El veneno embotellado que les estamos dando a nuestros hijos

El veneno embotellado que les estamos dando a nuestros hijos

A pesar de los extensos daños que causa a la salud, los cuales han sido demostrados científicamente una y otra vez, y sobre los que se ha tratado de alertar en gran medida a la población, las personas continúan consumiendo esta bebida que muchos médicos y nutricionistas han calificado como “veneno”.

Es así que a pesar de estar embotellado y de que se encuentre al alcance de todos, para los especialistas en salud se trata de un veneno legal que mata de manera lenta y silenciosa.

Sin duda nos referimos al refresco, el cual es una de las bebidas más consumidas en nuestro país a pesar de que contiene grandes cantidades de azúcar añadida, por lo que una sola botella puede hacer que superemos por mucho la ingesta considerada como saludable al día.

Y es que mucho creen que el único riesgo que representa es el de aumentar la probabilidad de sufrir diabetes; sin embargo, en realidad esta asociado a una decena de enfermedades que incluyen daño renal y hepático, ambas enfermedades mortales.

El consumo regular y excesivo de refrescos puede llevar a varios riesgos para la salud. A continuación, se destacan algunos de los principales peligros asociados con el consumo de esta bebidas azucarada:

1. Aumento de peso y obesidad: Los refrescos contienen una gran cantidad de azúcar y calorías vacías, las cuales contribuyen al aumento de peso. Además, las calorías líquidas de los refrescos no proporcionan la misma sensación de saciedad que los alimentos sólidos, lo que puede llevar a un consumo excesivo de calorías a lo largo del día.

2. Diabetes tipo 2: El alto contenido de azúcar de los refrescos puede conducir a una resistencia a la insulina, aumentando el riesgo de desarrollar diabetes tipo 2.

3. Enfermedades cardiovasculares: Aunque muchas personas no lo saben, el consumo excesivo de azúcar puede elevar los niveles de triglicéridos y el colesterol LDL (malo), como si se tratara de un alimento grasoso, aumentando el riesgo de enfermedades cardíacas. Además, los edulcorantes artificiales y el alto contenido de fósforo en los refrescos pueden elevar la presión arterial y aumentan el riesgo de producir hipertensión.

4. Caries y problemas dentales: Los refrescos contienen ácidos como el ácido fosfórico y el ácido cítrico, así como grandes cantidades de azúcar, que erosionan el esmalte dental y provocan caries.

5. Desmineralización ósea: El ácido fosfórico presente en muchos refrescos puede interferir con la absorción de calcio, lo que puede contribuir a la desmineralización de los huesos y aumentar el riesgo de osteoporosis.

6. Problemas renales: El alto consumo de refrescos está asociado con un mayor riesgo de cálculos renales y otros problemas renales debido al contenido de fósforo y edulcorantes artificiales.

7. Síndrome metabólico: El consumo de grandes cantidades de azúcar puede conducir al síndrome metabólico, caracterizado por la resistencia a la insulina, aumento de grasa abdominal, hipertensión y niveles anormales de lípidos en sangre.

8. Problemas hepáticos: El alto consumo de fructosa, común en los refrescos azucarados, está relacionado con la enfermedad del hígado graso no alcohólico.

9. Problemas digestivos: Los refrescos carbonatados pueden causar hinchazón y gases debido al contenido de dióxido de carbono y también provocar reflujo ácido y empeorar los síntomas de la acidez estomacal.

10. Adicción al azúcar y edulcorantes: El consumo frecuente de bebidas con alto contenido de azúcar puede llevar a una dependencia y a antojos constantes de alimentos y bebidas azucarados, dificultando una dieta balanceada.

Cuáles son los efectos del consumo de refresco en menores

Cabe mencionar que para los especialistas es particularmente preocupante el consumo de refresco en menores, debido a que entre más temprano inicie su consumo, los daños a la salud comenzarán a edades prematuras, tales como la obesidad, los problemas dentales o la desmineralización.

Pero, además, existe problemas que los niños suelen experimentar cuando comienzan a consumir refresco a temprana edad, tales como los siguientes:

    Problemas Digestivos:

    Los refrescos pueden causar problemas digestivos como acidez, reflujo gástrico e hinchazón debido a su contenido de ácidos y carbonatación.

    Déficit Nutricional:

    Los niños que consumen refrescos con regularidad pueden estar reemplazando opciones más nutritivas, como leche, agua o jugos naturales, lo que puede llevar a deficiencias en nutrientes esenciales como calcio, vitamina D y otros.

    Impacto en la Salud Mental y Conducta:    La cafeína y el azúcar en los refrescos pueden afectar el comportamiento, la concentración y los niveles de energía de los niños. Pueden experimentar hiperactividad, dificultad para concentrarse y cambios de humor.

    Problemas Dentales:    El alto contenido de azúcar y ácidos en los refrescos puede causar caries y erosión dental. Los ácidos pueden desgastar el esmalte dental, haciendo que los dientes sean más susceptibles a las caries.

Reducir o eliminar el consumo de refrescos puede tener numerosos beneficios para la salud, mejorando el bienestar general y reduciendo el riesgo de desarrollar estas condiciones.

Para lograrlo, se invita a buscar alternativas más saludables como agua, infusiones, jugos naturales e incluso agua carbonatada que imite las burbujas del refresco.

Comentá la nota