Gómez Alcorta reconoció que aún buscan consensos y la presión religiosa exige a los senadores que mantengan su postura de 2018.
La firma del dictamen del proyecto de Interrupción Voluntaria del Embarazo (IVE) gestó en lo formal un impasse legislativo hacia la sesión del 29 de diciembre pero al mismo tiempo marcó el despliegue de estrategias cruzadas para alcanzar la mayoría en el recinto, tanto a favor como en contra.
“Estamos trabajando para conseguir los consensos, sabiendo que el Senado es un ámbito más difícil”, se sinceró la ministra de Mujeres, Géneros y Diversidad, Elizabeth Gómez Alcorta, y resaltó que “la expectativa del Gobierno es que tengamos ley antes de terminar el año”. La funcionaria fue una de las que siguieron desde el palco del recinto de la Cámara de Diputados la discusión del 10 de diciembre, en la que se logró la media sanción y en el Senado ya se está armando el operativo para un día que promete ser histórico.
Desde el ala celeste de la discusión, representantes de distintos credos encabezados por la Iglesia ejercen fuerte presión sobre los senadores, sobre todo de las provincias del Norte, para que respeten el voto en contra que ya otorgaron en 2018. La Alianza Cristiana de Iglesias Evangélicas también “invitó a reflexionar” a los legisladores en los días previos a la sesión y comparó la situación que vivió María antes del nacimiento de Jesucristo. “Ser mujer en su época era difícil.
Si la gente se llegase a enterar de que ella estaba embarazada, no estando casada, la hubieran condenado y apedreado, causándole así la muerte. José, en esta situación tan complicada, decide abandonarla”, señala el documento de Aciera, en el que celebra que luego “María es alumbrada por la luz de la esperanza que le da el coraje de seguir adelante” y entiende que “con la ayuda que Dios nos da, se puede seguir adelante en un mundo de oposición”. La comparación busca destacar la decisión que tomó María de continuar con el embarazo, pero sin dudas la realidad de hace más de dos mil años y los condimentos del relato histórico religioso no resultan válidos para analizar un embarazo adolescente de la época actual.
Según comentaron a PERFIL legisladores del interior, quienes no tengan impedimentos de salud o pertenezcan a grupos de riesgo viajarán a Buenos Aires para tener la chance de seguir de cerca el debate. La idea es seguir la sesión desde los despachos y habilitar en forma rotativa la presencia de todos en el recinto, en una movida que no se realizó durante todo el año ante la negativa de Cristina Kirchner de flexibilizar el sistema a distancia.
Afuera, volverá a armarse el operativo en espejo a uno y otro lado del Congreso: hacia el norte los verdes, hacia el sur los celestes. Se estima que la sesión será más corta que las 20 horas que se extendió el trámite en Diputados, pero, en esta oportunidad, lo que se juega es la sanción definitiva y por eso las negociaciones serán más intensas que nunca.
Las firmas del dictamen fueron determinantes para que el sector a favor de la IVE se esperanzara con ponerse al frente, ya que Silvina García Larraburu y Edgardo Kueider dieron un aval al voto positivo.
La salud del riojano Carlos Menem, que en 2018 votó en contra del aborto legal, será también otro de los factores determinantes en el conteo final, ya que permanece internado en grave estado y no se puede garantizar su participación.
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