Cansados de esperar soluciones de parte del gobierno de la provincia, los vecinos del UDAP III cortarán hoy a las 19 las calles Cabot y San Mi­guel.

“Esto ya no da para más y nadie mueve un pelo”, le dijo indignado a DIARIO HUARPE uno de los vecinos de la zona noroeste del barrio (que según los técnicos es la más afectada por los pozos colapsados). “Es insoportable vivir entre las aguas servidas, yo no sé si esto estaría pasando si alguno de ellos viviera acá”, añadió en alusión a los gobernantes.

En diálogo ayer con la intendente Ana María López, la funcionaria dijo que hoy viaja a Buenos Aires para seguir los trámites de los proyectos presentados en el Ministerio del Interior, no obstante aprovechará la oportunidad para ver qué se puede conseguir para paliar la incómoda situación que están pasando los vecinos de la zona.

“La situación es compleja y nosotros no podemos hacer más que enviarles los camiones atmosféricos como lo estamos haciendo tres veces por día”, dijo la intendente. “Es más, para atenderlos prioritariamente a ellos, hemos tenido que alquilar tres camiones atmosféricos más porque no dábamos abasto con los dos que tenemos en el municipio”.

La jefa comunal se mostró disconforme con la no aceptación por parte de algunos vecinos y del titular de OSSE con respecto a las plantas de tratamiento de líquidos cloacales. “Hoy las plantas hubieran sido amortiguadores de la situación y no se estaría viviendo lo que se está viviendo”, manifestó López.

Si bien los vecinos del UDAP III están agradecidos con el municipio por lo que está haciendo y gestionando, las broncas se proyectan hacia los de OSSE y el gobierno provincial, que según ellos no hacen nada para auxiliarlos.

Cabe recordar que el titular de OSSE, Cristian Andino, después de que estalló todo esto, en diálogo con DIARIO HUAR­PE, manifestó que mucho no se podía hacer porque la obra de saneamiento tiene sus tiempos y recién en el mes de marzo se va a poder llegar a la zona del UDAP III.

Desde luego estas declaraciones enardecieron los ánimos de los vecinos, que no se ven tantos meses conviviendo entre los líquidos cloacales.