A poco más de un año del desembarco de Cambiemos en el gobierno de la provincia de Buenos Aires, las denuncias por hechos de corrupción en el Organismo Provincial para el Desarrollo Sostenible (OPDS) se han convertido, lamentablemente, en moneda corriente.
Recientemente trascendió la desvinculación de Daniel Merlo, a raíz de una nota de este medio. Según denunció REALPOLITIK oportunamente, la gestión del OPDS había avanzado en el nombramiento de tutores ambientales con consultoras propias. En aquella ocasión, hicimos mención a la firma DM Ambiental SA, que era gerenciada por este contratado del OPDS que figuraba a su vez en los registros de profesionales del organismo.
El organismo que conduce Ricardo Pagola habría ideado un maquiavélico sistema de recaudación a través de la generación de viáticos truchos. Este sistema sería sustentado en base a la existencia de lo que se conoce como la “valija mágica”: un maletín color marrón que contiene los sellos de las 150 comisarías de la provincia de Buenos Aires.
Quien estaría al frente de esta operación, con la obvia anuencia de las autoridades del organismo, sería Adrián Emir Rodríguez, actual jefe de Automotores del OPDS, quien desempeña tareas en las instalaciones de la dirección provincial de Automotores y Embarcaciones Oficiales (DAEO), ubicada en calle 3 Nro. 907 de la localidad de Tolosa.
Tal y como se puede observar en las fotos que acompañan este artículo, los sellos serían utilizados para falsificar planillas de viáticos y favorecer económicamente al círculo íntimo de Pagola, generando un gran malestar entre los trabajadores de planta del OPDS.
El sistema de asignación de viáticos data de la época de Carlos Ruckauf. Cada vez que el OPDS envía a un técnico a corroborar una empresa del interior, este debe visitar la comisaría de la zona para recibir el sello que justifique el pago de la tarea realizada. Es por ello que el “maletín mágico” constituye una alternativa tan simple y económica.
Como contrapartida, la gestión de Pagola comenzó a perseguir a los empleados que verdaderamente realizan viajes al interior: a partir de ahora, cada consumición, desde un café hasta un sándwich, debe ser estrictamente justificada.
En números, la ecuación de las ganancias obtenidas a través de este sistema sería la siguiente. Un técnico que viaja todo el mes por la provincia de Buenos Aires cobra, en promedio, alrededor de 3 mil pesos de viáticos (los empleados que realizan esta tarea superan los trescientos). No obstante, el presente mes Rodríguez cobró más del cuádruple: 13 mil pesos. El sistema toma proporciones increíbles cuando comienza a calcularse el número de beneficiarios.
El área de Rodríguez cuenta con alrededor de tres empleados administrativos cuarenta choferes. Si a eso sumamos los viáticos de los funcionarios de Pagola y de su segundo Juan Paladino, y lo multiplicamos por los doce meses del año, la cifra sin lugar a dudas se convierte en millonaria.
Todo este sistema tiene lugar ante las narices de los propios empleados del OPDS y de las recurrentes visitas que Rodríguez, por pedido expreso de Pagola y Paladino, realiza a sus despachos privados con la preciada valija marrón.
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