El detenido abogado Alejandro Vandenbroele, supuesto testaferro del vicepresidente Amado Boudou, será llevado hoy ante el juez federal mendocino Walter Bento para certificar su identidad y ver si acepta ser llevado a Uruguay para declarar en una causa paralela al caso Ciccone.
Si Vandenbroele se opone a la extradición, se inicia un proceso que normalmente podría durar un par de meses pero que se si se complica puede llegar a superar los dos años de plazo, dijeron fuentes judiciales.
Vandenbroele será llevado hoy a las 8.30 al juzgado a cargo de Bento. En caso de oponerse a la extradición, el juez debería enviarlo a la ciudad de Buenos Aires, ya que allí tiene su domicilio el ex presidente de The Old Fund, la firma que sacó de la quiebra a Ciccone con fondos cuyo origen investiga la Justicia y por lo que están procesados no sólo Vandenbroele y Boudou sino otras personas como el socio del vicepresidente, José María Núñez Carmona.
Si se abre el juicio de extradición, la ley dice que el juez uruguayo que ordenó la captura internacional de Vandenbroele, Néstor Valetti, cuenta con 40 días para remitir a la Justicia argentina todos los datos referidos a la causa que allí se le sigue. Ese procedimiento requiere sí o sí de la intermediación de las cancillerías de ambos países.
Valetti ordenó la captura del abogado porque en dos ocasiones se ausentó a una cita a prestar declaración indagatoria en una causa que se le sigue en Montevideo por presunto lavado de dinero. Es una causa abierta como consecuencia de las informaciones que se publicaron en la prensa argentina al estallar el caso Ciccone, hace tres años.
Concretamente, el supuesto testaferro del vicepresidente está investigado por el giro de más de 600 mil dólares que la firma uruguaya Dusbel realizó a The Old Fund a mediados de 2010, justo cuando el grupo de allegados a Boudou lograba sacar de la quiebra a Ciccone, la empresa capacitada para imprimir papel moneda.
De acuerdo con la Justicia argentina esa intervención implicó, al menos por parte de Boudou, Vandenbroele y Núñez Carmona, la comisión de dos delitos: cohecho (porque los Ciccone los “coimearon” con la entrega del 70% de la firma a cambio de permitirles trabajar, por eso está también procesado Nicolás Ciccone) y negociaciones incompatibles con la función pública, por las gestiones realizadas para el levantamiento de la quiebra y la posterior contratación de la firma con el Estado, ya con el nombre de Compañía de Valores Sudamericana (CVS).
El resto de la historia es conocida. Ante la difusión pública de los supuestos negociados en torno a Ciccone -básicamente por la aparición pública de Laura Muñoz, la ex esposa de Vandenbroele- el kirchnerismo decidió expropiar la empresa, hoy en manos del Estado y sin que nadie haya reclamado hasta ahora la indemnización correspondiente.
Vandenbroele fue detenido el viernes cuando fue a entregar a su hija a su ex esposa en el marco del régimen de visitas establecido por un juez. Los propios custodios de la mujer, que recibió amenazas luego de denunciar a su ex pareja, fueron quienes arrestaron a Vandenbroele en Chacras de Coria y lo llevaron la Unidad 32 de la Policía mendocina, alcaidía de los tribunales federales en esa ciudad. Fuentes judiciales mendocinas dijeron que por convenios internacionales Vandenbroele no puede pasar más de un mes en esa unidad.
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