Señalan en ese sentido que las durísimas palabras de la senadora hacia su hija menor habrían calado hondo en el ánimo de la joven.

"Sos la vergüenza de la familia. Por culpa tuya estamos en todos los diarios. Sos un mal ejemplo y nos estás causando un tremendo daño. Ahora nos dirán que somos una familia borracha", habrían sido los severos términos que destruyeron la moral de Sarita.

Hace algunos meses, la senadora había explicado que "el señor Estado no puede estar ocupándose" de personas que cometen excesos etílicos como su hija.

La joven, en medio de la caída anímica, decidió cerrar su Facebook, al tiempo que habría señalado su intención de dar por terminada la experiencia del Ateneo de la Militancia, que la tenía como conductora.

También habría optado por archivar sus intenciones de convertirse en gobernadora en 2015, tal como habían sugerido en su momento algunos comentaristas alimentados por su papá.

Muchos militantes que habían depositado sus esperanzas en Sarita estarían ahora buscando nuevos horizontes políticos.

Mientras tanto, fuentes de la policía vial señalaron que en la fatídica madrugada del sábado la joven habría intentado hacer valer sus blasones de hija del Zar para evitar una sanción.

Pero enseguida pudo comprobar en carne propia que el miedo a los Alperovich se está extinguiendo a pasos acelerados en Tucumán.