“En 2014 tomaremos decisiones de inversión muy importante que se verán en 2015”, anuncia el director de Terminal Puerto Rosario (TPR), Gustavo Nardelli.
Punto Biz dialogó con Nardelli el viernes en el marco del coctail de fin de año que organizó el Ente Administrador de Puerto Rosario (Enapro).
“Tenemos proyectado invertir u$s 300 M en 10 años, desembolsos que se harán de manera modular y escalonada en la medida de que se vayan consolidando negocios porque tiene que haber también respuesta del mercado para apurar el ritmo de las inversiones”, cuenta.
Y uno de los ejemplos a los que recurre es al movimiento de autos, negocio en el que TPR debutó este año cuando General Motors.
“No queremos ser una terminal para urgencias logísticas de las automotrices. Sino que estamos pidiendo sustentabilidad en el ritmo de las cargas. Para eso estamos armando las sinergias con las automotrices y las líneas. Pero son negociaciones que van paso a paso. Ya demostramos que podemos mover vehículos y ahora vamos por contratos de largo plazo”, resaltó Nardelli, quien enumeró que se están reuniendo, además de con GM, con Fiat y Reanult.
Nardelli insiste con que la carga automotriz tiene un lugar central en la estructura de negocios de TPR y que no le asusta competir contra el número uno en ese negocio, que es ATZ en Zárate, y resalta que “hay mercados para todos”, y que “Puerto Rosario tiene ventajas de ubicación estratégica para la automotrices de la Región Centro”.
Sobre la marcha de la actividad, asegura que 2013 fue un “año aceptable” pese al cepo a las importaciones, las menores exportaciones por la pérdida de la competitividad y también por la reciente prohibición de que la carga argentina pueda hacer transbordo en puertos uruguayos.
“Podría haber sido un mejor año en el movimiento de contenedores, pero estamos atado a las decisiones del gobierno en materia de comercio exterior”, se lamenta. Y aclara que además de la consolidación de negocios, la estabilidad y previsibilidad de la economía es clave para apurar la toma de decisión de inversión.
No obstante, Nardelli resalta que un logro de la administración es haber independizado la actividad de TPR de los vaivenes de la economía nacional. “Nuestro principal negocio hoy es el transbordo de las cargas que vienen de Brasil y Paraguay, como el mineral de hierro. Esa carga sostiene la actividad de los muelles ya que al convertirnos en un puerto de transbordo de negocios internacionales pudimos esquivar el bajón del comercio exterior argentino”, resalta.
De cara al 2014, estima que –al menos en el primer semestre- se mantenga este esquema. “Pero en el mediano plazo tiene que levantar la actividad con contenedores”, sostiene.
Nardelli también pide a las autoridades poner en discusión el “ordenamiento territorial del Puerto”, al hacer alusión a los terrenos que eran de la concesión pero que terminaron luego en manos de abogados (el estudio de Casanova y Salvatierra) y posteriormente vendidos a los dueños del depósito fiscal Portar. Se trata de unas 6 hectáreas en las que en el pasado estuvo el malogrado astillero de Sabb. “No se puede entender que esos terrenos se le hayan quitado a la concesión y tienen que volver a TPR”, reclamó.
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