Es la proyección que promete solo para el área provincial. El Departamento de Energía de Estados Unidos pronostica que toda la formación tendría reservas por 16.200 millones.
Las cifras del potencial que a priori ofrece el yacimiento Vaca Muerta al país y a Mendoza son fundamentales para entender por qué la extracción de petróleo no convencional por medio del cuestionadísimo fracking será a futuro una actividad al parecer imparable.
Hace 5 años, Miguel Galuccio, ex presidente de YPF, visitó Mendoza al menos dos veces para celebrar junto con la clase política dirigente el hallazgo de tres nuevos yacimientos de gran valía para Mendoza.
Hasta el ex gobernador Francisco Pérez se emocionó e ilusionó con esos descubrimientos, que potenciarían la matriz productiva. Eran yacimientos de petróleo convencional, ese que se extrae perforando la tierra hasta llegar a la napa donde hay crudo y agua. Aquellas tres nuevas áreas, identificadas como Vizcacheras, El Manzano y Chachahuen, tenían un potencial de producción total de 75 millones de barriles de petróleo, según los expertos.
Otro mundo
Vaca Muerta parece de otra galaxia. Las proyecciones de los especialistas prometen que la veta mendocina alcanzaría una capacidad de extracción total de 1.380 millones de barriles de petróleo.
Para tener una dimensión sencilla, si extrajeran un millón de barriles por día demorarían casi cuatro años en secar la Vaca Muerta mendocina.
La cifra fue informada por el Ministerio de Infraestructura, Economía y Finanzas de la Provincia ante la consulta de Diario UNO, aclarando desde la repartición que es un estimado a confirmar con las exploraciones. Sin embargo, no son cálculos de la argentinidad. Estos se deducen de los pronósticos científicos del Departamento de Energía de los Estados Unidos.
Fue la poderosa potencia del Norte la que identificó los principales yacimientos de petróleo no convencional en su territorio y en el resto del mundo, inventó un proceso para su extracción y entonces, con la capacidad propia de explotación en marcha, anunció la novedad al resto de la humanidad, habiendo ya adquirido territorios en Vaca Muerta para extraer a futuro y ofreciendo su tecnología de punta.
Solo el 5%
El impactante potencial de Mendoza ni se compara con la capacidad total que promete toda la formación, sumando las áreas de la misma ubicadas en La Pampa y Neuquén. YPF, basándose en los informes estadounidenses, indica que el pronóstico de producción total para Vaca Muerta es de 16.200 millones de barriles de crudo.
Y para todo el país, si se incluyen otras zonas detectadas, como la del golfo San Jorge en el extremo sur de la Patagonia y la formación de la región del Litoral argentino, asciende a los 27.000 millones de barriles. A años luz de los grandes productores de petróleo como Venezuela y los países árabes, esas cifras quedarían cerca de Nigeria, que es el décimo país productor, con reservas por 35 mil millones de barriles de crudo.
Como se verá, Mendoza apenas tiene en sus dominios 5% de todo lo que la Argentina ofrece, y 8% de lo que Vaca Muerta puede dar.
Sacarlo es la parte más difícil
Extraer el petróleo de Vaca Muerta tanto en Mendoza como en Neuquén es la parte más compleja, sobre todo por los costos.
Según informes técnicos, en Estados Unidos montar un pozo para explotar crudo no convencional cuesta U$S6,7 millones mientras que en Argentina llegaba a costar U$S11 millones de la divisa norteamericana.
El esquisto, como se le dice a este tipo de crudo, está a gran profundidad (entre 2.000 y 3.000 metros), lo que según la industria asegura la no contaminación de los acuíferos que están a unos 300 metros, un debate que todavía no está saldado.
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