Por Partido Obrero de Azul
El intendente otrora kirchnerista, hoy devenido a macrista Hernan Bertellys veto la ordenanza que fijaba topes máximos al aumento de las Tasas Municipales. Es el segundo veto que Bertellys utiliza para poder encaminar el “tasazo” y hacer recaer el ajuste fiscal en las espaldas del pueblo.
La decisión del gobierno municipal es clara; descargar la crisis en los trabajadores. Como contra partida se le otorga beneficios a la burguesía agraria (ordenanza 3734) permitiendo a la Soc. Rural tercerizar maquinaria y trabajadores municipales.
El poder ejecutivo insiste en argumentos técnicos ya que según el decreto por el cual se veta la ordenanza recalca que los topes a las tasas “correría peligro el delicado equilibrio presupuestario municipal”. Así, a través de tecnicismos quieren que los trabajadores paguen los platos rotos de la fiesta.
En un contexto donde la Corte acaba de autorizar el tarifazo eléctrico que supera en algunos casos el 500% y el gobierno anunciará el nuevo cuadro tarifario para el gas donde la mayor parte de los usuarios deberá pagar un aumento por el gas en boca de pozo del 317%, y luego recibirá aumentos semestrales del 21% en dólares hasta octubre de 2019, el intendente municipal da un golpe de gracia aumentando de manera descomunal las tasas municipales.
Bertellys: Como judas del FPV y Salomón de Cambiemos
El intendente que le dio la espalda a sus electores e impulsa todo tipo de medidas anti populares busca legitimarse en el poder a través de decretazos. Algo que hizo Macri en sus primeros meses de gestión. También fue un instrumento utilizado por CFK, aunque Menem fue el campeón de los DNU.
La negociación de Bertellys con Cambiemos tiene su contracara acuerdos financieros con el gobierno macrista, para concurrir al socorro de sus finanzas municipales. Bertellys es el paladín de la pata peronista de Cambiemos.
Cambiemos en Azul se encuentra en estado de ebullición. A nivel local la UCR – principal socio del PRO – se distancia del gobierno comunal. El desmantelamiento del bloque de Cambiemos en concejo agrava esta situación. Sus referentes han sido colocados al frente de las dependencias nacionales Anses y Pami arrebatando el manejo de esas cajas de las manos del FPV.
Sin embargo el ingreso en el gabinete de figuras del PRO como Agustín Carus (Secretaría de Hacienda) y Fernanda Ibarra (directora de Políticas de Genero, Niñez y Adolescencia) da cuenta de que el gobierno comunal es un aglutinado de peronistas y macristas debajo del paraguas de Cambiemos.
Del otro lado, se profundiza la disputa dentro del PJ entre las agrupaciones como La Campora y el Peronismo 26 de Julio, que recelan y reclaman al bloque peronista – justicialista ser orgánicos del justicialismo. El bloque de concejales peronistas cumple la función de oficialistas de un gobierno macrista.
El peronismo azuleño asiste a una crisis que se evidencia en el plano nacional y busca reacomodar sus fichas.
Concejo “à la carte”
Durante la sesión del Concejo Deliberante desarrollada en la ciudad de Cacharí se puso a votación la “insistencia” por parte de este cuerpo al veto de Bertellys. Este recurso que podía hacer recular el tasazo municipal fue votado en forma negativa por los ediles del bloque Peronista – Justicialista, y a estos se le sumo el concejal massista Ulises Urquiza.
El bloque de los “kirchneristas- peronistas – justicialistas – macristas” se bajó los pantalones y se posiciono como oficialismo legislativo de Cambiemos. El presidente del concejo negó la posibilidad de que el tema sea tratado en una sesión y pateo la pelota para ganar tiempo y tejer un acuerdo con el massismo.
Por su parte Ulises Urquiza reedita el acuerdo en Provincia, donde Vidal gobierna con la anuencia del massismo.
La salida es la organización de los trabajadores
Ninguno de estos partidos ofrece una alternativa para los trabajadores. Esa tarea queda reservada para la izquierda y los trabajadores. Para ello que se abran los libros del municipio. Que un congreso de trabajadores de base discuta un plan de lucha para derogar el tarifazo y para que los servicios públicos sean gestionados por el pueblo.
Para aumentar las finanzas los partidos del régimen proponen meterle la mano en el bolsillo de los trabajadores. El Partido Obrero por su lado plantea establecer un impuesto progresivo sobre la tierra ociosa y las propiedades rurales, como también impuesto a la extracción mineral en la zona.
Ningún trabajador debe ganar por debajo de la canasta básica. Pasa a planta permanente de todos los contratados. Ni un despido, ni suspensiones. Expropiación sin pago de cada empresa que despida.
Los trabajadores debemos cortar con esta sangría. Solo la organización de los trabajadores con independencia de los partidos patronales podrá construir una alternativa política a la crisis de los ajustadores.
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