Aunque revista con el precandidato a gobernador de Horacio Rodríguez Larreta, Diego Valenzuela apuesta a todo para doblegar al peronismo.
Por Gastón Garriga
Diego Valenzuela, intendente de Tres de Febrero por el Pro en la alianza Juntos por el Cambio, que transita su segundo mandato e irá por un tercero, pidió a través de la pantalla de La Nación Más un acuerdo electoral con los sectores de Javier Milei y José Luis Espert. La declaración tuvo el tono de una confesión o de un pedido un tanto desesperado. Como jefe de campaña de Diego Santilli, precandidato a gobernador de la provincia de Buenos Aires por el larretismo, que se lanzó recientemente a través de las redes sociales, con unas placas rojas con el slogan #FaltaMenos, Valenzuela tiene los números de la provincia en la cabeza y entiende que, si no se contiene esa fuga por derecha, será muy difícil volver a acceder a la gobernación. Ellos tienen, aparentemente, los votos que separan a Axel Kicillof de su perseguidos inmediato.
En el programa de Lucas Morando, ante la mirada del diputado radical Martín Tetaz llamó a "lidiar inteligentemente con el sector de Milei, que tiene posiciones válidas". "Espert es proclive a trabajar con nosotros. Y Milei es proclive a trabajar con un sector de Juntos. Ya es algo."
No es habitual que esos pedidos se hagan en público y, menos aún, a través de los medios, porque cualquier acuerdo es precedido por una negociación y el que lo pide a gritos debilita su posición. En teoría, Valenzuela revista en el sector de las autopercibidas palomas, junto con Santilli y Larreta, que antagoniza con los halcones de Patricia Bulrich y Cristian Ritondo. O sea que el pedido viene de los sectores en teoría más distantes ideológicamente. ¿Pragmatismo? En todo caso, un acuerdo de ese tipo debería pasar por el filtro de los precandidatos radicales a la gobernación, como Maximiliano Abad y Gustavo Posse, o por el de los nacionales, como Gerardo Morales y Facundo Manes. Si eso ocurriera, habría que ver la reacción del electorado. De acuerdo a un reciente estudio de opinión de la consultora Nueva Comunicación, Milei tiene el segundo mayor diferencial negativo -26 puntos- apenas superado por el ex presidente Mauricio Macri.
Valenzuela, que hizo un doctorado en Historia, era periodista. Tras un largo paso por Radio Continental y por la señal TN del Grupo Clarín, se inició en política de la mano del massismo, pero pronto pasó al Pro. En 2015, en el marco de la "revolución de la alegría", logró derrotar al histórico intendente de Tres de Febrero Hugo Omar Curto, lo que parecía imposible.
Nadie se anota en una pelea mayor si no tiene, o cree tener, su territorio bajo control. Este sería el caso de Valenzuela. O es, al menos, la versión que se encargan de difundir e instalar sus principales espadas. Probablemente por eso, especula con la posible candidatura de su esposa, la actual senadora por la primera sección electoral Daniela Reich. Reich encabezaría la lista de concejales, para quedar como reemplazante directa, de acuerdo a la carta orgánica del municipio, en caso de que Valenzuela pidiera licencia para ocupar un cargo en La Plata durante un hipotético gobierno de Santilli. La ley 15315, sancionada por la legislatura provincial en diciembre pasado, establece que quienes fueron electos en 2019 tienen derecho a presentarse para un período más en 2023, de manera que este es el momento de empezar a construir las posibles sucesiones. Valenzuela es un hombre muy ocupado: además de intendente y jefe de campaña de Santilli, protagoniza el ciclo televisivo "Conurbano, tierra de oportunidades" que emite canal 26.
En la gestión, Valenzuela está haciendo publicidad en favor de una baja de tasas, a la que llama también alivio fiscal. Sostiene que "los municipios no hacemos la macroeconomía pero influimos en la micro. Aún no tenemos estadísticas de impacto de la medida, pero recibimos tres o cuatro consultas por semana". La oposición retruca que se trata de "humo" y "maquillaje", porque si esas medidas fueran serias, suelen argumentar, desfinanciarían el municipio, que ya tuvo conflictos por pagarles a los municipales sueldos por debajo del umbral de pobreza.
