Las tareas se centraron en los caminos rurales que habían quedado intransitables por falta de mantenimiento. Las obras volvieron a conectar poblados que habían quedado aislados.
Un camino transitable representa unión, progreso e inclusión y le devuelve la esperanza a quienes habitan en el interior profundo de la provincia. Con este fin la Dirección de Vialidad Provincial se cargó la pala al hombro y puso en marcha un plan de recuperación de rutas y caminos rurales, que en un año logró recuperar más de mil kilómetros de vías que habían quedado en el olvido y por falta de mantenimiento dejaron aisladas a cientos de familias y productores, que residen en diversos pueblos y parajes San Luis. Aseguraron que el ochenta por ciento de los accesos son de tierra, y que algunos habían quedado tapados por el crecimiento del monte limitando la actividad económica de los poblados.
“Asumimos un fuerte compromiso con el pedido del Gobernador, de trabajar desde la periferia al centro, algo que entendimos bien cuando recorrimos las zonas rurales y nos encontramos con cientos de familias humildes y aisladas por la falta de mantenimiento de los caminos”, comentó Daniel Bassi, director de Vialidad Provincial.
Indicó que trabajan sin descanso en diferentes puntos de la provincia, y que muchas veces las obras pasan desapercibidas porque son poblados que nadie conoce, pero que están, existen y para sus habitantes es de vital importancia que se hagan.
“Para el interior de la provincia es como volver a vivir, porque dejan de estar aislados y resignados”, agregó.
Bassi mencionó el caso de la ruta Nº 48, que une a los parajes de Martín de Loyola y Los Overos, ubicados a unos 50 kilómetros de Unión, al sur de la provincia. Explicó que un trayecto de 14 kilómetros había quedado desdibujado por el crecimiento de la maleza y el movimiento de tierra ante las inclemencias climáticas, y produjo que los habitantes de la zona debieran desplazarse por dentro de campos privados, improvisando una huella.
También indicó que realizaron trabajos de desmalezado y reacondicionamiento en la ruta Nº 47, en Foster, detrás de Arizona cerca del límite con la localidad de Victorica, La Pampa. Dijo que a pesar de estar asfaltada se estaba perdiendo por la falta de mantenimiento.
La ruta Nº 33, que surca la zona de la Cuenca del Morro, también fue recuperada, especialmente en la zona del acceso a El Arenal. Además el de Cañada Honda, en La Carolina y el acceso a la Quebrada de López en San Francisco, un lugar turístico que posee un balneario al cual era imposible ingresar.
“Estamos recuperando esos sectores y muchos más con cuadrillas que trabajan diariamente. Son unas 160 personas abocadas a las rutas”, señaló Bassi.
El funcionario también mencionó las tareas realizadas en la ruta provincial Nº 39, sobre el tramo de 17 kilómetros que separan a Paso del Rey de Inti Huasi. Dijo que fue reacondicionado para recibir la temporada turística.
Otra obra que señaló como importante fue la de la ruta Nº 26, en el tramo que une Jarilla con el Paraje del Carmen, que tiene salida a la Autopista Nº 7, en el límite con Mendoza. Comentó que estrenaron las mejoras hace cuatro meses y que representó una gran satisfacción por la felicidad y emoción que expresaron las familias de la zona cuando vieron llegar las máquinas.
También se refirió a las tareas que se concentraron en las cercanías del límite con La Rioja, sobre el Puesto Balzora y Estancia El Divisadero y las que efectuaron en ruta Nº 46, en Villa General Roca y sobre la Nº 50, del paraje Árbol Solo, entre otras.
“En estas localidades viven puntanas y puntanos que aman y cuidan la tierra, y estaban abandonados”, expresó y agregó que son muchos los kilómetros recuperados y que seguirán trabajando para que sean más.
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