De la zona del puerto, donde resurgió el problema de la fosfina y los camiones.
En una reunión que se extendió por espacio de algo más de una hora y medio, el intendente Facundo López recibió la visita de un numeroso grupo de vecinos del barrio puerto de Quequén, quienes vienen acarreando desde hace mucho tiempo la polución y la semana pasada hallaron en plena vía pública un tubo completo con pastillas sin activar del veneno phostoxin, a metros de la casa donde murió el año pasado una joven y donde varios pobladores tuvieron que ser internados y evacuados debido a las residuos del producto que quedaron en la red cloacal.Junto al intendente López estuvieron algunos funcionarios, como el secretario general de Gobierno, Luis Alsinet; el director de Medio Ambiente, Martín Bruno; el director de Defensa Civil, Ariel Paniagua; el secretario de Protección Ciudadana, Roberto Contreras; el director de Tránsito, Daniel Verga, y también estuvo presente el concejal de Cambiemos, integrante de la comisión de Medio Ambiente, Ernesto Mancino.
Graves problemasDurante el encuentro los vecinos le hicieron saber a las autoridades los problemas que vienen acarreando y que, vale recordar, costó una vida hace menos de un año, la joven Melisa el 13 de abril pasado por el derrame del phostoxin en un depósito de la calle 507 del barrio Puerto, donde se acopiaba el veneno.Se escucharon varias voces de parte de los vecinos y por momentos hubo algunos intercambios de opiniones con los funcionarios. Incluso se llegó a pedir la confección de una ordenanza para que los camiones no lleven entre el cereal las pastillas de fosfina, a lo que el intendente López puso énfasis en señalar que "no se puede hacer una ordenanza porque hay una ley que prohíbe llevar ese producto en los camiones”, por lo que se llegó a que se van a intensificar los controles.También se oyeron las voces de los vecinos decir que "todos tenemos derecho a saber donde están los acopios de agroquímicos”, incluso hablaron de que en algunas plantas se ha producido el robo de agroquímicos, a lo que indicaron que "no puede ser que cualquiera tenga tan fácil acceso para ingresar, romper una chapa o un portón y robarse los agroquímicos”.
Otros reclamosPor otra parte también los vecinos no solamente hablaron de la polución, lo que calificaron como prioridad, sino que también ampliaron sus reclamos al pésimo estado de las calles, terrenos con altos pastizales y todo tipo de roedores en el barrio, por lo que entienden que no pueden seguir viviendo en las condiciones que lo están haciendo.
Comienzo de soluciónTras la reunión, una de las vecinas, Mónica Conesa, en diálogo con Ecos Diarios sostuvo que "primero quiero resaltar que el Intendente nos haya recibido, en segundo lugar creo que la reunión tuvo dos aristas, por un lado buenas y por otro no tan buenas. El hecho que el Consorcio de Puerto Quequén tenga un presidente que se está yendo y todavía no se sabe quien lo va a reemplazar, y algo similar existe con la OPDS, sin una estructura, frena por un tiempo el problema primordial que tenemos, que es el del material particulado. Por otro lado, nos vamos con el compromiso por parte del Ejecutivo, de resolver el problema del transporte y con la propuesta de hacer un precintado en los camiones para frenar la caída de las pastillas de fosfina en el boquilleo”.Sostuvo además que "esto creo que es un comienzo de solución, pero respecto del problema gravísimo que tenemos con el polvillo, no tenemos ninguna respuesta, si la sinceridad del Intendente de decirnos que tenemos que esperar lo que suceda con las próximas autoridades del puerto”.
Sabor agridulceCon referencia a otros temas que se trataron, sobre otras urgencias que además tiene el barrio, Mónica Conesa explicó que "hoy en todo el país tenemos el grave problema del dengue, y nosotros tenemos malezas en todos lados, una gran cantidad de ratas que son imposibles de combatir, tenemos muchos problemas. También solicitamos un protocolo de seguridad respecto a una planta que está en el barrio y que sabemos que ha tenido algunos inconvenientes serios en los últimos tiempos, y el director de Defensa Civil se comprometió a ocuparse e instruirnos en caso de que existiera algún inconveniente severo, para saber como tenemos que proceder, porque a veces suenan alarmas de la planta, y no sabemos qué es lo que sucede ni que tenemos que hacer”.También sostuvo Conesa que "hablamos sobre el tema de las tasas, porque nosotros pagamos tasas por zona residencial 2, cuando en realidad estamos viviendo en condiciones muy diferentes a eso. El intendente nos dijo que no se podía diferenciar, pero pedimos que nos den una solución, porque si pagamos por zona residencial 2, queremos vivir como eso, y no como lo estamos haciendo ahora”.Por último sostuvo que "nos vamos con un sabor un tanto agridulce, pero bueno, esta es la primer reunión, en la que también le planteamos al intendente que nuestra paciencia, esta vez, se está agotando, porque ya son muchos los años que se está luchando contra esto”.///
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