. Dijo que confía en el magnate respeta a la gente que trabaja con él y es un devoto de su familia. Criticó duramente a Hillary y dijo que ella tiene “una máquina”, avalada por el establishment de Washington y con la prensa que trabaja para ella. Y dijo que eso se terminará en noviembre.

Pence había tenido el gesto de recibir con toda su familia a Trump en el centro de Cleveland, donde aterrizó de manera espectacular y con una caravana se alojó en un hotel con su familia. Esquivó así las manifestaciones que subieron la tensión ayer. Por la manaña, un grupo hispano construyó un muro de tela con el que simbólicamente pretendían aislar a Trump. Por la tarde, las marchas fueron más espesas y culminaron con el arresto de 10 personas frente a la Convención, por haber intentado quemar la bandera estadounidense.

Durante toda la noche, los delegados usaron un grito de guerra, cada vez que alguien se refería a Hillary: “¡Enciérrenla!”, bramaban. El martes, en una especie de “juicio público”, el gobernador Chris Christie había preguntado varias veces a la audiencia si ella era inocente sobre diversos temas como el ataque al consulado de EE.UU. a Bengazi, el pacto con Irán o el uso de su correo privado. “¡Culpable!”, gritaban enardecidos.

El ultraconservador Ted Cruz, uno de los halcones del partido, que perdió contra Trump en la interna, fue recibido con una de las mayores ovaciones de la noche pero terminó siendo abucheado por todo el estadio porque no apoyó formalmente a Trump. Aunque pidió a los estadounidenses “salir a votar en noviembre”, dijo que lo hagan por un “candidato que respete la Constitución”, y evitó pronunciar cualquier nombre. Ellos prácticamente se habían insultado en la campaña.

David Pyne, uno de los delegados de Utah, miembro de la campaña de Cruz, había anticipado a Clarín la movida: “A él no le gusta Trump y él a Trump tampoco”. Contó que el senador cree que el magnate va perder y aspira así a posicionarse como el candidato republicano de 2020. “Ahora debemos enfocarnos en contra del aborto, del matrimonio gay, en defensa de nuestras tropas, de nuestra policía que está siendo asesinada”, dijo a esta corresponsal. Por eso Cruz habló largamente sobre los policías asesinados las últimas semanas. “Estamos en un mundo donde muchos tienen la vida destruida por el Diablo en lugares como Orlando, París, Niza o Baton Rouge. Es momento de hacer algo por nuestro familia y nuestro país”. Se preguntó: “¿Debemos abandonar nuestros valores? De esto se tratan las elecciones”.

Otro de los adalides de la derecha del partido, el ex representante Newt Gingrich, que fue el político que condujo el intento de impeachment contra Bill Clinton por Sexgate, dijo que “si Hillary es elegida, ella mantendrá a la gente y el sistema que nos mintieron sobre la amenaza terrorista”.

El odio por Hillary era bien palpable en el recinto. Henry Allen, delegado por Florida, estaba en los pasillos con una pancarta: “¡Enciérrenla!”. Dijo a Clarín que la demócrata debería estar en la cárcel por “sus mentiras al FBI”. Respecto de los temas sociales, Allen se pone serio: “Hace poco viajé a una boda en la Argentina. Ustedes almuerzan juntos, con los padres, los abuelos. La familia es lo primero.Y la seguridad también”.

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