Las denuncias fueron realizadas por trabajadoras que aseguraban haber sido contratadas con un engaño, puesto que la publicidad laboral hacía referencia a ventas y terminaban trabajando en lo que según relataban, atendiendo el bulin: “Hasta les hacían lavar las toallas. No había higiene por que los toallones que usaban algunas personas lo hacían secar y poner en la habitación para que usen otros nuevamente. Cuando las chicas se iban las revisaban enteras para ver si no se llevaban algo. Hasta les hacían dejar los celulares”. Por el trabajo les pagaban 14 pesos la hora.

Tras la denuncia, funcionarios de la municipalidad realizaron “operativos de control” en algunos hoteles alojamiento famosos del centro, entre los cuáles se encontraba este lugar de Alberdi al 300. Marcelo Scarponetti, subsecretario de Control Comercial de la Municipalidad, aseguró en esa ocasión: “en ese local de la calle Alberdi, hemos tenido una actuación realmente fuerte e importante en los últimos años, donde han habido 5 clausuras; en dos oportunidades se intervino en conjunto con la División de Trata de Personas, con la fuerza pública, con la Policía de la Provincia”, para luego agregar “estaba clausurado, no se había levantado la clausura. La semana pasada se realizó una inspección integral con tres áreas municipales, donde se daba cuenta de que no se iba a levantar la clausura por razones de incumplimiento a distintas normas municipales”.

Ahora las denuncias continúan, y en una entrevista radial, una extrabajadora del lugar aseguró que el telo sigue funcionando, a pesar de la supuesta clausura, y que el dueño tiene una tienda de ropa “donde trabajan varias chicas en condiciones ilegales, quienes padecen sus malos tratos y explotación laboral”, informa Radio Vos.