Los talleres clandestinos de la Ciudad vuelven a estar en agenda luego de que personal de la Agencia Gubernamental de Control, en conjunto con la Fiscalía local, clausuran un local en Flores que funcionaba oculto detrás de una pared.

El allanamiento se llevó a cabo tras una denuncia de la Fundación La Alameda, presidida por el legislador Gustavo Vera, presentada el 17 de junio. Furioso, el diputado se descargó en las redes sociales: “Los titulares de los organismos inspectivos en CABA ganan fortunas, pero van siempre detrás d las denuncias de la Alameda que dona 60 % del salario”.

Además, se despachó contra el titular de la AGCBA, José Gómez Centurión. “Cómo era eso de que eran falsas nuestras denuncias? El taller que hoy se allanó te lo denunciamos nosotros, no te acordas?”, apuntó.

Hace tan sólo unas semanas, Vera encabezó una manifestación hacia el organismo porteño de control,  al que elevaron un listado de más de 100 talleres clandestinos que funcionan en la Ciudad y fomentan el trabajo esclavo.

El pasado jueves 23 de julio, volvió a incendiarse un establecimiento de similares características, en Villa Lugano, donde dos niños debieron ser internados por quemaduras e intoxicación. A raíz de este episodio, el legislador kirchnerista Gabriel Fuks presentó un pedido de informes para que se detalle las condiciones edilicias y habilitaciones correspondientes de la vivienda. “En la Ciudad no puede seguir sucediendo que los chicos y ancianos sean las víctimas y el control siga ausente”, señaló.

De abril hasta la fecha ya son cinco los talleres clandestinos que arden en llamas. Además de trabajadores heridos, ya se cobraron la vida de dos hermanitos. A pesar de los reiterados pedidos de los legisladores de la oposición para interpelar a Centurión y Ezequiel Sabor (subsecretario de Trabajo), el PRO se las ha ingeniado para bloquear las iniciativas y proteger a sus funcionarios.