Un grupo de ciudadanos de Paraná presentaron este lunes un petitorio dirigido a la intendenta Blanca Osuna, en el cual requieren su intervención para controlar a las motos con escapes libres. El documento se entregó en el marco de la campaña “Basta de motos ruidosas”, iniciada por vecinos de Paraná a través de las redes sociales.
A la carta dirigida a la Intendenta se le adjuntaron las 1913 firmas recolectadas desde el 18 de febrero y hasta la mañana de este lunes a través de la plataforma Change.org . Sin embargo, esta Agencia constató que la campaña sigue recolectando rúbricas, que ya superan las 2000.
Reclamos
En el documento los vecinos solicitan que Osuna les otorgue “una audiencia personal a efectos de tratar la problemática”. También piden que “se efectúen controles periódicos, en conjunto con la Policía provincial, para evaluar mediante dispositivos (decibelímetros) calibrados y certificados, los niveles de ruidos emitidos por los escapes de los vehículos”.
Además, reclaman que “se reglamente la prohibición para concesionarias, talleres mecánicos, casas de repuestos o cualquier otro local comercial relacionado al rubro, de comercializar, instalar y/o modificar escapes que no cumplan con los estándares básicos reglamentarios”.
Por último, piden que “se establezca una comisión permanente, o cualquier tipo de organización similar, que deberá estar integrada por funcionarios representantes de la Dirección de Tránsito, de Medio Ambiente, de Habilitaciones Comerciales, y principalmente por representantes del Municipio y vecinos de la ciudad”. Ese cuerpo “deberá reunirse en periodos no mayores a tres meses para debatir y consensuar las acciones a llevar a cabo, dar cuenta de lo actuado y exponer la situación actual de los controles”.
Fundamentos
Los vecinos explican que “hace unos años” conviven “con los ruidos de los caños de escape de las miles de motos que circulan por Paraná a toda hora”. Si bien entienden que se trata de “un medio importante de circulación, constituyendo un instrumento de trabajo y transporte para gran cantidad de personas”, remarcan que “resulta incomprensible el uso de escapes que no son originales de los modelos de las motos para lograr un ruido más fuerte, pareciendo una suerte de competencia de quién realiza el ruido más estridente”.
“Esto ha ido provocando paulatinamente una situación que a la fecha creemos insostenible, ya que conversando con distintos vecinos y en forma personal, experimentamos de las más variadas sensaciones, pasamos en nuestra cotidianeidad del excesivo enojo que nos deja en un estado de irascibilidad inaguantable, a una sensación de desprotección absoluta, de a ratos sentimos que cualquiera puede decidir con total impunidad invadirnos e impedir que uno practique una conversación, pueda tomar un descanso, una siesta, estudiar, trabajar, etc. de manera adecuada”, cuestionan.
Luego remarcan que el objetivo principal de la campaña es “decirle y pedirle en nombre de un gran número de paranaenses, por favor haga algo al respecto, tome las medidas que fueren necesarias”. Dirigiéndose directamente a la Intendenta, agregan: “Solicitamos que nos escuche, nos ayude a mejorar la calidad de vida las personas que residimos en esta hermosa ciudad”.
“Sabemos que estar al frente de un Municipio no es una tarea para nada sencilla pero confiamos en que Usted podrá encontrar una respuesta para los vecinos de Paraná que creemos estar frente a una situación límite”, afirman en otro tramo de la carta. Luego hacen referencia al artículo 14 de la Constitución nacional, que habilita y consagra el derecho de peticionar a las autoridades: “Queremos involucrar a Ud. y, por su intermedio, a sus funcionarios para tomar las acciones necesarias tendientes a la prevención, concientización, sanción y toda actividad necesaria para mejorar la seguridad vial y el cuidado del medio ambiente”.
Asimismo, aluden al artículo 41 de la Carta Marga, que proclama el derecho a un medio ambiente sano. Señalan que ese derecho se ve “menoscabado por el quebrantamiento de las Ordenanzas vigentes sobre niveles de ruido, entre ellas la Ord. N°5.604/71”.
Recuerdan además que “la Organización Mundial de la Salud (OMS) publicó en 1999 las Guías para el Ruido Urbano, estableciendo como nivel “saludable” los 65 decibeles, y según mediciones realizadas en distintas ciudades, las motos sin silenciador pueden superar los 110 decibeles (ello sin considerar las contraexplosiones que realizan a menudo, las cuales pueden provocar hipoacusia, sordera, y otras afecciones)”.
Los vecinos además extienden el pedido a la mejora de la seguridad vial en las calles de Paraná. “La circulación de motovehículos fuera de toda regla (sin patentes, sin espejos, sin luces, etc.) provoca innumerables accidentes a diario. Consideramos que el Gobierno municipal debe velar por el control y prevención de dichos accidentes que provocan pérdidas económicas, financieras y sobre todo, humanas”, subrayan al respecto.
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