Vecinos de Margarita Galfre al 600, en el barrio de Villa Laza, presentaron una nota al Concejo Deliberante exigiendo que se finalice la obra de cloacas, que se suspendió repentinamente y se dejó a medio hacer 45 días atrás. Además, aseguran que se sienten relegados, ya que siempre por un motivo u otro, no se encuentran en las prioridades del Municipio.
En diálogo con El Eco de Tandil, Manuel Ambrosio Trureo, uno de los frentistas que llevó adelante el reclamo, explicó que “la semana pasada envié una carta al presidente del Concejo Deliberante, Juan Pablo Frolik para informarle que la extensión de la red cloacal empezó pero se suspendió a mitad de cuadra”.
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Según puntualizó, la obra arrancó el 13 de agosto, y el día siguiente al mediodía repentinamente se cortó. “Esto viene postergado desde el año 2015, siempre por una u otra causa quedamos relegados. Acá no hay ni gas, ni agua, ni cloacas, la municipalidad nos prometió que iba a extender el agua y las cloacas pero hasta ahora no cumplió”, lamentó.
En cuanto a la obra de cloacas, expuso que comenzó en Pizzorno en dirección a Juan B. Justo pero llegaron hasta la mitad de cuadra y se paralizó.
“Esta calle está entre Juan B. Justo y Pizzorno y en los dos extremos están los tres servicios imprescindibles”, indicó.
“La pasamos mal”
Contó que tiempo atrás en la calle había un afloramiento granítico que impedía extender las obras pero hace cinco años aproximadamente se extrajo, obra que llevó más de un año. Después de eso, les prometieron que iban a proveerlos de los servicios pero en 2015 quedaron fuera de presupuesto. “Después el que nos ayudó fue el concejal Darío Méndez porque íbamos a quedar otra vez excluidos, él hizo algunas gestiones y nos incorporaron otra vez para el presupuesto 2016, y estamos en el 2018”, sostuvo.
En cuanto a la gente que estaba llevando a cabo la obra, de la empresa Andolfatti, indicó que “se fueron repentinamente, tiraban caños e iban tapando y de pronto se fueron y no aparecieron más”.
En cuanto a la situación de vivir sin ningún servicio, el vecino, que vive en la cuadra hace 25 años, aseguró que “la pasamos mal”.
“En verano no hay agua porque tenemos una manguera negra de esas de media pulgada que es clandestina. No está habilitada y nunca se va a comparar una manguera con un caño de 3 o 4 pulgadas”, manifestó.
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