Ya sea por cuestiones de inseguridad o para reducir costos, varios propietarios de estaciones de servicio de Mar del Plata decidieron, en este último tiempo, cerrar sus establecimientos durante la noche.

Sin embargo, y según dejaron en claro desde el Sindicato de Mecánicos y Afines del Transporte Automotor de la República Argentina (Smata), los empresarios, también, se comprometieron a “mantener todos los puestos de trabajo y no reducir personal”.

Una recorrida por algunas de las estaciones de servicio ubicadas no en la periferia, sino en zonas un poco más alejadas del centro, da cuenta de que el cierre por la noche es una realidad. Y, también, del porqué: tanto la falta de luminarias en la zona como el poco control policial o la desolación reinante colocan a los trabajadores en una situación de vulnerabilidad que, a los ojos de los propietarios, solo puede ser resuelta suspendiendo la atención nocturna. Es que, tanto playeros como promotoras o encargados pasan la mayor parte de sus jornadas laborales afuera, sin resguardo alguno.

Otro factor a tener en cuenta es, además, el análisis de los costos y beneficios que realizan los empresarios a la hora de determinar cuál es el horario de apertura más conveniente para su establecimiento. Justamente, teniendo en cuenta que el flujo de clientes disminuye considerablemente en horario nocturno (por obvias razones) pero que, el costo, por ejemplo de luz, se incrementa, algunos propietarios ya optaron por el cierre, para evitar pérdidas y poder seguir manteniendo sus negocios.

Todo esto se viene reflejando directamente en los usuarios, quienes se encontraron con esta situación repentina. Es que, en Mar del Plata, son muchas las personas que tienen sus viviendas en zonas alejadas del centro (Peralta Ramos, Edison, Mario Bravo) pero trabajan en el centro y que usualmente cargan combustible en horarios nocturnos. Ahora, los conductores tienen dos opciones: o llenan sus tanques más temprano en esas estaciones de servicio o lo hacen, en cualquier horario, en el centro.

En este sentido, y ante la consulta de El Atlántico, el secretario gremial de Smata, Sergio Arista, confirmó que el gremio tomó conocimiento de la decisión de los dueños de las estaciones de servicio, pero que se mantienen “tranquilos”, ya que lo primero que se garantizó fue la mantención de puestos de trabajo, más allá de cualquier particularidad.

“Obviamente estábamos preocupados por la posibilidad de que haya despidos, pero acordamos que no se reduzca el personal y que no haya modificaciones sobre ese aspecto”, dijo Arista y luego agregó que, si bien la decisión es particular de cada establecimiento, desde el sindicato están “atentos” ante cualquier irregularidad que se pueda registrar.

Por su parte, la titular de la Cámara de Expendedores de Combustible de Mar del Plata y la zona, Mónica Killian, aseguró no estar al tanto de esta situación y descartó que la misma tenga relación con el congelamiento de precios por seis meses anunciado recientemente (que ya había generado incertidumbre en el sector). Igualmente, confió que se pondrán a trabajar en el tema.