El principal acusado cayó junto a dos cómplices; les secuestraron éxtasis, ketamina líquida, LSD, marihuana y cocaína; la policía valuó en $92 millones lo incautado; los cabecillas están prófugos
Según surge de las escuchas telefónicas en poder de los investigadores, uno de los sospechosos apresados, indentificados por fuentes judiciales como Raúl Maciel, de 34 años, se dedicaría a vender viajes de egresados para estudiantes secundarios para la empresa Travel Rock.
"Es cierto que en el allanamiento en Ituzaingó, donde fue detenido el sospechoso, se secuestraron camisetas y merchandising de Travel Rock, pero la empresa no tiene vinculación con la causa judicial ni con la venta de estupefacientes. En las escuchas telefónicas Maciel afirmaba que era vendedor de viajes de egresados", afirmó a LA NACION una fuente de la fiscalía especializada en estupefacientes de La Matanza, a cargo de Marcos Borghi.
Adrián Tenca, abogado y apoderado de Travel Rock, sostuvo: "La empresa no fue investigada y el detenido no es empleado ni gerente".
Los mismos voceros consultados explicaron que, además de los tres detenidos, hay otras dos personas que tienen un pedido de captura y que, al cierre de esta edición, no habían sido detenidos. Entre los sospechosos buscados estaría el principal proveedor de la organización.
"Desarticulamos una banda narco que vendía droga a nuestros adolescentes. Eso les decimos a los padres de nuestros jóvenes", sostuvo en una conferencia de prensa el jefe de la policía bonaerense, comisario general Hugo Matzkin.
La investigación se trató de un trabajo en conjunto entre la policía bonaerense y la División Drogas Peligrosas de la Policía Federal.
Según fuentes policiales y judiciales, la organización se dedicaba a comercialización de éxtasis, cocaína, marihuana, efedrina y LSD. También había 80 litros de ketamina, un anestésico de uso humano y animal que, en dosis superiores, genera un efecto alucinógeno que puede producir graves daños.
"La banda se dedicaba a vender las dosis de droga sintética en discotecas de la ciudad de Buenos Aires, en el conurbano bonaerense y en el interior del país. "La organización también comercializaba la droga en fiestas electrónicas y hacían delivery a pedido", explicó a LA NACION un detective judicial.
Otro sospechoso apresado, identificado por fuentes policiales y judiciales como Julio Martínez, de 37 años, ya había sido detenido el 26 de septiembre pasado por la Policía Federal, cuando se descubrió un laboratorio de éxtasis en un monoambiente en Viamonte al 800, en pleno centro.
Esa noche, en el allanamiento, los detectives de la Policía Federal habían secuestrado 25.000 pastillas de éxtasis y materia prima para producir otras 100.000. El laboratorio lo había instalado un ciudadano español con antecedentes en su país por delitos similares.
Según fuentes oficiales, el juez federal Norberto Oyarbide decretó la falta de mérito de Martínez y del ciudadanos español, que volvió a ser detenido el martes pasado por personal de la superintendencia de Drogas Peligrosas y de Interpol por un pedido de extradición de España, donde debe cumplir una condena de nueve años de prisión.
"El ciudadano español, identificado como Francisco Ribas Rocher, elaboraba las pastillas de éxtasis que Martínez distribuía en la zona oeste del conurbano. El día del allanamiento, Ribas Rocher le entregó a Martínez 16.000 dosis", sostuvo una importante fuente de la investigación.
Según la fuente consultadas, el juez Oyarbide decidió decretar la falta de mérito de Martínez y Ribas Rocher "porque en los peritajes se comprobó que en las pastillas secuestradas había metilona, una sustancia química que por ahora no está dentro del decreto que los considera estupefaciente", explicó una fuente del caso.
En total, en las últimas horas hubo nueve allanamientos en el conurbano bonaerense y en la ciudad de Buenos Aires, donde las policías Federal y bonaerense secuestraron 12.293 pastillas de éxtasis y 80 litros de ketamina de máxima pureza.
"La ketamina la podían reducir en 160 litros y fabricar dosis por 90 millones de pesos", explicó a LA NACION un jefe de la policía bonaerense.
La organización tenía conexiones en Paraguay, Brasil, Chile y Uruguay, adonde se sospecha que enviaban parte de su producción o donde adquirían las materias primas para fabricarlas. El caso está en manos del juez de Garantías de La Matanza Raúl Alí.
NEGOCIOS DE DÍA Y DE NOCHE
Raúl Martín Maciel - Detenido
Surge de las escuchas telefónicas que se dedicaba a vender viajes de egresados
Según la policía y la justicia bonaerense, también era uno de los vendedores de las dosis de éxtasis y de ketamina de la banda
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