Tres de Febrero, ubicado al oeste de la avenida General Paz, además de la ciudad de Buenos Aires, linda con San Martín, La Matanza y Morón. Se constituyó como distrito al independizarse de San Martín en 1960. De acuerdo al censo 2022, cuenta con una población de 366.377 habitantes, mayormente concentrados en las localidades de Caseros, Sáenz Peña, Ciudadela y El Palomar, más cercanas a la capital. Durante la segunda mitad del siglo veinte y hasta el advenimiento de políticas económicas desindustrializadoras, el distrito albergó un pujante polo automotriz y metalúrgico.
Las tribus del FdT
Por el lado del peronismo, aunque aún no hay definiciones respecto a las candidaturas, la relación entre los distintos sectores es de diálogo fluido. Le reprochan a Valenzuela gobernar sólo para las zonas más prósperas del distrito, similares geográfica y demográficamente similares al vecino barrio de Villa Devoto, como Caseros o Ciudad Jardín, y abandonar las más postergadas, como Fuerte Apache o Loma Hermosa.
Juan Debandi es el referente local de La Cámpora. Diputado provincial mandato cumplido, actual vicepresidente de la Administración de Bienes del Estado (ABE), enfrentó a Valenzuela en 2019. En las PASO, la suma de las listas del Frente de Todos derrotó a Valenzuela, pero perdió en las generales de octubre, por un estrecho 47 a 44.
Para esa remontada, Valenzuela echó mano a todos los recursos disponibles, incluyendo una campaña de afiches con los rostros de Hugo Curto y Debandi, que los locales no olvidan. “El Negro” Curto, proveniente de la UOM, fue el intendente y la figura central de la política local entre 1991 y 2015. "La desigualdad en Tres de Febrero crece año a año con un intendente dedicado a hacer publicidad de sí mismo. Valenzuela se victimiza en reclamos forzados que le hace el Gobierno de la provincia, siempre montado en un escenario mediático y no genera desde la gestión políticas que atiendan los problemas reales de quienes viven en el distrito", sostiene Debandi.
Eduardo Márquez, vicepresidente de la empresa pública Corredores Viales y muy cercano al ministro Gabriel Katopodis, es la referencia del massismo en el distrito. Sostiene que “ni Valenzuela está tan bien como dice ni nosotros tan mal”. Asume que la prioridad es aportar desde el distrito la mayor cantidad de votos para las elecciones a gobernador y presidente y estaría dispuesto a presentarse si su jefe político encabezara la fórmula presidencial y existiera un consenso en el peronismo, pero no en un contexto de PASO.
Horacio Alonso se mantiene expectante. Es otro histórico de la política local, que hoy representa al albertismo, al que llegó por su excelente relación con el diputado Eduardo Valdés. Fue miembro del directorio de la Obra Social de Profesionales y Monotributistas (OSDEPYM), luego de haber sido su interventor, tras la eyección de Osvaldo Cornide, quien condujo CAME y OSDEPYM por casi medio siglo. Esa posición le brindó recursos para contener a su tropa y desde allí armar la “mesa del peronismo”. “Valenzuela es más que Juntos por el Cambio, pero no es invencible ni mucho menos. Si hoy gobierna, es por nuestros desencuentros y desaciertos”, define. Y agrega; “Las estrategias electorales dependen de los objetivos: el que quiere instalarse prefiere una PASO. Yo quiero ganar, por eso quiero un acuerdo y una lista de unidad. Aclaro que no soy candidato a nada”.
En los últimos años, desde la llegada de la actual conducción,los trabajadores municipales, que venían golpeados lograron una serie de mejoras como el carácter acumulativo de los aumentos, la validez semestral de los acuerdos paritarios con cláusula gatillo (antes eran anuales y sin revisión) y distintas bonificaciones que mejoraron el ingreso de bolsillo, que a su llegada estaba entre los más bajos del sector. En consecuencia, el secretario general, Ariel Collia, se encamina hacia un segundo mandato, en un escenario de lista única, que será proclamada en marzo próximo. Para Collia, Debandi debería ser candidato. "Es el más activo", sostiene.
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