En medio de la polémica por las declaraciones del Padre Fernando, el párroco que denunció en una homilía la presencia del narcotráfico en nuestra ciudad y ratificó sus dichos en Fiscalía, el Intendente Lunghi hizo polémicas declaraciones.
Hace casi un mes, el padre Fernando Lede Mendoza, párroco de la Iglesia del Santísimo denunció públicamente la existencia de cocinas de paco en Villa Aguirre. Habló de “zonas liberadas para comprar drogas” y dijo que “la Policía sería la responsable de entregar armas a los jóvenes del barrio La Movediza”.
Con el respaldo del obispo de Azul, Hugo Salaberry, Lede Mendoza realizó la denuncia en la Fiscalía de Estupefacientes y en la Fiscalía Federal, “con la convicción de que es mi deber, no sólo de ciudadano sino también de sacerdote, colaborar con la Justicia, de tal manera que sea ella quien pueda investigar con mayores elementos”.
En diálogo con la revista La Tecla, una publicación política de La Plata, Lunghi disparó un concepto más que polémico: “Yo te puedo decir que hay droga en Tandil, pero no es espacio mío, en definitiva, porque eso es un delito federal, y acá está la Policía Federal y la Policía de la Provincia para controlar la droga ilícita. Nosotros les alquilamos el edificio, les reparamos los autos, y siempre trabajamos en colaboración con la fiscalía”, destacó. Y evaluó: “La ciudad está bastante bien, recorremos los barrios, hacemos función social”.
Parece que, para el Intendente, los únicos problemas de la ciudad son aquellos que pueden resolverse en el ámbito municipal, y pese a que el delito del narcotráfico sea federal, como Intendente de la ciudad, mucho podría hacer en materia social el Intendente en aquellas zonas más vulnerables al accionar de los narcotraficantes. ¿No?...
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