Por: Fernando Cibeira.

Hay un antecedente cercano que repitieron varios de los encuestadores consultados: la reforma previsional le costó a Mauricio Macri entre 8 y 10 puntos de aprobación como presidente y luego de eso nunca se pudo recuperar. El de las jubilaciones es un tema muy sensible para los argentinos y Javier Milei también comenzó a sufrirlo, de acuerdo a los últimos sondeos. Tanto su imagen como la de su gobierno sufrieron una nueva baja y, tal vez más importante aún, también es menor el porcentaje de quienes tienen esperanza de que con su gestión la situación económica y social va a mejorar. Así como en junio los números de apoyo a Milei rondaban el 50% ahora andan más cerca del 40%. No es un mal número llegando a los nueve meses de gestión -un poco arriba de Macri y similar al de Alberto Fernández a esa altura-, pero mostrando vulnerabilidades que hasta hacía poco no se le veían.

"Hay una caída importante, de imagen y de expectativas. Los cuarenta empieza a ser el número que identifica a Milei", sostuvo el encuestador Hugo Haime, uno de los consultados por El Destape. Todos ellos cerraron sondeos en los últimos días, incluso antes que se conociera el veto presidencial a la ley de Movilidad Jubilatoria aunque con una tendencia que ya se venía venir, con nuevos aumentos de transporte y servicios y una actividad económica que no arranca. El crecimiento del desempleo y la pobreza pasaron a ser las cuestiones que más preocupan a los argentinos, superando a la inflación que se convirtió en depresión. El sondeo de Haime ubicó la aprobación de Milei en 42% contra un 56% de rechazo. Hay otras encuestas que lo tienen al Gobierno algún punto más arriba, pero lo que coinciden todas es en el bajón a partir de junio. En el caso de Haime, la caída fue de cuatro puntos, en buena medida por la pérdida de apoyos en el interior del país.

Similar conclusión arroja el trabajo de Synopsis, que tienen a Milei en descenso por tercer mes consecutivo hasta llegar al 42,1% de aprobación y un 49,6% de rechazo a la gestión. En junio, esos porcentajes todavía tenían un balance positivo: 48,5 al 47,3%. Fue el último mes que sucedió eso. "La aprobación del desempeño del Gobierno llega al nivel más bajo desde el inicio del mandato", afirmaron el el trabajo de la consultora que dirige Lucas Romero. Registran algo similar respecto a la imagen del Presidente. "La caída en la imagen de Milei obedece a una erosión en su propia base de apoyos, ya que por primera vez menos del 80% de los que votaron a Milei en el balotaje conservan imagen positiva del presidente. Erosión que puede observarse particularmente entre los votantes de Patricia Bullrich en la elección general, su base más blanda de apoyos", explicaron.

En el caso de la consultora CEOP, el descenso de aprobación del Gobierno viene -con vaivenes- a partir de marzo. El último sondeo arrojó un 42,1% de aprobación contra un 55% de rechazo, contra un 43,2 y 53,7% del mes anterior, una caída de poco más de un punto. Es notorio como cada vez más los encuestados responden que llegan con lo justo a fin de mes o directamente no llegan. Si la imagen de Milei todavía se sostiene en niveles aceptables pese a la gravedad del ajuste en marcha, explicó el trabajo realizado por la consultora de Roberto Bacman, es porque hay un sector de la sociedad convencido de que primero hay que sufrir y que luego llegarán los tiempos de disfrutar. 

Analogías fue una de las consultoras que llegó a medir la opinión respecto al veto presidencial a la movilidad jubilatoria -que representaba un aumento de menos de 20 mil pesos para las jubilaciones mínimas- y el resultado fue contundente: un 63,7% se mostró en contra de la decisión del Presidente, en tanto que sólo un 22,5% estuvo de acuerdo. La consultora realizó una comparativa de los últimos tres meses respecto a expectativas claves sobre la situación económica, mostrando cómo la percepción social fue empeorando y adquiriendo una mayor gravedad. 

El analista Federico Aurelio, de la consultora Aresco, también registró una baja del apoyo al Gobierno en un 3% pero, en sus números, aún se mantiene cerca del 50%. También midió, primero, un respaldo mayoritario a la movilidad jubilatoria votada en el Congreso, con un 59,6% de aprobación y un 30,4% de rechazo. Luego, registró un 55% de rechazo al veto presidencial. "Son temas sensibles porque afectan a un sector importante de la población", comentó Aurelio, que recordó lo sucedido con Macri luego de que ganara las elecciones de medio término. Para el miércoles que viene está convocada una sesión especial en la Cámara de Diputados con una movilización de los sectores combativos de la CGT, las dos CTA y organizaciones sociales frente al Congreso, que volverá a poner el conflicto de las jubilaciones en la agenda. "Mientras se mantenga presente puede significar un mayor costo para el Gobierno", evaluaba Aurelio.

La consultora CB, que dirige Cristian Buttie, elabora todos los meses un particular ránking de popularidad de los presidentes de Sudamérica. Si bien la última medición le dio a Milei con diferencial positivo (50,6 a 46,2%) también muestra una fuerte caída a partir de junio. Ese mes, Milei había quedado primero en el ránking con 55,7% de imagen positiva. Ya en julio se ubicó segundo con el 52,1% y en agosto cayó al cuarto puesto, detrás del ecuatoriano Daniel Noboa, de su odiado Lula da Silva y del uruguayo Luis Lacalle Pou. Una caída en un mes en un punto y medio, similar a la que se verifica en todos los sondeos.

Mes a mes, las cuestiones económicas van ganando en emergencia. El trabajo de Hugo Haime & Asociados mostró que a un 47% de los encuestados lo que cobra sólo le alcanza para cubrir los gastos del mes y que un alarmante 30% respondió que ni siquiera llega a cubrirlos, por lo que hay que suponer que se está endeudando. Apenas un 17% dijo que algo le sobra y un mínimo 6% que puede ahorrar. La continuidad y agravamiento de este cuadro hace que, gradualmente, se traslade la responsabilidad de la situación económica del gobierno anterior de Alberto Fernández al de Milei. No sólo eso, sino que de manera progresiva la gente va perdiendo el optimismo y la paciencia.

Ese gran interrogante acerca de hasta cuándo la gente va a tolerar el ajuste que se supone condición necesaria para llegar al equilibrio económico y posterior recuperación -tal la promesa oficial- parece cada vez más cerca del límite. En el sondeo de Synopsis un 53,3% dijo que ya no estaba dispuesto a seguir esperando contra un 45,5% que mantiene aunque sea algo de paciencia. Es llamativa la caída registrada en un mes: en julio los pacientes todavía alcanzaban el 49,7%, más de cuatro puntos de diferencia respecto a agosto. Una clara señal del cuadro crítico que se agrava y que pone a prueba el respaldo que aún mantiene el gobierno libertario.